Compartieron en Córdoba el lanzamiento de la campaña de Luis Juez. Tensión en la Amcham.
Por Juan Manuel González
Horacio Rodríguez Larreta ensayó un acercamiento a Patricia Bullrich, en medio de las tensiones por la interna, que se agravaron luego que la ex ministra quedara nuevamente involucrada en el atentado a Cristina Kirchner. Bullrich se indignó cuando el periodista Alejandro Fantino le preguntó por esa acusación, en medio del encuentro de Amcham de este martes.
Bullrich cree que el larretismo alimenta la difusión de esas acusaciones -que ya sacaron de la cancha a su ex jefe de campaña, Gerardo Milman- para desgastarla.
Por eso, el acto en Córdoba que reunió a los dos precandidatos este martes por la noche era esperado con expectativa hacia el interior de Juntos. En la provincia más antikirchnerista del país, quedó claro que el discurso duro de Patricia sintonizó con la platea.
Patricia fue enfática ante los militantes de Juntos por el Cambio: trató de "feudal" al gobierno de Juan Schiaretti, a quien Macri ha elogiado en más de una oportunidad.
Cuando Rodríguez Larreta anunció que hablaría Bullrich, una ovación espontánea bajó desde las gradas del micro estadio de General Paz Juniors, el club donde se hizo el acto, a un par de cuadras de El Panal, la sede del Gobierno provincial.
"Presidenta / Patricia Presidenta / Patricia Presidente", se escuchó desde las gradas. Rápido de reflejos, Larreta le estampó un beso en el cachete izquierdo, y salió disparado del acto: un avión lo esperaba para volar de regreso a Ciudad de Buenos Aires, al festejo de cumpleaños de María Cristina Díaz Alberdi (83), su mamá.
Desde la tribuna que ofició de escenario, Patricia fue enfática ante los militantes de Juntos por el Cambio: trató de "feudal" al gobierno de Juan Schiaretti, a quien Macri ha elogiado en más de una oportunidad.
Cuando tocó el turno de darle al Gobierno nacional, Bullrich usó un verbo que garpa en un sector extremo: dijo que al kirchnerismo hay que "dinamitarlo".
Esa posición de Patricia es una de las preocupaciones del peronismo cordobés que lidera Schiaretti, que no descarta ser socio de Larreta si termina en la Casa Rosada. El jefe de Gobierno evaluó en el pasado sumarlo a su eventual gobierno como jefe de Gabinete.
De hecho, en las últimas horas, Javier Pretto, el ex presidente del PRO que fugó hacia Hacemos Unidos y será el candidato a viceintendente de Daniel Passerini, deslizó que el cordobesismo -oficialismo y los opositores de Juntos por el Cambio- terminarán haciendo campaña por Rodríguez Larreta. Hasta su huida del PRO, Pretto respondía a Larreta, por lo que sobrevoló la posibilidad de que el pase haya estado coordinado. Por las dudas, en el acto en Córdoba, Rodríguez Larreta llamó "traidor" a su ex coronel.
Patricia fue más dura: dijo que por el transfuguismo, Pretto es como "un criminal", por lo que debería tener un "castigo ejemplar" de la democracia: en otras palabras, pidió no votar a Pretto por "delincuente".
Mario Negri quiere encabezar la lista de diputados nacionales y postula la boleta Y, para evitar la confrontación local tras dos batallas con demasiados heridos: el cierre de lista provincial está fresco y queda el cierre de lista municipal, dentro de tres semanas.
Los dirigentes cordobeses de Juntos por el Cambio, anotados para competir por las bancas de diputados nacionales tienen hasta el 24 de junio para decidir a qué tren se suben.
Desde el sector de Mario Negri se postula la boleta Y, apostando que sus jinetas lo harán cabeza de lista. Buscan evitar la confrontación local tras dos batallas con demasiados heridos: el cierre de lista provincial está fresco y queda el cierre de lista municipal, dentro de tres semanas. Negri, hasta ahora, se mostró próximo a Rodríguez Larreta. También Oscar Aguad quiere ser diputado nacional, y viene trabajando desde hace meses en los equipos de Patricia, por lo que se siente cabeza de lista de su ex colega de gabinete. Ramón Mestre juega sus fichas al rol orgánico del radicalismo, con Gerardo Morales.
Del lanzamiento de Juez no hay grandes novedades: fue una sesión para motivar a su tropa y pedirles un esfuerzo de 45 días para enfrentar su tercera elección como candidato a gobernador. Luego vendrá la elección municipal donde Rodrigo de Loredo se jugará su futuro.
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