Juárez indicó que “en el accionar de estas células se nota un método característico, en el cual se enmascara la violencia y la intolerancia detrás de una supuesta lucha por derechos”. Asimismo, contempló: “Todo ello bajo al amparo de sectores del gobierno que, por omisión y en muchos casos por su acción, permiten y toleran esas conductas que generalmente tienen como objetivo intendentes y mandatarios de signo político contrario”.

La legisladora se manifestó en cuanto al subsecretario de Asuntos Municipales, Fidel Sáenz, entendiendo que “deben ser separados urgentemente del Ejecutivo, pues su comportamiento no se condice con los valores democráticos y republicanos que exige la función”. 

Por su parte, el diputado nacional Amado Quintar sostuvo que durante su gestión como intendente sufrió el accionar del funcionario, que constantemente lo perjudicó y entorpeció. “Todos los intendentes sabemos quién es ‘Pocho’ Sáenz y cómo actúa”.

“Cuando un niño crece, sus padres le enseñan conductas sobre el amor y la comprensión, pero a este personaje le deben haber enseñado sobre odios y rencores, pues es lo que tiene como conducta”, aludió Quintar.

Asimismo, el diputado nacional comentó que estuvieron analizando las obras de cloacas en Valle Viejo, lo que es una “verdadera estafa, un acto más de corrupción en la República Argentina”. “Se gastaron 1.000 millones de pesos en una obra donde no se contemplan siquiera las conexiones para los habitantes”, denunció el diputado.

Por su parte, el jefe comunal agradeció a los legisladores nacionales su preocupación y sostuvo que los hechos ocurridos en Valle Viejo tienen relación directa con la posición del municipio sobre la realización de las cloacas y los controles estrictos que el municipio realiza: “Esta es una obra que tiene un costo de poco menos de mil millones de pesos y donde hay muchos puntos que no quedaron en claro”.

Además, Jalile señaló que no habrá marcha atrás con las denuncias contra Sáenz por supuesta promoción de hechos de violencia en el departamento chacarero, cuando un grupo de manifestantes encapuchados y armados con palos “lo atacó” antes de la reunión con el ministro de Hacienda, donde se iban a negociar los fondos extra para hacer frente al pago de haberes. 

En aquella oportunidad, Jalile tuvo que buscar cobijo en un local comercial de la zona, donde quedaron a la espera que saliera.