El gobernador bonaerense estuvo de recorrida por Vicente López junto a Juan Grabois. Prepara un gran acto en La Plata el jueves. Quiere pasar de página rápido para contener el descontento social.
El escándalo del ahora exjefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, fue un golpe duro para todo Unión por la Patria, a tres semanas de las elecciones generales. Pero el revés es aún mayor en la provincia de Buenos Aires, donde el gobernador Axel Kicillof va por la reelección y en su éxito están depositadas buena parte de las esperanzas del oficialismo.
Si bien la renuncia fue rápida, todavía muchos le achacan al mandatario que debió haberlo echado. Hasta el final de sus días en la gestión, Insaurralde fue un problema para Kicillof. Nunca lo quiso en ese lugar y solo aceptó en el marco de una negociación con Máximo Kirchner, a través del mandato de la vicepresidenta, Cristina Kirchner. Pero antes y ahora, su presencia generó más ruido que soluciones.
Ya en la recta final de la campaña, el gobernador bonaerense busca despegarse del escándalo. “Ya no forma parte de mi gobierno”, remarcó este martes en referencia a Insaurralde, aunque reconoció que “deberá dar explicaciones”. En el peronismo aseguran que el daño ya está hecho y ahora queda intentar amortizarlo con militancia.
Incluso el gobernador aseguró que se enteró del viaje al exterior de su ahora exfuncionario “por las redes sociales” porque “no espía a sus funcionarios”. Y apuntó contra la oposición: “Como están preocupados de que a Bullrich no le está yendo bien, como vimos en el debate, están buscando este tipo de cosas para darle una dimensión”.
Este martes el mandatario provincial visitó Vicente López, distrito conducido por Soledad Martínez, del PRO. Allí encabezó una actividad junto al ex precandidato a presidente Juan Grabois. “Hace pocos días escuchamos a un candidato de la derecha discutir nuevamente si en la Argentina hubo 30 mil desaparecidos y negar el plan sistemático que llevó adelante la última dictadura cívico militar”, expresó Kicillof para continuar con la polarización con Javier Milei.
Kicillof visitó un municipio PRO y se mostró con un representante del sector más duro como es Juan Grabois. (Foto: prensa Juan Grabois)
En tanto, para el miércoles hasta el momento no tiene actividades públicas programadas, aunque sí tendrá diferentes reuniones. El jueves tiene pautado asistir a la Fiesta de la Flor en Escobar con el intendente Ariel Sujarchuk como anfitrión. Más tarde, ese mismo día habrá un acto en La Plata bajo el lema “Salud por la Patria”, organizado por el ministro de Salud, Nicolás Kreplak.
El evento en la capital provincial está destinado a ser otro acto de campaña. “Massa presidente y Axel gobernador”, es la consigna con la que distintos gremios ya convocan para la jornada que será a partir de las 16 en el Club Atenas.
Se prevé que sea un encuentro que congregue masivamente a la militancia y por estas horas se especula con la posible presencia de Sergio Massa. Sin embargo, hasta el momento no hay confirmación al respecto.
Kicillof cerrará la semana con recorridas por municipios de la Quinta Sección electoral. Encabezará recorridas por Chascomús, Dolores y Castelli.
El gobernador quiere dejar atrás el escándalo de Insaurralde y pone el foco en la recta final de la campaña hacia el 22 de octubre. Cuando se apagan los grabadores son muchos los que reconocen que el error no forzado les causó un daño grande, a solo tres semanas de las elecciones. Buscan dar vuelta la página rápido y que el descontento social no opaque la gestión en la Provincia.
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