Cada vez más posicionado como el principal referente opositor al gobierno de Javier Milei, el gobernador bonaerense sumó ayer el respaldo del Frente Popular Patria y Futuro lanzado por su ministro Carlos Bianco junto a funcionarios, intendentes y referentes sociales y gremiales en La Plata. Buscan dotar de músculo al armado político de Kicillof.
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FERNANDO CIBEIRA
"Cuando se habla de unidad tiene que ser unidad en la acción, en el trabajo, política y de objetivos", definió el gobernador bonaerense Axel Kicillof esta semana al sumar a la estructura del gabinete a un dirigente del Movimiento Evita, así como unos días antes había incorporado a Somos Barrios de Pie. Ajeno a los dimes y diretes tradicionales de la "rosca", la vocación de ganar volumen político de Kicillof se percibe en la amplitud con la que viene conformando su elenco de funcionarios, en los que conviven distintos sectores de Unión por la Patria, aún los que buscan ponerle peros a su liderazgo. Ayer, con un acto en La Plata, su ministro de Gobierno y amigo personal, Carlos Bianco, junto a intendentes como Julio Alak, Mario Secco y Fabián Cagliardi, más una lista de dirigentes políticos, gremiales y sociales lanzaron el Frente Popular Patria y Futuro, el primer agrupamiento con referencia directa en el gobernador.
Kicillof se viene multiplicando en las últimas semanas. Junto a la necesidad de estar en el día a día de la gestión de una provincia como Buenos Aires que exige atención permanente, el gobernador se las ingenió para estar junto a la militancia en las calles en todas las últimas movilizaciones de importancia, desde la del 24 de marzo, la universitaria y la más reciente por el Día del Trabajador, que culminó con un encuentro con la mesa de la CGT en la sede de la calle Azopardo. La conducción cegetista y Kicillof se comprometieron a hacer lo posible para que el Congreso rechace la ley Bases dialogando con gobernadores y senadores.
La sensación es que ese rol -el de hablar con la CGT y con los gobernadores, no sólo peronistas sino también con los de otra extracción como Martín Llaryora, Maximiliano Pullaro o Ignacio Torres-, sólo Kicillof está en condiciones de cumplirlo. Llevado por el entusiasmo luego de que le homologara la paritaria de Camioneros, Pablo Moyano lanzó con mucha anticipación a Axel al ruedo electoral: "si dios quiere, futuro presidente de la Nación". Quienes lo acompañaban aplaudieron la ocurrencia.
De esta manera, Kicillof se referencia cada vez más nitidamente como el principal opositor al gobierno de Javier Milei, lo marcan los sondeos. Casi de forma natural, distintos sectores de Unión por la Patria que se encontraban dispersos se van alineando bajo el ala del gobernador. Sucedió con lo que el año pasado se conocía como la "mesa de Ensenada", dirigentes kirchneristas que trabajaron en el "operativo clamor" por la candidatura de Cristina Kirchner, luego frustrado. Entre otros, allí coincidieron el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés "Cuervo" Larroque, los intendentes Jorge Ferraresi y Mario Secco, y sindicalistas como Hugo Yasky y Roberto Baradel.
Sin paciencia para seguir aceptando órdenes, estos dirigentes plantaron bandera contra las directivas de La Cámpora de Máximo Kirchner y Eduardo "Wado" de Pedro, recelosos del ascenso de Kicillof. "¿Qué es la conducción de Cristina? ¿Que tres ñatos te manden un WhatsApp?”, planteó Larroque un par de semanas atrás en un acto en San Vicente que generó mucho ruido. Definió al gobernador como "un fenómeno social y electoral" y afirmó que "el que conspira contra Axel en una joda extraña está". Sin pelos en la lengua, como es su estilo, Larroque vino a dejar expuesta la tensión que existía bajo cuerda. Le siguió algún cruce de declaraciones, pero enseguida surgió el compromiso de no escalar.
Obsesivo de las cuestiones de gestión, Kicillof busca aparecer siempre enfocado en los problemas de los bonaerenses y evita involucrarse en las discusiones internas. Su apuesta es sumar a todos y por eso en su gabinete conviven en armonía referentes de distintos espacios de UP. Su reacción al debate público fue de inmediato compartir actos con los intendentes camporistas Damian Selci y Mayra Mendoza, que sobreactuaron seriedad. Luego, se multiplicó en los actos del aniversario del triunfo electoral de Néstor Kirchner, donde volvió a Quilmes para escuchar en su reaparición pública a Cristina, quien no lo mencionó. Kicillof no pierde su enfoque. "Mantiene una relación de mucho reconocimiento y cariño por Cristina, eso nunca va a cambiar", comentaba un integrante de su gabinete.
Desde la gobernación se alentó a inicios de año la conformación de multisectoriales en cada municipio como reacción a las políticas de ajuste decididas por el Gobierno nacional. Esas multisectoriales bonaerenses tenían como referencia política a Kicillof, aunque sin ninguna formalidad. Este sábado, en La Plata, Bianco presentó Patria y Futuro junto a Larroque y dirigentes como de distinta extracción como José María Campagnoli, Eli Gómez Alcorta, Felisa Miceli, Agustín Lecchi, Beto Pianelli y varios más. "Patria y Futuro agrupa a organizaciones del campo popular que apoyan las políticas de educación, salud, empleo y producción que llevamos adelante en la Provincia y que hoy están siendo negadas y atacadas por el gobierno nacional", explicó Bianco.
Justamente, una decisión de Kicillof es marcar diferencias en cada una de las políticas del Gobierno nacional, como forma de construir un perfil nítido para el elector que se siente víctima del modelo libertario. En esa dirección, el ministro de Obras Públicas bonaerense, Gabriel Katopodis, lanzó esta semana la propuesta de una gran movilización al Congreso para el día que se vote en el Senado la ley Bases, señalada como un mojón para la resistencia. "Es una ley que destruye y rompe lo mejor que tiene la Argentina. Es una ley oscura, que plantea muchos negocios fáciles para los 15 multimillonarios del país", explicó Katopodis en diálogo con El Destape Radio.
Será otra oportunidad para que Kicillof se muestre en las calles junto a la militancia a la cabeza del rechazo de un ajuste nunca visto y cuyas consecuencias ya empiezan a hacer crujir la actividad económica. "Ya estamos padeciendo una mega recesión que golpea a la Provincia. No solo le arrebatan un millón de millones de pesos, sino que la caída de la recaudación nos golpea", explicó ayer Bianco. Frente a eso, planteó la necesidad de generar una esperanza en base a un armado muy amplio, en cuyo vértice ubicó al gobernador. "Para mí, es con todos y todos con Axel", definió.
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