Gobernador y Presidente encarnan gestiones contrapuestas. Fortalezas, debilidades y el punto en común entre ambos en un decálogo de políticas puntuales bajo la mirada de analistas en base a estudios de opinión.
La llegada de Javier Milei a la presidencia de la Nación generó un cambio político rutilante que se evidenció durante el transcurso de este año. El referente libertario y el gobernador bonaerense Axel Kicillof se eligieron mutuamente como enemigos políticos en un escenario marcado por nuevos liderazgos, y en vísperas a una elección legislativa donde todos los espacios se sacarán chispas para conseguir la mayor cantidad de bancas posibles tanto a nivel nacional como provincial y municipal.
Luego de un 2024 que dejó mucha tela para cortar, los consultores y analistas políticos Carlos Fara (presidente de la International Association of Political Consultants); Gustavo Marangoni (M&R Asociados); Mariel Fornoni (directora de Management and Fit); Cristian Buttié (CB Consultora); y Federico González (Federico González y Asociados), ofrecen una mirada, en base a sus propios sondeos de opinión, sobre las gestiones tanto del presidente Javier Milei como del gobernador Axel Kicillof. ¿Cuál de los dos dirigentes la ve mejor y realiza una administración más acorde a la demanda y el humor social sobre algunos temas puntuales que ocupan el centro de la agenda política, social y económica.
Para ello, se tocaron diversos tópicos relacionados a las privatizaciones (principalmente la de Aerolíneas Argentinas), la diferencia en los modos de llevar adelante la comunicación política, el conflicto con las universidades públicas, la seguridad, el termómetro social con las pocas movilizaciones en los últimos meses, el aumento en la asistencia a los más necesitados, el freno en la obra pública, y las intenciones del gobierno nacional para derogar la ley del aborto. En términos generales, la mayoría de los analistas coincidió en que presidente de la Nación, debidotanto Axel Kicillof como Javier Milei “la ven”, teniendo en cuenta el territorio donde gobiernan. Sin embargo, hay una leve inclinación favorable hacia el a que sostuvo durante gran parte del año una imagen positiva cercana al 50%. Así lo reflejó Cristian Buttié cuando sentenció que “Milei piensa en términos nacionales, con las implicancias que eso representa, y lo veo a Kicillof interpretando al electorado de la provincia de Buenos Aires, con lo cual me parece que a cada uno en su lugar la está viendo. Milei pudo interpretar lo que buscaban los argentinos”. Pero también destacó la aceptación que sostiene Kicillof, ya que opinó que “no está roto en mil pedazos, y eso que tiene la discusión del peronismo”. Fara, Marangoni y González destaca ron que cada uno le habla a públicos distintos y ambos diagnostican bien la situación social y política. “Tienen públicos muy diferentes territorialmente, conceptualmente, y cada uno de ellos le habla a su propio público. Y también me parece importante señalar que Kicillof quiere confrontar con Milei, pero Milei quiere confrontar con Cristina. Creo que hay como una suerte de pretensión de ninguneo por parte del Presidente”, reflexionó Marangoni.
Fornoni señaló que “hoy la situación política y social de la Argentina la ve mejor Milei. Uno lo mira por el grado de aprobación que tiene en la opinión pública. Tener más de 50 puntos después de un año de mandato, cuando tanto Macri como Alberto Fernández como Cristina habían caído entre 10 y 20 puntos, muentra que tiene apoyo”. Con respecto al método que utilizan los dirigentes para efectuar la comunicación política es un punto contrapuesto entre ambos. Si bien Kicillof comete algún exabrupto (como tratar de inútil al presidente y a Mauricio Macri por el tema de las SAD, por ejemplo), los discursos del Gobernador son mucho más moderados que los del presidente de la Nación, quien no suele ser políticamente correcto a la hora de hablar. “La estrategia de comunicación tiene que ver con el contexto de cada emisor”, indicó Fara. Para Fornoni, se anota un poroto el Presidente, porque “la comunicación agresiva sí le está dando resultados, porque él está armando un relato y me parece que le está rindiendo frutos. Además, hoy en el mundo la comunicación es agresiva, comandada más por minorías intensas. Es un cambio de paradigma que Milei aprovecha”.
