La legisladora porteña y precandidata a diputada nacional por el Frente de Todos, Lorena Pokoik, habló con El Grito del Sur sobre la campaña en la Ciudad, la recepción en los barrios y las expectativas electorales para el domingo.
Con Leandro Santoro a la cabeza, el Frente de Todos porteño cerró el primer tramo de la campaña rumbo a las Paso bajo la expectativa de mejorar ampliamente la elección de hace cuatro años y acercarse lo más posible a los resultados obtenidos en 2019. Para ello recurrió en los últimas semanas al escenario donde mejor capitaliza sus propuestas: las plazas y los barrios, donde logró reunir una gran cantidad de personas siempre respetando el contexto sanitario atravesado por una pandemia.
En el cuarto lugar de la lista de precandidates a diputades nacionales por CABA se ubica en forma expectante Lorena Pokoik, que busca dar el salto a la Cámara Baja luego de dos mandatos consecutivos en la Legislatura porteña. Militante peronista-kirchnerista y secretaria de Cultura del PJ Ciudad, Pokoik hizo un balance de la campaña, marcada por declaraciones polémicas y un escaso debate de ideas, y planteó expectativas altas para el domingo. «Queremos lograr una votación por encima del piso histórico», señaló en diálogo con El Grito del Sur.
El martes cerraron la campaña rumbo a las Paso en el Estadio de Ferro. ¿Cuál es el balance de este primer recorrido y cómo fue realizar todo esto en medio de una pandemia?
En el contexto que estamos atravesando, saliendo muy de a poquito de esta pandemia, hicimos una gran campaña en este primer tramo hacia las Paso. La nuestra es una lista muy plural, llena de grandes hombres y mujeres pertenecientes a diferentes tradiciones políticas, que nos nutre muchísimo y eso se vio reflejado en el cierre. Diferentes miradas confluyen en la síntesis de qué ciudad y qué país queremos para vivir. A tan solo 101 días de haber asumido un país que estaba en ruinas, nos tocó atravesar una pandemia. Por suerte logramos preservar la salud y la vida del pueblo argentino, y tampoco dejamos de lado todo lo que dijimos qué íbamos a hacer. Lo hicimos de forma más lenta porque la pandemia desvió todas las políticas públicas para atender la emergencia, pero aún así estamos reactivando la economía, la producción y el crecimiento con distribución de la riqueza.
Los parques públicos tuvieron una centralidad importante en las actividades que realizó el Frente de Todos CABA. ¿Por qué la decisión de apostar por el cara a cara?
La decisión de apostar a los parques y recorrer los barrios no es más que un reflejo de lo que nuestra fuerza política representa a partir de la gran base social de militancia desplegada en diferentes sectores. La campaña no podía estar disociada del ADN de nuestra fuerza, donde habitan militantes del movimiento villero, de clubes sociales y deportivos, de espacios culturales, comerciantes y otros vecinos y vecinas de la Ciudad. Luego de dos años de pandemia, hay mucha necesidad de reencuentro y de vernos las caras. Segundo, porque tener una proximidad directa es lo que hicimos en todas las campañas. No creemos en la clase política, nosotros somos parte del sujeto pueblo que nos toca emerger tras haber elegido el camino de la política como herramienta de transformación social. En esa ida y vuelta, lo que se genera es la mejor propuesta posible que sintetiza a los diferentes espacios políticos que integramos el Frente de Todos.
La campaña estuvo marcada más por declaraciones polémicas como las de Vidal que por la discusión de los problemas que atraviesa la ciudadanía porteña. ¿Existe una dificultad en la oposición para instalar los temas más importantes?
El oficialismo de la Ciudad siempre intenta banalizar las campañas y apostar por la despolitización, de modo tal que una campaña solo pueda centrarse en unas premisas muy básicas. Al momento de hablar de las condiciones estructurales en que vivimos, que atraviesan la salud, la educación, la vivienda, el derecho al espacio público, la reactivación de la economía -entre otras-, el oficialismo porteño no juega o pierde porque es un Estado retirado de las necesidades sobre todo de aquellos que más lo necesitan. Por lo tanto, buscan que los titulares principales tengan que ver con entrecomillados y declaraciones fuera de contexto para hablar de eso y no de que esta ciudad no ha tomado una sola medida económica para ayudar a los desempleados y a las pymes.
¿Cuál fue la recepción que tuvieron hasta ahora en los barrios porteños? ¿Hay un descontento con la gestión Larreta o la bronca apunta al gobierno nacional?
Hay de todo. En principio, es una campaña de término medio y es el primer tramo hacia las Paso. Los motores de las campañas se recalientan y se politiza mucho más la sociedad en el debate más cerca de las elecciones generales. Lo que hay es descontento, un poco difuso si es con Nación o Ciudad. La gente está hastiada después de dos años de pandemia, pero también está esperanzada. Se nota que estamos empezando a salir y eso se nota en las calles. Necesitamos una Ciudad incluida en el mapa nacional y solo un modelo económico de matriz productiva con inclusión social y distribución de la riqueza puede generar más oportunidades hacia delante.
Vidal pasó de ser gobernadora estrella de la provincia de Buenos Aires a ser acompañada por Larreta a los canales de televisión para levantar su imagen. ¿Qué pasó en el medio?
Vidal está en un no-lugar, no encuentra su espacio en estas elecciones en términos de relato y de lo que representa o de cuál es su valor diferencial. La veo en una zona de incomodidad, ellos han apostado durante años a la despolitización del pueblo -por una cuestión de marketing a través de slogans. Esto significó una gran subestimación hacia muchos sectores. El pueblo argentino es muy politizado y las campañas vacías de contenido pueden ganar alguna adhesión, pero no llegan para instalarse. El discurso de Vidal también es clasista y reproduce la idea de que hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. Esto se ha traducido en todas las políticas públicas que han implementado en la Ciudad a lo largo de 14 años.
¿Te preocupa el fenómeno Milei y la disputa por el voto joven en territorio porteño?
Sí, es un fenómeno a tener en cuenta no solo en Argentina sino a nivel mundial. Milei está de paso en la política, lo que no está de paso son los intereses que él expresa y que tienen que ver con la despolitización, con intentar canalizar la rebeldía juvenil a través de la anti-política, cuando en realidad es la política menos rebelde del mundo. La anti-política deja en manos de una clase política los asuntos públicos. Entonces, esto de creer que todos los políticos son chorros y malos es un gran peligro para las democracias.
¿Cuáles son las expectativas para el domingo y qué se juega en esta elección porteña?
Tenemos la esperanza de que nos vaya lo mejor posible. Leandro Santoro es un gran candidato y la lista tiene grandes figuras. También somos conscientes de que es una elección de término medio, que se mueve con parámetros diferentes a las elecciones nacionales. La expectativa es lograr una votación por encima del piso histórico. El domingo tendremos una devolución en las urnas, será un punto de partida para encarar las elecciones generales.
Por Sebastián Furlong
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