La elección en la Ciudad escribirá los términos de la conversación PRO-LLA. La lectura del expresidente sobre la gobernabilidad y el control de la calle.
Por Gabriela Pepe.
La madrugada del 19 de diciembre de 2017, el Congreso aprobó la reforma previsional que impulsó Mauricio Macri. Lo consiguió en el segundo intento de sesión, con votos oficialistas y de un sector del peronismo. La calle había sido un infierno. La Casa Rosada celebró el triunfo. Años más tarde, el expresidente entendió que ese día había empezado el final de su gobierno.
Macri sigue con atención el destino del gobierno de Javier Milei. Tiene un aprendizaje a cuestas. En su equipo dicen que el descontrol de aquel diciembre, las protestas masivas y la represión que montó la ex y actual ministra Patricia Bullrich mostraron que Cambiemos no tenía el control de la calle y el apoyo institucional que vendía hacia afuera.
La película tardó unos pocos meses en decantar y propició el desmadre económico que estalló entre marzo y abril de 2018 y obligó al gobierno macrista a correr a pedirle auxilio al Fondo Monetario Internacional (FMI). La revisión surge de charlas que Macri y sus colaboradores tuvieron con el mundo financiero y bursátil. Dijeron que el mercado había olfateado falta de gobernabilidad, a pesar de que Cambiemos logró ganar las elecciones de medio término y hasta había vencido a Cristina Fernández de Kirchner en la provincia de Buenos Aires meses antes.
El expresidente se pregunta si a La Libertad Avanza puede pasarle lo mismo que a Cambiemos, a pesar de que el Congreso haya aprobado este miércoles el decreto de necesidad y urgencia (DNU) que autoriza a Milei a cerrar un acuerdo con el FMI. Ya dijo públicamente que no estaba de acuerdo con la utilización de esa herramienta: dijo que mostraba “debilidad institucional” y generaba “falta de confianza”.
Primera recorrida para escuchar. Mucha gente, buena onda, mucho afecto. También me contaron sin vueltas los problemas y cómo la ven. pic.twitter.com/6foaVadDA2
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) March 22, 2025
Milei sabe que se puede obtener una ley, pero lo que sigue es un camino de espinas. Todo empezará por la reforma previsional que anunció de manera inconsulta el extitular de la Anses Mariano de los Heros, expulsado por revelar de manera anticipada los planes del gobierno. Eso preanuncia conflictividad social, con una ciudadanía que también empieza a perder la calma. Hasta la CGT, que había logrado un cierto nivel de diálogo con la Casa Rosada, decidió salir a la calle con una movilización y un paro general fijado para el 10 de abril.
Habrá que ver cómo lo toman el FMI y los mercados. El macrismo dice que ve “nubarrones” en lo económico por la súper apreciación del dólar. El mercado se poner nervioso. El Banco Central pierde dólares todos los días y las reservas se desangran: perforaron el piso de 27 mil millones.
Macri mide las variables del descontento y apuesta todo a lo que sucederá en las elecciones de las Ciudad de Buenos Aires el 18 de mayo, donde el PRO pondrá toda la carne al asador para defender su bastión. El expresidente se meterá de lleno en una campaña que será crucial en el comienzo del año electoral.
El laboratorio porteño y la relación entre el PRO y LLA
Los meses de apoyo del macrismo al La Libertad Avanza (LLA) no vieron sus frutos en la Ciudad de Buenos Aires, donde el enfrentamiento entre la tropa libertaria y el PRO entró en una escalada feroz que terminó de cristalizarse el miércoles, cuando venció el plazo para la presentación de alianzas en el distrito porteño. Los dos espacios van separados.
El oficialismo inscribió la alianza Buenos Aires Primero, encabezada por el PRO, e integrada también por socios históricos del macrismo, el Partido de las Ciudades en Acción, UNIR, el Partido Demócrata Progresista, Encuentro Republicano Federal, el Partido Demócrata y el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), que conduce Oscar Zago, hasta ahora considerado un libertario disidente. En tanto, La Libertad Avanza competirá con su propio sello.
La división abre múltiples escenarios posibles. Si el PRO lograra hacer una buena elección, saldría fortalecido en su disputa con LLA y eso dispararía otras posibilidades. La primera es que el mileísmo se convenza de que necesita del macrismo para ganar la provincia de Buenos Aires y se sienten a negociar con el PRO, condicionado por esa circunstancia.
El lunes pasado Javier Milei y Karina Milei recibieron a Diego Santilli y a Cristian Ritondo en la Casa Rosada.
