Por Gastón Garriga

Según una encuesta reciente el actual gobernador, Axel Kicillof, se impondría a cualquier candidato de Juntos por el Cambio. En Juntos, el larretista Diego Santilli lleva una marcada ventaja sobre sus competidores Joaquín de la Torre y Cristian Ritondo, alineados con Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal, de quien fueron ministro. A la vez se observa, como dato de relevancia, un crecimiento de la figura del abogado penalista Fernando Burlando. De acuerdo a ese mismo estudio, la inseguridad estaba en el tope de las preocupaciones bonaerenses aún antes del homicidio al colectivero Daniel Barrientos en Virrey del Pino y la novedad es que el mal funcionamiento de la justicia supera a las preocupaciones de orden económico, como la inflación y la pobreza que esta genera.

El “top five" de candidatos al sillón de Dardo Rocha lo encabeza Kicillof con 30 puntos, seguido por Santilli con 24,4. Burlando, completa el podio a menos de un punto de diferencia (23,8). Más atrás aparecen, casi empatados, Ritondo y De La Torre, con 15,8 y 15,7 respectivamente.

El crecimiento de Burlando, cuyo armado y marco de alianzas todavía se desconoce, pero algunos evalúan como potencial candidato de Milei, por encima de Victoria Villarroel y Carolina Píparo, está íntimamente ligado a la preocupación por el delito y la inseguridad. Uno de cada 4 entrevistados lo considera el aspirante en más preparado de enfrentar el problema, lo que lo convierte en el mejor percibido en ese campo. Burlando tuvo un pico de visibilidad mediática en febrero pasado, como abogado de la familia de Fernando Baez Sosa, asesinado por un grupo de rugbiers oriundos de Zárate, a la salida de un boliche, tres veranos atrás.

Por marca

Medidos por marca, el Frente de Todos sigue arriba, pero por una diferencia de sólo dos puntos, aunque se debe considerar que el estudio proponía sólo tres precandidatos a gobernador por esa fuerza (Kicillof, Insaurralde y Tolosa Paz), y ocho por Juntos por el Cambio (Santilli, Ritondo, Grindetti, Iguacel, Posse, Tetaz, de La Torre y Valenzuela).

Cuando se realiza la misma medición, pero a nivel presidencial, por espacio político, sin nombrar candidatos, el Frente de Todos suma 27,5, Juntos 24,7, los libertarios 18 y hay aún un porcentaje importante, 13,8, que aún no definió su voto. En quinto lugar, con 5 puntos, figura la opción del “peronismo no kirchnerista”, que alternativamente han encabezado figuras como Urtubey o Schiaretti, pero cuya aparición en la grilla de largada hoy es bastante dudosa. 

La encuesta de Federico González y Asociados se realizó entre el 16 y el 18 de marzo, a través de un cuestionario estructurado on line, a una muestra de 1400 bonaerenses, con un margen de error del 2,7 por ciento.

Casi en simultáneo, se dio a conocer un trabajo de Isonomías, según la cual también Axel Kicillof se impondría a la sumatoria de los precandidatos de Juntos: 29 puntos contra 18 de Santilli y 5 de Ritondo. “El candidato de Milei”, uno de los enigmas que subsisten en la conformación de esta oferta electoral, tiene 16. La misma encuesta muestra un elevado grado de malhumor social. el 70 por ciento de los bonaerenses cree que está peor que hace un año y el 50 cree que estará peor el siguiente. La encuesta fue realizada entre el 5 y el 21 de marzo, sobre una muestra de 1771 personas, respetando cuotas de sexo y edad, y tiene un margen de eror de 3 por ciento.

Por último, Analogías dio a conocer su “Estudio Nacional de Actitudes Políticas, Expectativas Económicas y Debates de Coyuntura”. De acuerdo a este estudio, el presidente Alberto Fernández tiene 67 puntos de imagen negativa y sólo 30 de positiva, con un diferencial de -37. El 81 por ciento de los encuestados cree que la situación económica es mala y apenas el 14 cree lo contrario, con lo que resulta evidente la relación entre ambos datos y se concluye que la imagen presidencial aún no tocó su piso.

Medidos por marca, en la categoría presidente, el Frente de Todos se mantiene arriba, por una diferencia menor a un punto: 25,2 a 24,5 de Juntos. En materia económica, el estudio pregunta si el próximo plan económico debería ser gradual o de shock, el 39 opta por el gradualismo y el 28 por el shock. Curiosamente, la pregunta no incluye ni medidas económicas ni el sentido del shock, que, ambiguamente, podría leerse como ajuste o como shock redistributivo. Consultados por las ventajas de una devaluación, los porcentajes se repiten: 40 en contra, 28 a favor y el resto no sabe.

Sin embargo, existe un único consenso generalizado a nivel económico y gira en torno a las tarifas de energía y servicios públicos. Un contundente 58 por ciento cree que no deben aumentar y apenas el 21 cree lo contrario. La pregunta que subyace entonces es, qué creen que ocurriría con las tarifas los votantes de las opciones de derecha, en caso de que éstas lleguen al gobierno.