Buttié dijo que el método que utiliza el jefe de Estado le reditúa, pero a la vez destaca que “es estratégico que la comunicación de Kicillof en este momento sea un poco más tenue, porque le toca gobernar una provincia que tiene sus condiciones particulares”. En tanto, Federico González calificó al bonaerense como “un político enigmático” que cuenta con un discurso liviano y “reivindicatorio de lo que él hace”. Sin embargo, también ve ese punto favorable para el libertario, debido al impacto de sus palabras en la escena política. Las privatizaciones de empresas estatales también mantienen en vilo a las dos administraciones, sobre todo con la posibilidad de liquidar Aerolíneas Argentinas, teme sobre el cual Kicillof insinuó sus intenciones de que pase a la órbita bonaerense. Federico González sostuvo que el problema de las privatizaciones tiene larga data: “Es otro tema viejo de Argentina y que nunca se resuelve. Y tiene media biblioteca a favor y media biblioteca en contra”. A su vez, Buttié sentenció que “Milei también pudo instalar que las empresas del Estado no funcionan, que es plata malgastada y que es necesario achicar el Estado para que también se permita disminuir los impuestos”.
Un consultor que cree que Milei pierde esa batalla es Carlos Fara, ya que sostuvo que, en general, los encuestados se manifestaron contra las privatizaciones “como ya ocurrió el año pasado”. Allí añadió: “Es cierto que ha crecido un poco en algunos aspectos el apoyo, como por ejemplo Aerolíneas cuando hay conflictos. Por eso creo que también Kicillof tuvo la astucia de tirar el tema, porque a su público le pega particularmente, e inclusive a públicos que están a favor de Milei pero que no les convence mucho privatizar, sobre todo empresas icónicas, como es el caso de Aerolíneas”.
En tanto, para el director de CB Consultora Kicillof debe revertir la mala imagen que tienen algunas empresas públicas provinciales. “Sería un desafío preguntar en la Provincia qué opinan los bonaerenses del Astillero Río Santiago y en ese sentido preguntar a pos de una privatización”, remarcó Buttié.
¿Quién la ve mejor? En síntesis no hay un claro ganador, y de acuerdo al tema uno saca ventaja sobre el otro.
Aerolíneas: ¿La privatización del Jefe de Estado o la estatización provincial?
La situación de la aerolínea de bandera genera posturas diversas entre los consultores políticos, pero con inclinación para que la empresa continue en manos del estado. Uno de los que manifestó esta postura fue Carlos Fara, quien aseguró que, en general, los encuestados están en contra “como ya lo estaban el año pasado”. También tildó a Kicillof de “astuto” por proponer continuar la estatización porque “a su público le pega particularmente”. Marangoni dijo que “la mayor parte de la opinión pública está más a favor de que Aerolíneas Argentinas no sea estatal. No sé bajo que formato, pero no estatal, aunque no es menor la porción que cree que tiene que haber una aerolínea de bandera”. Quien no se inclinó por ninguna de las dos posturas fue Federico González, ya que sostuvo que, desde el punto de vista de la opinión pública, son temas que solamente toman relevancia “cuando hacen un paro y me dejaron colgado”. Allí añadió: “Para mí la gente se embola, como se embola cuando hacen un trámite, pero no me parece que es un tema de la agenda de la opinión pública”. Sin embargo, recordó el fallo a favor de Estados Unidos por la estatización de YPF, donde se deberán abonar más de 16.000 millones de dólares por perder un juicio. “Le salió cara la joda a Kici”, aseguró González.
En contrapartida, Buttié sostuvo que el relato de la época “es que el estado se achique”, a diferencia de una década atrás donde se hablaba de agrandar el estado y puso el caso de Astillero Rio Santiago, empresa estatal que acumula cientos de críticas por su poca producción. Una postura similar tuvo Fornoni, ya que habló de que “la sociedad está más preparada para una privatización que para una estatización, de hecho me parece que todo esto que plantea Kicillof es parte del desconcierto que tiene la política tradicional argentina”, en un claro rechazo a la postura que presentó el gobernador para confrontar con el presidente.
Universidades públicas: un round a favor del gobernador bonaerense
En esta arista, la mayoría de los consultores coincide en que es una batalla ganada por el gobernador bonaerense Axel Kicillof, debido a que la opinión pública se inclina para que las universidades no sean aranceladas y continúen con la educación pública, gratuita y de calidad. Con excepción de Federico González, quien sostiene que la batalla la gana Milei porque “se descubrió que “hay negociados en la universidad y mucho ñoqui”. Allí añadió: “Vos vas a una universidad privada, son impecables los edificios y funciona todo. Mientras que en la universidad pública ves que laburan 50 y todo es un quilombo”. Para respaldar el accionar de Axel Kicillof, Gustavo Marangoni y Cristian Buttié sostuvieron que la postura del Gobernador “se asemeja y empatiza mucho con la opinión pública en general, que mantiene su posición en defensa de la universidad pública”. En sintonía, el consultor Carlos Fara sostuvo que “no hubo mucho espacio en la opinión pública para que surgieran discusiones sobre el tema de la auditoría y ese tipo de cuestiones”, por lo cual el gobierno “claramente perdió la batalla desde el primer momento”. También cuestionó al presidente por cambiar su discurso respecto al tema, debido a que a comienzo de su campaña se mostraba a favor de la privatización de la educación superior. En esa misma línea, Mariel Fornoni aseguró que la cuestión universitaria es “un tema delicado”, pero que quedó demostrado que las universidades “siguen siendo una de las instituciones más valoradas”, incluso por encima de varios ministerios. Es demasiado alto el porcentaje de la gente que cree que el gasto universitario está dado por los docentes y todos concuerdan que los docentes ganan la miseria”, sentenció la analista y directora de la consultora Management and Fit.
