Reunión con pastores de distintos distritos. Compromiso en los barrios y preocupación por las propuestas libertarias.
Por Gastón Garriga.
El gobernador Axel Kicillof se reunió con pastores y autoridades evangélicas, representantes de distintas congregaciones con trabajo social y pastoral en la provincia de Buenos Aires. Además de entregar reconocimientos, se puso de manifiesto la importancia del balotaje del próximo 19 de noviembre. Las iglesias, que se consideran “el primer cordón de contención en los barrios populares”, temen que sus servicios de asistencia social colapsen en un eventual gobierno libertario.
Como cada año, en el marco de la celebración provincial por el Día de las Iglesias Evangélicas, Kicillof encabezó este viernes el acto de entrega de reconocimientos a los pastores de la Federación de Consejos Pastorales de la Provincia de Buenos Aires (FECOPEBA). La cita fue en el Polideportivo Municipal de Berisso, junto al subsecretario de Relaciones Internacionales e Institucionales, Mario Oporto, y el intendente local, Fabián Cagliardi.
La celebración data de 2017, cuando el legislativo provincial sancionó la ley número 14794, que instituye el 31 de octubre como Día de las Iglesias Evangélicas. Existe un proyecto de ley similar a nvel nacional, todavía en comisiones. Curiosamente, al año siguiente de sancionada esa ley, la entonces gobernadora, María Eugenia Vidal, cerró la Dirección de Culto, siguiendo la política nacional de achicamiento del Estado. El actual gobernador decidió reabrirla. El director de Culto es Juan Torreiro, que depende de Oporto.
“Estamos dando un reconocimiento que pretende poner en valor el vínculo permanente y cotidiano con las iglesias evangélicas de la provincia de Buenos Aires”, aseguró Kicillof y agregó: “Queremos agradecer por todo lo que hacen en los hogares de niños, en las cárceles y en materia de ayuda social: nuestro compromiso es fortalecer y darle un nuevo impulso al trabajo conjunto durante los próximos cuatro años”. Además, el gobernador señaló que “estamos a pocos días de una fecha esencial en la que, a 40 años de democracia, se pondrán en juego discusiones muy profundas que tienen que ver con los valores y los principios de nuestra sociedad”. “Más allá de lo programático, el debate público está atravesado por aspectos que hacen a la espiritualidad y a la identidad de nuestro pueblo”,
Kicillof señaló que “ante quienes vuelven a hablar de excesos durante la última dictadura y a poner en debate la venta de órganos y de niños, estamos quienes creemos que para dar respuesta a las necesidades de los argentinos y las argentinas debe haber un Estado que garantice la salud, la educación y el trabajo”.
La mención de Kicillof no es casual. Existió una línea de iglesias protestantes que, a la manera de los curas tercermundistas, enfrentó a las dictadura. A modo de ejemplo, el pastor metodista Aldo Etchegoyen, fallecido en 2015, fue uno de los fundadores de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. La visión de esto pastores, humanista y gregaria, choca de frente con el individualismo acérrimo, casi distópico, del candidato Javier Milei.
Pablo Repetto, en representación de la iglesia Cristo para Todos, de la localidad de Adrogué, en el partido de Almirante Brown, es uno de los que recibió distinciones. Repetto explica a Buenos Aires/12 que “las iglesias evangélicas son heterogéneas en sunmirada política e ideológica, pero nosotros estamos sumamente preocupados por el futuro. Hacemos un enorme esfuerzo social, con comedores y merenderos, con jardines de infantes, con tratamiento de adicciones y bolsas de trabajo”.
Añade Repetto que “ahora, que hay una mirada compartida con los Estados nacional, municipal y provincial, es más llevadero, pero ya nos ocurrió en el pasado, con Macri y más atrás en 2001, que un gobierno implementa políticas que deterioran la situación social y tampoco les pone el cuerpo a las consecuencias de sus decisiones. En esos casos, como somos el primer agente de contención en los barrios, terminamos colapsando y no queremos que vuelva a ocurrir”.
