Leandro Nimo es uno de los nexos principales que el consorcio que maneja el puerto ubicado en la ciudad balnearia de Necochea tiene para hacer negocios, lugar al que llegó en el año 2016 de la mano de su actual presidente, Arturo Rojas. Además, tiene una larga amistad con el concejal Alberto Esnaola, quien habría sido la bisagra para que el abogado sea parte de esta sociedad.

Nimo es de estirpe radical y durante una época fue sindicado como una especie de "sicario legal", quien desde el Puerto Quequén ofrecía una asesoría, aunque nunca supo bien en qué rubro. Con su designación, creció el temor ya que algunos lo recuerdan por ser uno de los operadores que terminó con la destitución del ex intendente Horacio Tellechea en 2013. Mismo camino habrían seguido Roberto Porretti, del Frente Para la Victoria en 2007, y Blas Altieri, de un partido Vecinalista, ambos de Pinamar, quienes habrían sido víctimas de las gestiones realizadas por Nimo, quien participó en calidad de asesor de las comisiones investigadoras del Concejo Deliberante conjuntamente con Lucas Ventoso, otro letrado.

Según detallan allegados, el abogado que tuvo su época de militante en Franja Morada y fue contratado por el Partido Fe, mejoró notablemente su pasar económico. De esta forma, algunos fantasmas alimentan la posibilidad de que Cambiemos esté manejando una estrategia similar para derribar al jefe comunal de Necochea, Facundo López.

Pero las suspicacias sobre Nimo no se agotan en versiones de "voltear" intendentes. Por el contrario, siempre ha sabido encontrar el hueco para hacer negocios. De hecho, no hace muchos años atrás supo mantener un fuerte vínculo con Javier Artoni, quien fuera jefe de Gabinete del municipio de San Vicente durante la gestión de Daniel Di Sabatino, aunque se rumoreaba que esa relación traspasaba los estrictamente político.

Tras algunos problemas matrimoniales, el abogado terminó divorciándose en 2014 y eso llevó a que su ex esposa terminara sospechando que había sido estafada en la sucesión de su madre. Por tal motivo, decidió realizar una denuncia penal que luego fue cajoneada y archivada "por falta de pruebas" en marzo 2017, aunque hay quienes creen que habría sido el resultado de los contactos que tenía el letrado.

Desde muchos años antes de 2013, Nimo viajaba con asiduidad a San Vicente bajo la excusa de hacer los contratos de las viviendas que eran entregadas por la comuna. Sin embargo, era vox populi que detrás habría existido una extensa red de retornos de favores que utilizaba una ambulancia municipal para trasladarse asiduamente desde San Vicente a Córdoba.