Por Ricardo Carpena

Lanús, el municipio de la provincia de Buenos Aires que fue un bastión del peronismo hasta que Néstor Grindetti, del PRO, ganó las elecciones de 2015 y 2019, se convirtió en el foco de las noticias por el crimen de la nena de 11 años: nadie sabe qué efecto electoral tendrá la tragedia, pero lo que es seguro es que la conmoción por el grave hecho de inseguridad marcó el final de la campaña.

Ni el oficialismo ni la oposición dieron señales hasta ahora de querer aprovechar políticamente la muerte de Morena, aunque la atención estará puesta en peleas políticas que se darán en Lanús en forma simultánea en las PASO del domingo. Por un lado, estará en juego la valoración de los 8 años de gestión de Grindetti, quien competirá por la postulación a gobernador bonaerense de Juntos por el Cambio desde el sector de Patricia Bullrich y apadrina a su candidato a sucederlo, Diego Kravetz, jefe de Gabinete y responsable del área de Seguridad del municipio que asumió la intendencia en forma interina luego de que el jefe comunal se tomó una licencia para dirigir por 90 días al club Independiente. Es un dirigente que proviene del peronismo; esposo de Soledad Acuña, ministra de Educación porteña, y se presenta en su perfil de Twitter como “taekwondista amateur y bostero”.

El oficialismo lanusense se agrupará alrededor de Kravetz, pero en la interna de JxC deberá enfrentarse a Ignacio Moroni, el precandidato a intendente avalado por Horacio Rodríguez Larreta, un dirigente del partido Tercera Posición, de la diputada nacional Graciela Camaño, y que en las elecciones legislativas de 2021 fue candidato a concejal del espacio de Florencio Randazzo.

La otra gran batalla política en las PASO de Lanús se dará en Unión por la Patria, donde habrá cuatro precandidatos a intendente que aspiran a recuperar el municipio para el peronismo, que hegemonizó la política local a través de Manuel Quindimil y Darío Díaz Pérez. El domingo se presentarán Julián Alvarez, ex secretario de Justicia del gobierno de Cristina Kirchner y actual concejal y presidente del PJ local, impulsado por La Cámpora; Nicolás Russo, diputado bonaerense del PJ y ex presidente del club Lanús, promovido por el Frente Renovador que lidera Sergio Massa; Agustín Balladares, concejal del PJ y referente del Movimiento Evita, y Víctor De Gennaro, el histórico líder de ATE y fundador de la CTA, actual concejal del Frente de Todos y titular del congreso nacional del partido Unidad Popular.

Para Grindetti, más allá del resultado de su competencia por la gobernación contra Diego Santilli, el candidato larretista, un triunfo de Kravetz convalidaría el trabajo de 8 años en el municipio, donde construyó una sociedad política con su jefe de Gabinete que ahora quiere consolidar: el intendente se enfocó más en la gestión general del municipio, mientras que su principal colaborador quedó a cargo de la decisiva área de Seguridad y mantuvo un trabajo territorial con una fuerte presencia en las zonas más violentas y vulnerables del distrito, aquellas que los políticos no suelen ni pisar.

Histórico dirigente del PRO, Grindetti fue ministro de Hacienda de la gestión de Mauricio Macri en la ciudad de Buenos Aires entre 2007 y 2015, aunque no descuidó el trabajo político en Lanús: ya en las elecciones de 2013 fue elegido concejal, cargo que no ejerció por su función en la estructura porteña, y en los comicios de 2015 dio el batacazo al ganar la intendencia de un distrito asociado prácticamente desde 1944 al peronismo. En las PASO, ganó el kirchnerismo con la candidatura de Julián Alvarez, que obtuvo el 37,4% de los votos, y Grindetti, el 30%, pero en las elecciones generales se revirtió el resultado y el candidato del PRO se impuso por una mínima diferencia (37,5% contra 36%).

En 2019, Grindetti también mostró una crucial recuperación luego de haber logrado el 36% de los votos en las PASO mientras los cuatro precandidatos peronistas alcanzaron el 51%: en los comicios generales, el actual candidato a gobernador obtuvo la reelección como intendente de Lanús al triunfar con el 49% de los sufragios ante Edgardo Depetri, candidato del Frente de Todos, con el 44%.

Este año, Grindetti tiene dos difíciles desafíos por delante: la disputa por la candidatura a gobernador bonaerense de JxC por un lado, y la presidencia de Independiente, por otro, compleja también por las dificultades económicas en que quedó el club tras la gestión de Hugo y Pablo Moyano y ahora, para colmo, en una situación agravada por los malos resultados futbolísticos y el fantasma del descenso. A ese escenario ahora se sumó la tragedia de Morena en un distrito clave del conurbano, con casi 470.000 habitantes, un pasado ligado al peronismo y un futuro que aún no está definido.