Protestas en la calle: “un gran acierto” de la gestión nacional
En este rubro hay un acuerdo total entre los cinco consultores políticos con respecto a que es una batalla totalmente ganada tanto por el presidente Javier Milei, como la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, por las pocas movilizaciones populares que se registraron en los últimos meses. Así lo reflejó Mariel Fornoni, quien sentenció que “frenar las protestas fue un gran acierto de Milei. Pudo cortar las protestas de un día para el otro cuando nadie lo había podido hacer, y esto le significó una ciudad más ordenada, donde la gente estaba harta de no poder planificar nada porque todo el tiempo estaba cortada alguna calle”. En sintonía, Federico González remarcó que en los últimos meses no hubo marchas universitarias porque “para mí los estudiantes hacían quilombo porque les gusta hacer quilombo, porque quieren hacer política y realmente algunos genuinamente vieron que podía peligrar la cursada, Me parece que enseguida se dieron cuenta que no pasaba nada, que la cursada iba a seguir igual. Y eso que los estudiantes no son pro Milei”. En esa línea, Buttie aseguró que es una batalla 100% ganada por Javier Milei porque “demostró que era un tema político, que era una decisión política y lo demostró. Lo demostró él, también Patricia Bullrich y por eso mantienen los altos niveles de aprobación. Ha sido coherente la realidad con lo que ellos proponían”
“Sobre las movilizaciones en particular acompañaron al tema. La cuestión es la tentación de la utilización política del tema. Cuando vos sos dirigente y te metes en la cuestión movilización, más allá de las expresiones públicas, ahí yo te diría que me parece que queda más limitada la inserción o el aprovechamiento que pudo haber hecho Kicillof, digamos, de la temática”, aseguró Carlos Fara.
Ayuda social: un ítem donde ambos tienen índices positivos
Con respecto a la asistencia social que llevan adelante tanto el gobierno nacional como el de la provincia de Buenos Aires, los analistas políticos coincidieron en que es una arista positiva de los dos dirigentes enemistados. Si bien cuestionaron a Sandra Pettovello por la causa en su contra luego de que encontraran alimentos almacenados en galpones durante meses, destacaron que la Asignación Universal por Hijo tuvo incrementos por encima de la inflación, además de sostener la Tarjeta Alimentar. Por su parte, también lanzaron flores hacia Andrés Larroque con respecto la ayuda que se realiza desde el ministerio de Desarrollo a la Comunidad bonaerense. Fornoni sentenció: “Es cierto que todos aumentaron la ayuda social, me parece que en el caso de Milei lo que hizo fue también tratar de eficientizarlo. Esto hace que el rendimiento sea mayor y que se haya notado un cambio en relación a la ayuda social. Milei tiene hoy una inversión en la ayuda social mucho más alta que la que había tenido Macri, que ya la había incrementado, y yo creo que es la ayuda social más alta de los últimos 40 años de la democracia”. Por su parte, Carlos Fara también reconoció que la ayuda social aumentó considerablemente debido a la crisis económica, pero que no es el único punto en común que tienen ambas administraciones: “Hace pocos días el ministro de seguridad de la provincia dijo que estaba articulando bien con el ministerio de nación para combatir la inseguridad, con lo cual está claro que hay un tema ahí que es demasiado complicado como para no coordinar acciones”.
“Obviamente lo vemos mes a mes en lo que tiene que ver con, sobre todo la AUH, que es un tema en donde de las pocas partidas presupuestarias, en donde el incremento le ganó a la inflación, particularmente la AUH, probablemente sea la partida que más le ganó en ese sentido”, aseguró.
Obra pública: el punto más antagónico en la visión de Estado
La decisión de Javier Milei de cortar de raíz la obra pública a nivel nacional es una puerta que se le abre a Axel Kicillof para realizar críticas al Presidente. Así lo marcó Carlos Fara al asegurar que “hay un reclamo de que el Gobierno Nacional también se involucre en esas cuestiones. El Estado ausente en el tema, en lo que tiene que ver con obras públicas básicas de infraestructura urbana, me parece que en eso el gobierno no le saca ventaja”.