La segunda es que el PRO vea posibilidades de sostener una identidad propia y se arriesgue a competir por su cuenta también en territorio bonaerense. Eso idea camina en paralelo a los “nubarrones” que ve Macri sobre la situación económica. ¿Qué impacto tendría en esa conversación una agitación financiera? ¿Cómo impactará el acuerdo con el FMI que se anunciará, posiblemente, en abril?
La situación cambiaría totalmente si el PRO hiciera una mala elección en la Ciudad de Buenos Aires y sufriera una derrota a manos de LLA o del peronismo. Eso casi no dejaría lugar a una negociación entre la tropa libertaria y el macrismo: sería rendición incondicional o muerte.
La duda porteña, tercios o polarización
“¿A favor o en contra de quién se va a votar en la Ciudad? ¿Macri o Milei?”, preguntó en su cuenta de Twitter el consultor Juan Courel, hacedor de múltiples campañas políticas. El exasesor entiende que el distrito porteño no escapará a la polarización que se vive en lo nacional, entre el mileísmo y el antimileísmo.
Esa lectura dejaría al PRO en el peor de los mundos, con una derrota en el distrito donde nació y se hizo fuerte. En eso colaboraría la aparición de la candidatura de Horacio Rodríguez Larreta, que anunció que competirá contra su exespacio político. Su alianza, Volvamos Buenos Aires, está integrada por el Partido Federal y Confianza Pública, liderado por Graciela Ocaña, exaliada del PRO.
Sin embargo, tampoco queda claro a quién le restaría votos la aparición de Larreta. En el PRO dicen que la proporción es 60/40, con una mayoría en perjuicio del peronismo, que lleva a Leandro Santoro, y una minoría contra el macrismo. En el PJ porteño creen exactamente lo contrario.
Para Courel, Santoro será el más perjudicado de todos, porque su espacio -Es Ahora Buenos Aires- intenta juntar votos por el centro que podría captar el exjefe de Gobierno y capitalizar la división entre el LLA y el macrismo. Se ilusionan con un triunfo.
Así como Randazzo en 2017 le sacó más votos a Massa que a Cristina, hoy Larreta le saca más votos al peronismo que al Pro.
— Juan Courel (@juancourel) March 18, 2025
Con todo, el PRO maneja un diagnóstico diferente. Los números que mira Macri indican que la Ciudad escapará a la lógica nacional y tendrá un escenario de tercios, que se repartirán entre LLA, el peronismo y el PRO. Según sus encuestan, todos esos espacios oscilan entre 23 y 37 puntos, mientras que Larreta estaría cerca de los ocho.
La reunión del PRO bonaerense con Javier Milei
Mauricio Macri se enteró el domingo, en un Zoom partidario, que Diego Santilli y Cristian Ritondo tenían agendada una reunión para el lunes en la Casa Rosada junto a Karina Milei, Sebastián Pareja y Eduardo Lule Menem, los armadores políticos de LLA. Uno de los presentes contó después que el expresidente se molestó bastante con Santilli, pero no hizo lo mismo con Ritondo. Le pidió que se sentara a escuchar qué tenían para ofrecer. “A ver dónde estamos parados”, dijo.
Macri se mostró de acuerdo en el avance de un posible acuerdo en la provincia de Buenos Aires que pueda derrotar al peronismo. Este viernes dijo que la reunión de la Casa Rosada – de que también participó Milei - fue “positiva”, aunque todavía está “en la fase de palabras y fotos, no hay nada concreto”. La duda es sobre las condiciones que podría ofrecerle LLA.
El mileísmo agita que al PRO no le quedará más remedio que aceptar lo que haya sobre la mesa. Aspira a propinarle, primero, una derrota en la Ciudad. El cierre de listas nacionales es el 17 de agosto, tres meses después de las elecciones porteñas. Se verá cuánto vale cada uno.
En diálogo con @cnnradioarg, Mauricio Macri destacó el avance de la alianza entre el PRO y LLA en PBA, aunque dijo que “todavía no hay nada concreto”. Lamentó que no ocurra lo mismo en la Ciudad: “Es difícil saber por qué” 🧵 pic.twitter.com/OeoCDSAQos
— Nicolás Gallardo (@nicogallaok) March 21, 2025
En el PRO circula otra lectura sobre la reunión. Cerca de Macri dicen que la foto dio cuenta de la debilidad de los libertarios, que tuvieron que convocar a las figuras del PRO para explorar un posible acuerdo. “Debe ser que las encuestas de la provincia no le dan tan bien como dicen”, apuntan en el macrismo. Se juegan todo a mostrar fortaleza en las elecciones a constituyentes de Santa Fe, el 13 de abril, y después en la Ciudad.
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