Por: Ricardo Carossino

Cuando el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, convocó a los intendentes alineados a su visión política, hubo algunas ausencias llamativas, entre otras, las del jefe comunal de Esteban Echeverría, Fernando Gray (enemigo público de los K) y su par de Hurlingham, Juan Zabaleta (enemigo privado de los K).Estos dos líderes locales, ese mismo día se habían reunido en la zona sur, en la visita a una granja de huevos y Política del Sur adelantaba el pasado 3 de febrero: “(…) Existiría una razón de peso por la que Gray y Zabaleta están formando una dupla aparte, en la que también juegan los intendentes que faltaron a la cita antes mencionados. Es por el momento una arriesgada teoría y se refiere al factor Daniel Scioli. Según la fuente del peronismo de la Primera, consultada por este medio, Alberto Fernández, estaría intentando forzar una interna para no terminar de licuar el mínimo poder que le queda, a sabiendas de que su hipotética reelección está atada a una serie de pautas complicadas de generar por el momento”.La información suministrada a PDSur resultó cierta y el embajador en Brasil, está de vuelta, mostrando su valor agregado: moderación y una interesante falta de desgaste a diferencia de quienes están al frente de una gestión cercada por la inflación.Desde las altas esferas internacionales trabajan para que todo quede en una definición entre moderados como por ejemplo Horacio Rodríguez Larreta vs. Massa, pero ante la imposibilidad del ministro de domar el índice de inflación, bien viene un Scioli. La presencia del embajador estadounidense, Marc Stanley, en el carnaval Jujuy junto al jefe de Gobierno porteño y el gobernador y candidato a vice, Gerardo Morales, indica que la preferencia está lejos de los extremos.Scioli, precisamente, es un ancla para quienes se enfrentan a La Cámpora, pero en su carta ya avisó que lo fundamental es “conciliar y descomprimir”. Y a gusto y piacere del poder real exterior afirmó: “Ser moderado, no es ser tibio”.Pero Gray y Zabaleta no son los únicos en apoyarse en el ex vicepresidente. A este ejército de “no alienados” (según desde qué óptica se mire), se suman Juan José Mussi de Berazategui, Fernando Moreira/Gabriel Katopodis de San Martín, Alberto Descalzo de Ituzaingó, Mario Ishi de José C. Paz, Julio Zamora de Tigre, Fernando Espinoza de La Matanza y Andrés Watson/Julio Pereyra de Florencio Varela, además de otros municipios del interior provincial.Estos intendentes están enemistados con La Cámpora, o en el caso de Espinoza con el Movimiento Evita, que participó del acto de la vicepresidenta Cristina Fernández en La Plata, lo cual molestó al mandamás de La Matanza, pero ahora Emilio Pérsico salió a devaluar públicamente a la ex Presidenta de la Nación, al decir: “Dudo que llegue al 40%”, sin aclarar si alguien dentro del Frente de Todos puede llegar a esa cifra.

Una fuente del peronismo bonaerense, que milita dentro del esquema del gobernador Axel Kicillof, definió a Navarro y Pérsico de la siguiente manera: “Son libres pensadores y juegan a mojar el biscocho, a meter algunos concejales, diputados y a la Colo (Cubría) en La Matanza y les sirve cualquier líder”.Como se recordará, el Evita fue el sostén principal del “Pichichi” en 2015, a diferencia de La Cámpora que evitó poner toda la carne al asador, como muchos peronistas recuerdan. Ahora con la aparición del ex gobernador, los líderes del Evita (que se conformarían con el municipio más poblado del país) pusieron el champagne en el freezer.¿Pero por qué Scioli ahora, de nuevo, otra vez? Muchos se hacen esta pregunta y algunas fuentes consultadas por PDSur coincidieron en que sería una solución para salir por arriba de una interna que parece no tener solución.Creen los dirigentes consultados que Alberto Fernández está muy desgastado, algo que hasta él sabe, que Sergio Massa prometió un 3% de inflación en marzo y no pudo cumplir la meta y que Cristina Fernández no querría ser candidata a pesar de que es la dueña del mayor caudal de votos del FDT. Y aquí un dato sustancial.Una fuente muy allegada a un ministro bonaerense, reveló a este medio que Andrés “Cuervo” Larroque le habría comentado a este ministro que CFK tendría miedo de ser candidata, pero no por ella, sino por su hija Florencia, que sería ligada a la causa Hotesur si la vicepresidenta insiste en volver al ruedo: “Serían capaces de mandarla presa”, dijo.En la mesa nacional de los tres tercios, Cristina y Alberto avalarían a Scioli para que “camine”, porque incluso ha forjado una excelente relación nada menos que con Inacio Lula Da Silva. Pero uno de los tres tercios deberá resolver su tensión con el motonauta.El Frente Renovador odia a Scioli y hasta lo hacen público a través de un hombre que participó de la mesa de los 33 en el PJ de la calle Matheu. Advertido de que lo que venía, el vicepresidente de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires y massista de San Martín, Rubén Eslaiman, sentenció una semana antes del gran lanzamiento: “Scioli le hace mal al Frente de Todos, fue el peor gobernador. Le resta al FdT y hay mejores candidatos en el Frente Renovador”.Como se sabe, además, una de las exigencias de Massa antes de aceptar la responsabilidad de Economía, fue sacar a Scioli del ministerio de Producción para poner a una persona de su confianza como es el ahora secretario de esa cartera, José Ignacio de Mendiguren. Pero el tigrense tiene una parada difícil dentro del FdT, porque si rompe por Scioli ¿Dónde se refugia? Le quedaría el peronismo de Graciela Camaño, Juan Schiaretti, Juan Urtubey y Omar Perotti, sin embargo dinamitaría al FdT y quedaría como huyendo del monstruo de la inflación (mala prensa para el tigrense).

Quién sí se había adelantado el pasado 6 de febrero al lanzamiento de Scioli, fue un sciolista de la primera hora, el ex hombre fuerte de Avellaneda, Baldomero "Cacho" Álvarez de Olivera, quien salió a empapelar las calles con su vieja agrupación “La Juan Domingo”, para ampliar además la base de su distrito y sacar partido del armado de Jorge Ferraresi.Habrá que esperar qué lugar ocupa ahora el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, y los intendentes alineados a él. A este medio llegó el rumor, que el motonauta querría al lomense junto a él, presidiendo la Cámara de Diputados. Todo dependerá también de la estrategia de Máximo Kichner que aún alienta el operativo clamor, que ya tuvo un jaque de Estela de Carlotto, quien le salió a avisar que el 24 de marzo no es para lanzar candidaturas.También ahora se deberá reacomodar todo en municipios como Lanús, Tres de Febrero, Vicente López, La Plata y Olavarría, donde el PRO tiene el comando. En el caso lanusense, en los próximos días se verá quien puede capitalizar la aparición del motonauta.Scioli se lanzó y para algunos ordenó el tablero del conurbano y para otros, lo rompió más. Para el kirchnerismo, el lugar para contener los votos de Cristina, además de la Provincia de Buenos Aires bajo el amparo de Kicillof, sería la fórmula junto al Pichichi con Wado de Pedro como candidato a vicepresidente, con lo cual se repetiría la estrategia de 2015, cuando CFK mandó a Carlos Zannini a secundar al ex candidato presidencial. Es al menos lo que llegó a esta redacción.