En el sprint final, los presidenciables buscan hacer movimientos tácticos para lograr impacto político y mediático. La exministra sufrió un escrache en San Luis, donde fue a buscar el apoyo de Poggi, y viaja a Mendoza, donde tiene agenda próxima Larreta, y a otras provincias.
Mauricio Caminos
Como a las figuritas o al Juego de la Oca. La interna entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich se pone en modo lúdico, cuando restan apenas 11 días para las PASO. Con bajo nivel de fuego cruzado luego de la foto conjunta en Chubut el domingo, los precandidatos presidenciales de Juntos por el Cambio buscan dar movimientos tácticos que logren cierto impacto político –o al menos mediático– en el tramo final de la campaña.
Quizás porque hay voces a su alrededor que admiten que corre por detrás en las encuestas frente a su rival, el jefe de Gobierno aparece como el más interesado en la jugada. Por eso ocupó varias horas en los últimos días para fichar a dirigentes de relativo peso político –y nombre de trascendencia–, que hasta ahora no se habían explicitado para ninguno de los dos bandos.
Larreta dio la nota este martes con su foto junto al diputado radical Facundo Manes, después de semanas de conversaciones en reserva. Y tiene en agenda este miércoles una aparición con una de las figuritas “difíciles” del álbum del partido amarillo: la exgobernadora María Eugenia Vidal, quien coqueteó durante los primeros meses del año con ser la tercera precandidata presidencial del PRO y ubicó a Cristian Ritondo, su máximo colaborador, como cabeza de lista de Bullrich en Buenos Aires.
Para no quedar atrás, la exministra buscó mostrarse cercana a un dirigente del interior en ascenso: Claudio Poggi, mandatario electo de San Luis. Viajó hasta allí este martes como parte de una mini gira de mitad de semana con parada final en Mendoza. Aunque no se encontró cara a cara con Poggi –estaba fuera de la provincia–, su visita a la capital puntana tuvo impacto nacional: Bullrich sufrió un escrache público de parte de un “grupo violento kirchnerista”, según denunció ella misma.
“Sí”, respondió Manes sin ruborizarse cuando le preguntaron al lado de Larreta si lo apoyaba como precandidato presidencial. El acto en Tandil, que gobierna el radical Miguel Lunghi, se armó para anunciar una serie de propuestas del alcalde porteño ligadas al federalismo y a ciudades que apuestan a la educación y la tecnología. Todo hacía sentido con la imagen del neurólogo.
“Creo que este es el espacio que puede convocar a una mayoría social para un cambio de mentalidad y encarar el desarrollo de una vez por todas”, abundó Manes, que metió la cuchara en la interna con Bullrich: “Esto no es contra otros sino uno con otros”, mensajeó. Larreta también pareció chicanear a su rival cuando hizo referencia a la idea de “orden”, latiguillo de la campaña de la exministra: “Vivir mejor no es sólo orden. Eso suena bien, pero no alcanza”.
Junto a Manes y Larreta también estuvo Diego Santilli, la mayor figurita del jefe de Gobierno para buscar la victoria en la Provincia. “El Colo” y el médico batallaron en las PASO 2021 y juntos le ganaron al peronismo unido. Luego Manes emprendió su periplo para ser presidenciable, que fracasó cuando la UCR terminó encolumnandose detrás de los dos presidenciables del PRO. En el cierre de listas estuvo a punto de encabezar uno de los tramos principales en la boleta del alcalde en Buenos Aires, pero terminó bajándose. A cambio, “cobró” con algunos lugares legislativos secundarios.
Por las dudas, este martes avisó que sigue en juego: “Me involucré en la política por el resto de mi vida”, dijo, y buscó saldar heridas: “Respeto las decisiones del partido y sus dirigentes”. Maximiliano Abad, titular del radicalismo bonaerense y quien era su sostén político en la provincia, terminó encolumnándose detrás de Bullrich: hoy es su primer candidato al Senado.