En contrapartida, Buttié se inclinó a favor de Milei en esta batalla porque tienen identificado que “la obra pública es sinónimo de corrupción”. Allí añadió: “Milei corta la obra pública porque en realidad está instalando que es cortar una herramienta de corrupción. Y parece que los juicios de Cristina y las diferentes causas van a profundizar ese eje”. A su vez, González sostuvo que Kicillof no lo está capitalizando de forma correcta, debido a que su imagen no se mueve: “Se mantiene en un 45%, 45 o 46%. En algún momento el vecino va a notar la ausencia de la obra pública, no solamente en su barrio, sino también en la ruta y en todo lo que le compete al Gobierno Nacional”.
En apoyo al presidente, Fornoni opinó: “Me parece que la gente hoy está apoyando una reducción del gasto público y por lo tanto apoya la decisión del presidente Javier Milei”. Sin embargo, destacó que “está también la situación en la cual esas cosas se empiezan a ver cuando los caminos están hechos bolsa. Si no hay una participación privada y no hay obra pública, evidentemente es cuando se empieza a notar la decadencia”.
Seguridad: ambos están afectados, pero Kicillof pierde la batalla
Es notorio que la provincia de Buenos Aires, con particular énfasis en el Conurbano bonaerense, es el principal foco donde las autoridades deben poner atención para mejorar la seguridad en el territorio. Si bien es un tema que los compete a ambos, el gobernador tiene un grado mayor de responsabilidad sobre este tema y así lo reflejan los consultores. Sobre todo con los dichos de Federico González, quien sostuvo que tanto la Primera como la Tercera Sección electoral “son tierra de nadie” y que los patrullajes no alcanzan. En contrapartida, Fara mostró un punto de encuentro entre ambas gestiones por esta temática: “Me parece que en general las dos partes le bajaron el volumen, y me parece que están coordinando más allá de alguna que otra chicana. Le bajaron bastante el volumen al tema, y por eso hubo como cierta foto, sobre todo la de Kicillof con Pullaro por el narcotráfico”.
“El tema seguridad para el Gobierno Nacional está bien calificado, y el tema seguridad en la provincia, sistemáticamente está mal calificado”, sostuvo Marangoni con respecto a esta temática.
En ese sentido, Buttié sostuvo que “la sensación de inseguridad es transversal”. Allí añadió: “Más en lo que es el AMBA donde las facultades de Gobierno Nacional y Provincial más o menos se terminan cruzando, incluso las municipales que tienen sus propias fuerzas, con lo menos de contención. Creo que el discurso de la seguridad lo ha capitalizado el Gobierno Nacional por mostrar una mano dura que un segmento de la ciudadanía la estaba pidiendo”.
Fornoni reconoció que la Provincia es el principal foco de conflicto y aseguró: “Evidentemente tiene Kicillof un problema concreto y mi ley también, me parece que los dos ahí están complicados”.
Aborto: Milei insiste, pero es una discusión saldada en la sociedad
Ante la iniciativa del gobierno nacional para presentar un proyecto de Ley para derogar la Ley de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, los consultores mayoritariamente manifestaron que no es un tema que se encuentra en agenda y que difícilmente Nación pueda lograr su cometido. Únicamente González manifestó críticas hacia el movimiento feminista y aseguró que, de acuerdo a sus estudios, “el lenguaje inclusivo fue una de las causas del fracaso de Alberto Fernández”. Sin embargo, el resto coincidió en que no será un debate válido. Fara aseguró: “Ya tuvimos dos batallas, dos grandes debates. Hoy no está entre las prioridades, me parece que el gobierno lo utiliza como muchos otros temas, para dar satisfacción simbólica a un núcleo duro muy ideologizado, pero no lo veo”. La directora de Marangoni destacó la división en la sociedad respecto a este tema, pero tiene sus dudas respecto a si en el próximo año se dará dicho debate: “Me parece que Milei lo que intenta con eso es reforzar lo que llama su batalla cultural y amalgamar la tropa propia”. En sintonía, la directora de Management and Fit manifestó sus dudas respecto a su tratamiento: “Creo que hay que ver en qué momento lo plantea, cómo lo plantea y para qué lo plantea, yo tengo mis dudas
Por su parte, el director de CB Consultora sostuvo que en términos políticos y simbólicos, la discusión del aborto es un debate de “microclima”: “Me parece que Milei está tratando de capitalizar ese electorado, que va de la mano de los pastores evangélicos y de ciertos sectores, pero no deja de ser una discusión de minorías ruidosas. No está en la agenda de los argentinos. La agenda de los argentinos es la economía, el desempleo y la corrupción y la inseguridad obviamente como principales preocupaciones”.
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