Sin perder el foco en la gestión, se posiciona como fuerte crítico del Gobierno, aunque cuidando la unidad de Juntos por el Cambio. Visitas a las provincias de Buenos Aires, Jujuy y Corrientes. El objetivo de que las clases presenciales arranquen en fecha.
Horacio Rodríguez Larreta arrancó el 2022 con un perfil alto. Desde la gestión, siguió de cerca las complicaciones por el fuerte rebrote de coronavirus como también las complicaciones que derivaron por la ola de calor. Desde lo político, incrementó sus apariciones con críticas al gobierno de Alberto Fernández. En paralelo, avanza en el diseño de la estrategia para ejecutar el “Plan Larreta 2023” sin descuidar la unidad de Juntos por el Cambio, administrando las tensiones en esa alianza y buscando ampliarla. Ese será el objetivo de una Mesa Nacional que ya trabaja y que coordina su armador político y hasta hace poco vicejefe de Gobierno porteño Diego Santilli.
Cada acción que Larreta realiza, en especial en su camino rumbo al 2023, mezcla dosis de convicción y conveniencia. Quienes trabajan con él día a día aseguran que su pretensión es estar abocado a la gestión y por eso dejó en suspenso unas vacaciones que tenía programadas a principio de año para seguir el avance de la variante Ómicron como también los cortes de luz que afectaron cientos de miles de porteños. Y cada anuncio que realizó en torno a temas de gestión los aprovechó para proyectar su figura a nivel nacional. Así como en los dos últimos años confrontó esporádicamente con Nación y en mayor medida por temas que tenían a la gestión porteña como afectada, en las últimas semanas fueron más continuas sus apariciones y por críticas variadas: desde la marcha contra la Corte Suprema, al trabajo remoto de los estatales y hasta la negociación con el FMI.
En esas apariciones, como también las entrevistas que dio el fin de semana, se planta como un definido referente opositor al Frente de Todos. No confirma que será candidato, reparte elogios para todos los referentes de la alianza, inclusive a Mauricio Macri. Muchos liderazgos en el PRO, por lo que primero deberá resolver esa interna para luego ir por la de Juntos por el Cambio.
“Cree que Juntos por el Cambio tiene que ser heterogéneo y esa heterogeneidad hay que administrarla”, apuntaron a este portal un integrante del equipo de trabajo de Larreta. Estudiosos de cada declaración, de cada movimiento del alcalde porteño, advierten que este “camino quirúrgico” debe hacerse con cuidado para no desgastar su imagen cuando todavía queda mucho para las elecciones. “No tiene que percibirse como que quiere imponer un liderazgo”, precisaron.
Y en esas declaraciones tampoco busca enfrentar a referentes peronistas y del Frente de Todos que eventualmente sean aliados de un posible gobierno suyo. De hecho, como contó El Destape la semana pasada, para su eventual gobierno piensa un “gabinete de coalición” en el que un gobernador como el peronista Sergio Uñac sea su jefe de Gabinete. En Uspallata tampoco descartan que se piense en el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, dentro de ese esquema. Si Larreta es presidente buscará aislar al kirchnerismo y tejer alianzas no solo con peronistas que hoy no están con el gobierno nacional sino también con parte del Frente de Todos
A diferencia de lo que fue la experiencia 2015-2019 con Macri y con la intención de replicar su construcción en la ciudad de Buenos Aires, Larreta cree que la coalición opositora debe ser más heterogénea. En la versión porteña de Juntos conviven desde el socialista Roy Cortina hasta dirigentes que responden a Ricardo López Murphy. Y hasta llegó a contar con el apoyo de José Luis Espert en las elecciones 2019. Ahora, tras los comicios legislativos, movió su Gabinete para mostrar esa amplitud y a su vez cumplir con acuerdos políticos preelectorales. Una vez más mezcla convicción con conveniencia.
Así fue que sumó a Jorge Macri como ministro de Gobierno y recientemente dos nombramientos acordados con Martín Lousteau: Inés Gorbea como secretaria de Medio Ambiente y a Carlos “Chapa” Retegui como secretario de Deportes. Sobre Gorbea, Larreta expresó elogios sobre su trabajo cuando la conoció en la última campaña. “Tuvo mucha relación y quedó impacto con su profesionalismo”, afirmaron. En cuanto al exentrenador de las Selecciones de Hockey, su pasado en el kirchnerismo no fue motivo de rechazo sino más bien un aporte más a esta búsqueda de amplitud y destacaron su “indiscutida trayectoria y logros”. Y aclararon: “Horacio nunca va a convocar a alguien que sea un desastre solo por conveniencia”. No se descartan más cambios ya que los mismos dependerán de las negociaciones y de los acuerdos prelectorales que vengan.
Viajes y comienzo de clases
Esta semana se reunió la mesa nacional que ya trabaja para el armado político detrás de la campaña presidencial de Larreta. Como figura central está su socio político y amigo Diego Santilli. También la integran Jorge Macri y el presidente del bloque del PRO en Diputados, Cristian Ritondo. Seguramente la mesa tenga más sillas con el correr del tiempo. Sus objetivos serán trabajar en una agenda de viajes de Larreta como también analizar alianzas que le den más volumen político al jefe de Gobierno en todo el país e impulsar a dirigentes del PRO en otras provincias. En esto último trabaja Santilli en tándem con el vicepresidente del partido a nivel nacional y hombre clave en la mesa porteña larretista, Eduardo Macchiavelli.
En cuanto a viajes, Rodríguez Larreta hará en febrero recorridas por la Costa Atlántica por ciudades gobernadas por el PRO: Pinamar, Mar del Plata y Bahía Blanca. Pero también estará con gobernadores radicales. Tras una reunión que tuvo días atrás con Gerardo Morales en medio de la tensión interna por la postura de la oposición en torno a la negociación que Alberto Fernández lleva con el FMI por la deuda que contrajo Macri, Larreta se comprometió a visitar Jujuy en el marco de una actividad que promueve la generación de energías renovables, pero que también será otro gesto interno para la alianza. También tiene pensado ir a Corrientes para reunirse con Gustavo Valdés, con quien mantiene una mejor relación que con el jujeño. Pese a sus divergencias en algunos temas (Consenso Fiscal y FMI), Larreta está “cómodo y conforme” con el trabajo conjunto con los gobernadores de JxC, según describieron cerca suyo. “Valora esa mesa de trabajo desde la cual se posiciona contra el Gobierno y se diferencia de la mesa nacional de la alianza donde hay dirigentes con posturas más beligerantes y sin la responsabilidad de la gestión”, apuntaron.
Estas visitas serán antes del 21 de febrero, día en el que comenzarán las clases presenciales en las escuelas de la ciudad de Buenos Aires y es un acontecimiento al que Larreta le dará mucha importancia ya que la apertura de escuelas fue uno de los temas de campaña que eligió para confrontar con Nación, al punto de judicializar un DNU, en un momento de la pandemia en el que regían fuertes restricciones y Alberto Fernández optó por la virtualidad ya que el riesgo sanitario aun era alto y la campaña de vacunación no estaba muy avanzada. En las ultimas horas, quien siguió esa línea fue la ministra Soledad Acuña al cuestionar al gobierno nacional por las cifras sobre el abandono escolar, aunque lo hizo con una desafortunada frase. Larreta aprovechará así cada tema de coyuntura con impacto nacional como una posibilidad para proyectar aun más su figura porque, en paralelo a la gestión, desde la Ciudad ya activaron el plan “Horacio Presidente”.
Comentá la nota