Después de Manes, Larreta espera generar más ruido político con Vidal. Este miércoles se mostrarán juntos en una recorrida de campaña por Santa Cruz para apoyar la candidatura del experiodista Mario Markic, confirmaron a elDiarioAR en su entorno. Habrá que esperar si el movimiento en tándem será explícito o apenas una postal armada para los medios. Larreta y Vidal tienen un vínculo histórico: el mandatario porteño fue su primer jefe político en el llamado Grupo Sophia.
La semana pasada el primer apoyo interno que sumó el alcalde fue el del excandidato a intendente cordobés Rodrigo de Loredo, que hace dos domingos logró juntar en su derrota a los dos presidenciables cambiemitas –cómo olvidar su honestidad brutal de “Los hice venir al pedo”–.
“En algunos casos son apoyos testimoniales, pero sirven para el círculo rojo, y en otros son una buena señal electoral”, argumentó un vocero larretista sobre la jugada con la exgobernadora y el neurólogo. “Básicamente, en esta etapa, todo suma”, confesó la fuente consultada sobre la importancia de cualquier pronunciamiento político a un lado y otro de la vereda. Mientras tanto, prenden velas para que no haya ninguna declaración de Macri en favor de Bullrich.
Luego de sufrir un escrache en San Luis, Bullrich tuvo una videollamada con Claudio Poggi. No pudo encontrarse cara a cara con el gobernador electo, que tuvo el apoyo de Larreta para ganar las elecciones locales. Prensa BullrichAvanzando casilleros hasta las PASO
Si Larreta estuvo este martes en Tandil, Bullrich irá el viernes. Si Bullrich conectó San Luis con Mendoza, Larreta estará en la provincia cuyana el jueves. Los presidenciables cambiemitas también tienen su Juego de la Oca de recorridas por los localidades que sienten clave para el sprint final de la campaña. Evitan pisarse o cruzarse, salvo ocasiones especiales, como hicieron en Chubut para acompañar la victoria de Ignacio “Nacho” Torres, un dirigente puro del PRO.
Pese a que terminó con polémica, la visita de laexministra a San Luis también buscó sumar el apoyo de Poggi, a quien Larreta considera como propio; de hecho, lo acompañó la noche de la elección en que dio el batacazo contra el régimen de los Rodríguez Saá. “Va a jugar neutral”, confió a elDiarioAR un bullrichista de paladar negro.
Antes de solidarizarse por el escrache que sufrió, Poggi le dedicó un abierto mensaje a Bullrich en sus redes: “Bienvenida a la Pcia de San Luis @PatoBullrich candidata a Presidente de la Nación. Estoy convencido que Juntos por el Cambio triunfará en nuestra Provincia en las próximas elecciones presidenciales y de esa manera San Luis realizará su aporte para el triunfo nacional”, tuiteó. La precandidata tuvo que conformarse con verlo por videollamada.
En Mendoza el recibimiento para Bullrich sería otro. Toda la estructura local de la UCR jugará con ella dentro de dos domingos: desde el senador Alfredo Cornejo, el hombre fuerte de la provincia y muy posiblemente el sucesor de Rodolfo Suárez en el próximo gobierno, hasta su compañero de fórmula presidencial, Luis Petri, quien recogió buena cantidad de votos en las PASO mendocinas de hace dos meses.
Para contrarrestar la influencia del Grupo Malbec, Larreta estará todo el jueves en Mendoza, de recorrida por cuatro ciudades. Será la primera jornada de un raid electoral que hará hasta el fin de semana por los distritos más importantes del interior del país: el viernes estará en cuatro localidades de Córdoba, el sábado en tres de Santa Fe y el domingo en San Miguel de Tucumán.
Así entrarán Bullrich y Larreta a la semana final de la campaña para las PASO, con los cañones electorales apuntando al populoso – y decisivo– conurbano bonaerense. Les esperan allí las últimas recorridas, antes de enfocarse en sus cierres, obviamente por separado. Solo podrían volver a mostrarse juntos en la noche de la elección, compartiendo el mismo búnker tras la votación. Pero eso, aún ya al borde del 13-A, todavía no se resolvió.
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