Cuando Leo Fariña declaró a quién le compró su “piso de casado”, se descubrió una falta a la ley del ex presidente. ¿Un edificio maldito?
“Me voy con mis cositas; este departamento tiene muchas sorpresas y en cualquier momento siento que va a explotar algo”, decía Karina Jelinek a fines de 2014, cuando ya le quedaban días para abandonar el piso 23 del edificio de Libertador 2423. Este había sido el lugar que soñó para vivir con Leo Fariña luego de casarse en abril de 2011, y el piso donde ya separada siguió viviendo sola sin saber bien a quién pertenecía. “No sé de quién es. Si de Leo, de Menem o de Bolocco. El me lo regaló cuando nos casamos, pero no tengo los papeles. Es un misterio”, decía Karina Olga en 2014, cuando comenzó a trascender el nombre de Carlos Menem como propietario.
Esta semana, el fiscal federal Jorge Di Lello imputó al ex presidente y a su ex mujer,Cecilia Bolocco, por la regularidad con la que se hizo el traspaso de la propiedad a Fariña y Jelinek. La hipótesis de los investigadores es que Menem lo habría ocultado en su patrimonio. María Servini de Cubría, la jueza que interviene en la causa, está analizando las pruebas presentadas por el fiscal. “La semana que viene, cuando termine la feria,decidirá cómo sigue la causa”, explicó a PERFIL el diputado radical Manuel Garrido, quien hizo la denuncia e impulsó la pesquisa en la feria judicial.
El departamento habría sido entregado por Menem a Bolocco como parte de la división de bienes cuando se divorciaron. Hay quienes dicen que ella utilizaba este departamento cuando viajaba a Buenos Aires para que Menem pudiera ver al hijo que tienen en común.Cuando fue vendido a Fariña, el inmueble estaba a nombre de la sociedad Diego S.A. Esta firma tiene como presidente del directorio y accionista (según la presentación de Garrrido) al ex titular de la Casa de Moneda en los noventa, Armando Gostanian, quien en la actualidad vive en el piso 22.
Vecinos. El edificio de Libertador tiene varios antecedentes de otros famosos propietarios, como es el caso de Zulema y Zulemita Menem, quienes vivieron en el piso 15. Pero la historia también ubica allí, en el piso 10, a Isabel Martínez de Perón. Fue cuando regresó a la Argentina traída por Menem, quien la resarciría con un dinero que le correspondía al fundador del movimiento justicialista por salarios no pagados después del golpe de Estado de 1955. Luego de pasar por el hotel Claridge y por una casa en la calle Terrada, en Flores, Menem la llevó a ese departamento que en ese entonces pertenecía a Gostanian. Con ribetes de novela esotérica, existen versiones de que Isabelita solía hacer encuentros secretos con personajes de la masonería y otras sociedades secretas de las que la viuda de Perón era adepta.
Otro inquilino tristemente célebre que tuvo este edificio fue el almirante Emilio Massera, quien vivió en el piso 12. Allí mismo, en marzo de 1998, las crónicas de la época dan cuenta de un allanamiento que hizo la Justicia a partir de la búsqueda sobre datos de desaparecidos en la ESMA. Este personaje cumplió también allí arresto domiciliario por causas de lesa humanidad. Un detalle: cuando murió, en 2010, el consorcio del edificio lo repudió no publicando un aviso fúnebre en un centenario diario.
En la actualidad, el edificio tiene a otro famoso que hace unos días fue noticia, Víctor Hugo Morales, quien el pasado 16 de julio recibió un allanamiento en su piso 17 por un juicio que la empresa Cablevisión le inició hace unos años.
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