El domingo pasado por la noche terminó festejando hasta las 2 de la mañana y hasta dio un discurso con una cuchara emulando un micrófono en el restaurant El Mirasol. Jamás se queda hasta tarde y no suele salir a cenar sin su familia, salvo que sea un programa de televisión. Pero la victoria con el récord histórico del 55% en la Ciudad mostró a un Horacio Rodríguez Larreta casi desconocido para sus asesores.
“Está más suelto que nunca”, contó uno de ellos a PERFIL. En su distrito todo le salió bien: ganó sin necesidad de ballottage, sumó a la UCR, al socialismo y al PJ, y se legitimó como el gran ganador del domingo pasado. Aunque no quiere erigirse en el líder único de la oposición, naturalmente sabe que los ojos de la política y del círculo rojo se posarán sobre él a partir de ahora. Acaso por ello, no se tomó ni un día de descanso: esta semana se dividió entre el análisis de los planes estratégicos de gestión 2020/ 23 y el Gracias Tour, una serie de reuniones con funcionarios, diputados, comuneros y dirigentes para agradecerles por la campaña. Hasta almorzó, a solas, con el presidente Mauricio Macri. “No me voy a encandilar con el resultado. Esto es una maratón”, le confesó a su círculo más cercano. Entre ellos, hoy aparece el reelecto vicejefe, Diego Santilli, como un actor fundamental: puso a Agustín Forchieri al frente de la Legislatura y tendrá a su cargo el armado nacional. También, una mesa con tres de sus funcionarios más cercanos: Felipe Miguel (jefe de Gabinete), Eduardo Machiavelli (Espacio Público) y Karina Fernández, su histórica asesora. A ellos se suman el secretario general, Fernando Straface; el ministro de Gobierno, Bruno Screnci, y el hermano del jefe comunal, Augusto Rodríguez Larreta. Tras el resultado electoral, habló con Alberto Fernández y también con Axel Kicillof, para felicitarlos. Al primero prácticamente no lo conoce; pero con el segundo tuvo buena sintonía cuando era ministro de Economía. Los números son una pasión para ambos. Planea reunirse con el mandatario bonaerense electo en los próximos días. Con la Provincia hay muchos temas del área metropolitana para trabajar juntos. Uno de los más acuciantes es la basura y el uso de los terrenos del Ceamse. Otros temas son el transporte y la seguridad (el anillo vial de seguridad fue uno de los logros que exhibirá a Kicillof). En lo que refiere a su gabinete, el jefe de Gobierno ya tiene “un 80%” de su nuevo equipo listo, y habrá rotaciones. Una de las áreas a definir aún es la de Medios: la partida de Marcelo Nachón lo obliga a un reemplazo. Igual que en Desarrollo Social y Salud, ya que las ministras estarán en el Senado y la Legislatura (Guadalupe Tagliaferri y Ana Bou). Aún se resiste a dividir Seguridad de Justicia, hoy todo bajo la conducción de Santilli. El Colorado sabe que es un área compleja; no se puede ser armador político y jefe policial a la vez. Lo que está claro es que no tocará a Soledad Acuña en Educación, una colaboradora dilecta, quien espera otro bebé para el año que viene. Podría reponer el Ministerio de Desarrollo Económico: sería para un radical de la rama de Coti Nosiglia y suena con fuerza José Luis Giusti. Aunque no quiere apurarse, sus asesores más íntimos ya armaron una mesa de construcción nacional que comenzará a reunirse asiduamente. El futuro llegó para el jefe comunal.
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