La convocatoria del tándem Karina Milei-Martín Menem se agotó en el armado de Bornoroni. Las tensiones de esta ala con el núcleo duro libertario que se aglutina alrededor de Santiago Caputo quedaron expuestas con la ausencia de Laje y la unción de Sharif Menem como líder de la juventud. Sikora, de diálogo directo con el Presidente, tampoco fue invitada.
Por Felipe Osman.
La Secretaria General de la Presidencia y hermana del “León” volvió a pisar Córdoba y, una vez más, lo hizo escoltada por el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. Ambos volvieron a levantar la figura del presidente del bloque libertario, Gabriel Bornoroni, como el único armador oficialmente autorizado para construir en nombre de La Libertad Avanza en Córdoba.
El diputado, que lidera el armado territorial del oficialismo en la provincia y trabaja para dotar al partido de una estructura propia en cada departamento, fue el único anfitrión del evento, que tuvo lugar en Studio Theater, el recinto predilecto de LLA para sus mitines en la ciudad.
La concurrencia fue modesta, pero estuvo disimulada por la limitada capacidad del espacio elegido, que no aceptó la entrada de periodistas, por tratarse de un evento “privado”.
La llegada de Karina Milei a la ciudad se dio en el marco de un nuevo reverdecer de las tensiones que atraviesan al oficialismo, que siempre están, aunque afloran cada tanto.
Amén de la ya conocía fractura entre el presidente y su vice, Victoria Villarruel, la disputa entre la hermana del presidente y su asesor estrella, Santiago Caputo, es en los hechos la fisura que más preocupa en el oficialismo. Razonable. Son las dos grandes columnas en las que se reparte el poder dentro el esquema libertario.
Las diferencias de criterio en torno a la construcción política vienen de largo, pero empezaron a quedar expuestas después del desvaído acto en el que La Libertad Avanza se presentó como partido político en Tucumán, exactamente un mes atrás, ante una flojísima concurrencia.
Desde la esquina de Caputo entienden que la sociedad que Karina Milei mantiene con los hermanos Menem elige a capricho los armadores de LLA en cada distrito, sin apalancarse sobre el núcleo duro libertario para crecer desde ahí.
De hecho, el lanzamiento de la Fundación Faro como el nuevo think tank libertario, presidida por Agustín Laje, fue, en algún grado, una respuesta ante estas desavenencias. La iniciativa, en contraste con el armado de Karina, busca recostarse sobre el ala más dura del espectro libertario, y alimentarse de personajes que gocen de reconocimiento social en virtud de su inserción en el mundo empresarial o entre los intelectuales de derecha.
Laje no estuvo en Studio Theater. Aunque, de cualquier modo, la afrenta más evidente al armado de Caputo se dio con la unción de Sharif Menem, sobrino del presidente de la Cámara Baja, como jefe de la Juventud Libertaria.
El nepotismo no preocupa al Gobierno, que ya ha dado sobradas muestras en ese sentido. Sin embargo, a los sectores más duros de LLA, que se aglutinan alrededor de Caputo, no les cae en gracia el avance de representantes de la “casta” en las estructuras del oficialismo. Y menos aún en el armado de la juventud, rango etario de central importancia para el asesor, que trabaja en la construcción de un dispositivo creado ad hoc para penetrar en esas capas del electorado, con el streamer Daniel Parisini, alias “el Gordo Dan”, como principal ariete.
Ahora bien, la fisura del oficialismo en cuanto a los criterios de construcción política no queda allí. También tiene un capítulo netamente cordobés.
La dirigente libertaria Verónica Sikora tampoco fue de la partida el viernes pasado. No recibió ninguna invitación de Bornoroni, que elige ignorar el armado de la abogada en la Capital, por intermedio de su agrupación La Libertad Primero.
Sikora no es una librepensadora. Trabaja desde antes que Bornoroni en la construcción de libertaria de Córdoba y, al margen de tensiones ya resueltas con la Casa Rosada, lo hace con el visado directo de Javier Milei.
En los últimos meses, Bornoroni y Sikora mantuvieron reuniones. La libertaria le planteó su intención de trabajar en pos del crecimiento de la estructura territorial de Milei y la validación de sus credenciales por el presidente. Sin embargo, esas conversaciones se diluyeron en dilaciones opuestas por Bornoroni, y el fracaso de las tratativas quedó certificado el viernes.
Con la lista del 2025 como objetivo, las huestes libertarias no coordinan un juego conjunto, y la resistencia del tándem Karina Milei-Martín Menem a abrir el juego sigue acumulando tensión hacia adentro en un oficialismo que, sin encontrar adversarios afuera, comienza a engendrar al ‘enemigo interno’.
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