El desafío electoral de la Casa Rosada es conservar el poder en Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires, Mendoza, Jujuy y Corrientes
El pobre desempeño en los comicios de Santa Fe sirvió como aprendizaje: el Gobierno aceptó que el tránsito electoral en las provincias será similar al económico, con lo que se prepara para mantener lo que tiene: retener el poder en los cinco distritos que comanda Cambiemos.
Ya no hay expectativas sobre lo que pueda suceder en el resto de las provincias, como sucedía hace tan solo dos meses. La crisis económica es la razón fundamental del golpe de realismo que invadió a la Casa Rosada. Así, el objetivo que pergeñaron los que adelantaron los comicios se materializaría sin mayores inconvenientes.
Si bien reconocen que las primarias en Santa Fe fueron "muy malas", en el Gobierno se resisten a hablar de una tendencia negativa. Aseguran, en cambio, que se trata de un "clima" adverso, pero que de ninguna manera se puede traspolar lo que sucedió en Río Negro, Neuquén, San Juan y Entre Ríos con la elección nacional.
Pese a la magra cosecha que consiguió el candidato José Corral -Cambiemos cayó poco más del 12 por ciento entre 2015 y 2019-, en la Casa Rosada consideran que el piso que alcanzó (casi el 20%) es una buena plataforma para la apuesta de octubre, con Mauricio Macri en la boleta.
El desempeño de Corral, aliado incondicional de la Casa Rosada, se habló ayer brevemente durante la reunión de gabinete. Los encargados de realizar la exposición fueron el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
"Nuestro objetivo en esta elección era que nuestro candidato ganara en conocimiento. Ha avanzado bastante, recién ahora va a arrancar la elección", dijo ayer, en tanto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Al igual que en los días previos a la PASO, el Gobierno acompañará a Corral durante todo el recorrido. Y se aferran a los antecedentes para alentar la esperanza. En 2011, por ejemplo, Miguel Del Sel sacó 241.000 votos en la PASO y 615.000 en la general.
El Gobierno no desconoce que la crisis económica es la responsable principal por el bajón que muestran los candidatos de Cambiemos en las elecciones provinciales. Son tres los elementos en los que trabaja Cambiemos para frenar la sangría electoral: primero, el freno al dólar. Hoy el Banco Central comunicó que intervendrá libremente vendiendo dólares en el mercado, en una virtual eliminación de la banda que estaba vigente desde octubre de 2018.
En segundo término, la Casa Rosada, en especial el comando electoral, trabaja -hasta el momento con suerte dispar- en separar la gobernabilidad de la campaña. Y, finalmente, avanzan en un discurso enfocado en el futuro, algo que hasta el momento no logró imponer.
"Estamos todo el tiempo explicando los errores", aseguraron fuentes oficiales.
Con este escenario, el Gobierno se enfocó en las seis elecciones en las que pone en juego el poder: la Nación, Buenos Aires, Capital, Mendoza, Corrientes y Jujuy. "Estamos enfocados en retener el poder", confió un asesor todo terreno.
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