Con 42 votos positivos y 15 negativos, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires aprobó este lunes el convenio celebrado entre Lotería Nacional y el Instituto del Juego porteño que, entre otras cosas, otorgará a la ciudad 300 millones de pesos provenientes de las salas de juego ubicadas en el distrito.
El proyecto modifica el convenio del juego que celebraron en 2003 el gobierno de Aníbal Ibarra y Lotería Nacional, y supone, por un lado, un ingreso extra, según el gobierno porteño, de 300 millones de pesos producto de que se dividirán en un 50 por ciento los ingresos entre Nación y Ciudad.
El acuerdo fue aprobadao en el último dia de sesiones de la legislatura porteña, luego de gritos e insultos durante una reunión del bloque del PRO, en la que los diputados se quejaron por tener que aprobarlo a las apuradas.
El titular del bloque, Fernando de Andreis, debió soportar los reproches del resto de los legisladores del PRO, que cuestionaban la "desprolijidad" con la que se manejó el Ejecutivo e incluso debió escuchar insultos, sobre todo contra el jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta.
"Metieron el convenio a última hora del viernes y ni siquiera hicieron una reunión de bloque durante el fin de semana para explicárnoslo a nosotros que lo tenemos que votar", se quejó un legislador.
Otro de los legisladores presentes en la reunión señaló que el desmanejo del Ejecutivo fue tal, que al convenio que les llegó a los propios diputados le faltaba una hoja. "Del artículo 3 saltaba al 6, nos toman por pelotudos", advirtió.
El convenio, que fue firmado el 4 de diciembre, tiene ocho artículos y un anexo en el que prestan su conformidad Federico Achával -amigo de José Torello, ex funcionario y compañero del líder del PRO-, titular del Hipódromo Argentino de Palermo, y Jorge Terricabras Cabani, a cargo de Casino Buenos Aires. Ambos dejan en claro que si la Ciudad
intenta cobrar Ingresos Brutos no pagarán el canon. El nuevo gravamen se suma a lo que todos los años percibe la Ciudad por el juego, que este año significará unos 350 millones.
A partir de la iniciativa se mejoran los ingresos de la Ciudad en concepto de impuestos al juego y se le cobrará un canon "especial" del 3% a las ganancias de los tragamonedas y las carreras de caballos desde el año que viene pero a cambio el PRO no le cobrará 800 y 1.000 millones de pesos en concepto de Ingresos Brutos que esas casas de juego adeudan al fisco porteño.
"Es un escándalo, le perdonan cualquier impuesto por el juego, más que un convenio es un Régimen de Promoción de las Tragamonedas", se quejaba un legislador. El diputado Daniel Lipovetsky era uno de los más enfurecidos. Los legisladores más cercanos a Gabriela Michetti también estaban enfadados puesto que la flamante senadora hizo campaña cuestionando a los juegos de azar.
Las únicas críticas provinieron de los legisladores de los bloques del frente Unen. El legislador de la UCR, Antonio Campos, fue uno de los pocos legisladores que criticaron el acuerdo.
"Pasaron 10 años desde la firma del convenio de 2003 y no existe sistema de control online", advirtió Campos en referencia a una de las polémicas mayores que atañen a la explotación de las tragamonedas. "Nadie sabe a ciencia cierta el poder recaudatorio que tienen estos operadores; no sabemos ni lo que deben aportar" agregó.
El titular del bloque de Proyecto Sur, Julio Raffo, advirtió que "no podemos condonar una deuda semejante de ingresos brutos". En tanto que el presidente del bloque de la Coalición Cívica, Fernando Sánchez, aseguró que "no vamos a votar ningún convenio que ceda a la Ciudad en su facultad de votar impuestos".
"Dicen que la Ciudad va a ganar 300 millones de pesos, pero en realidad está perdiendo aproximadamente 1700 millones por no cobrar Ingresos Brutos de forma retroactiva", destacó Sánchez.
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