Fuentes confiables informaron al Multimedio que, ayer, ambos fueron trasladados desde el penal al juzgado bandeño, en el mismo vehículo. El temor a un careo en sede judicial y amenazas que el hijo de la “mae” le habría efectuado al taxista, le provocaron un ataque de pánico
Fuentes dignas de confianza revelaron a este Multimedio que en la jornada de ayer los imputados fueron trasladados desde el Penal de Varones Nº 1 hasta el Palacio de Justicia de la ciudad de La Banda, donde iban a ser notificados sobre la autorización para conceder una entrevista a medios nacionales.
Dentro del vehículo
En el viaje –a bordo del vehículo del servicio Penitenciario– Luis se habría burlado de Mario. “Le hacía caras y se reía de él”, según reveló la fuente. En el mismo trayecto Rojas fue amenazado de muerte por el hijo de Lucrecia, quien con señas se había tomado con las manos la boca, como indicando que se calle y luego pasó su dedo índice por el cuello, haciendo referencia a que si hablaba lo iba a matar.
Hasta ese entonces el taxista hizo caso omiso a los gestos del umbanda, quien al ingresar al
penal sembró temor entre sus compañeros de celda, aduciendo que podía hablar con el diablo.
Los nervios vividos en ese momento por Rojas derivaron en una crisis. Según contaron a Nuevo Diario, éste lloraba y temblaba, como lo hacía durante los primeros meses en prisión.
Rojas se tranquilizó en horas de la siesta, cuando vio a su madre.
Hubo fuerte custodia
El Penal de Varones Nº1, ubicado sobre calle Alsina Nº850, se vio fuertemente custodiado por -al menos- veinte efectivos adicionales que sirvieron de apoyo para la guardia diaria.
Según supo este Multimedio, las autoridades querían evitar cualquier tipo de inconveniente entre los reos, al ver extraños movimientos en los pasillos. Todo se desarrolló con normalidad.
Comentá la nota