El director de Culto, Juan Torreiro, señaló que "no están acá por una invitación casual, sino que trabajamos cotidianamente codo a codo. Este reconocimiento tiene que ver con el enorme trabajo que han hecho las iglesias, asistiendo en pandemia, o acompañando a los presos en las cárceles. La fe religiosa es un factor que ayuda a la reinserción social". En la actualidad, de los 135 municipios que componen la provincia, 37 tienen direcciones de Culto. La mitad de ellas se crearon en los últimos tres años.
Contexto y prejuicios
En los últimos años, especialmente a partir del decisivo apoyo que sectores evangélicos brindaron en Brasil a la candidatura presidencial de Jair Bolsonaro, y de producciones audiovisuales como “El Reino”, de Netflix, se instaló la creencia de que los grupos evangélicos son uniformemente de derecha, con una lógica muy voraz de acumulación de poder y recursos.
La fe evangélica congrega a nueve millones de argentinos, según el pastor Osvaldo Carnival, fundador de la iglesia Catedral de la Fe. Si fueran políticamente homogéneos, pondrían presidentes a piacere. Pero no lo son y eso se debe en buena medida a su forma de organización, descentralizada.
"No tenemos un Papa que baje una línea", sostiene Carnival. Por el contrario, forman una especie de constelación de iglesias, con mayor o menor grado de interrelación según su afinidad. El otro dato es que los pastores deben ganarse la vida a través de alguna otra actividad. La condición de trabajadores favorece su inserción en el tejido social.
Uno de los grandes conocedores de la religiosidad popular, el sociólogo y antropólogo Pablo Semán, autor de “Vivir la fe”, entre otros títulos, afirma al respecto que “los grupos evangélicos no son las entidades demoníacas que describen las series", y que su crecimiento tiene causas organizativas, teológicas, sociales y culturales y no una conspiración”.
Luego, sostiene que se produce una especie de sincretismo, una interacción que produce nuevos sentidos, donde lo religioso opera junto con lo político, especialmente en los barrios populares de los conurbanos, donde demuestra una gran capacidad organizativa y práctica. Para Semán, una de las explicaciones del crecimiento de las iglesias evangélicas en el mundo es su capacidad de leer y entender la realidad minuto a minuto.
El aporte social de las iglesias
Durante el encuentro de Berisso se distinguió la trayectoria y el aporte de los pastores de FECOPEBA en hogares, comedores, centros de rehabilitación de adicciones y en los barrios más vulnerables de la provincia. En esta jornada se reconoció la tarea social realizada en los municipios de Avellaneda, Almirante Brown, Berisso, Exaltación de la Cruz, San Andrés de Giles, Escobar, José C. Paz, Luján, Morón y Pinamar.
En tanto, Oporto consideró que “todas las organizaciones vinculadas a las iglesias son fundamentales para la organización de la comunidad en nuestra provincia y contribuyen con el bienestar de los y las bonaerenses”. “Ésta es una ocasión para reconocer a quienes trabajan en los lugares más vulnerables para educar y fortalecer las tareas de prevención en materia de salud”, añadió.
El intendente Cagliardi remarcó: “Queremos agradecer la enorme contribución de la Iglesia Evangélica que, con su trabajo y acompañamiento, brinda soluciones a muchos vecinos y vecinas de Berisso”. Participaron de la actividad el jefe de Asesores del Gobernador, Carlos Bianco; el diputado provincial Mariano Cascallares; la directora provincial de Relaciones con la Comunidad, Agustina Quiroga; su par de Cultos; el subsecretario de Relaciones con la Comunidad de Berisso, Juan Pablo Holubyez; y el director de Cultos municipal, Gabriel Ocampo.
Además estuvieron presentes los presidentes de Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), Christian Hoof; y de la Federación de Consejos Pastorales de la Provincia de Buenos Aires (FECOPEBA), Juan Zucarelli, la representante de la Junta Directiva de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE), Paula Fogel; y el pastor Diego Vega
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