Axel Kicillof promulgó el Régimen Provincial de Inversiones Estratégicas (RIGI), una herramienta diseñada para impulsar la industrialización, fomentar la generación de empleo y contrarrestar las políticas de desindustrialización a nivel nacional, mediante beneficios fiscales y estabilidad fiscal de hasta 30 años.
El Gobernador bonaerense oficializó ayer, a través del Boletín Oficial, el Régimen Provincial de Inversiones Estratégicas, una herramienta clave destinada a estimular la producción y proteger a las empresas locales. Este programa, aprobado por la Legislatura hace dos semanas, busca dinamizar la economía mediante beneficios fiscales y apoyo a proyectos estratégicos en sectores clave como la industria manufacturera, los servicios y los recursos naturales.
"Este régimen es un escudo contra la primarización de nuestra economía y una apuesta por el valor agregado y el empleo de calidad", había afirmado Axel Kicillof en ese entonces, marcando diferencias con el modelo nacional, al que acusó de "rifar los recursos naturales".
El régimen ofrece exenciones fiscales escalonadas para inversiones superiores a 5 millones de dólares. Los beneficios varían según el monto: hasta un 30% por cinco años para inversiones menores a 50 millones, un 25% por cuatro años para aquellas entre 50 y 200 millones, y un 20% por tres años para las que superen los 200 millones. Además, incluye incentivos adicionales para proyectos que promuevan el empleo, la innovación tecnológica, la reducción de desequilibrios territoriales o la adopción de políticas de género y sostenibilidad ambiental.
Asimismo, el ministro de Producción, Augusto Costa, destacó que esta herramienta, con un plazo de vigencia de dos años para recibir propuestas, ya ha generado interés en el sector privado. Las iniciativas serán evaluadas en un máximo de 60 días hábiles. "El régimen facilitará que las inversiones en análisis encuentren condiciones adecuadas para concretarse", aseguró Costa.
Entre los objetivos principales se encuentran diversificar la matriz productiva, desarrollar proveedores locales, impulsar exportaciones y sustituir importaciones. Los proyectos que superen los 50 millones de dólares deberán, además, destinar al menos el 50% de su presupuesto a empresas bonaerenses como parte de un plan de fortalecimiento local.
La estabilidad fiscal, con una vigencia que podría extenderse hasta 30 años, es otro de los pilares del programa, siempre que los proyectos cumplan los objetivos planteados. Según Kicillof, este marco busca fomentar "un desarrollo industrial sustentable, lejos del modelo extractivista que promueve el gobierno nacional".
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