El venezolano había llegado en un avión privado con funcionarios argentinos y 800.000 dólares que, según confesó en Estados Unidos, eran para la campaña electoral del kirchnerismo
Por Hugo Alconada Mon y Hernán Cappiello
A16 años de la llegada al país del empresario venezolano Alejandro Antonini Wilson con una valija cargada con casi 800.000 dólares, comenzó hoy el juicio oral por el contrabando de divisas. Entre los acusados están el exministro Julio De Vido, que pidió ser excluido del proceso; el exsecretario Claudio Uberti y el exjefe de la Aduana Ricardo Echegaray, entre otros exfuncionarios del kirchnerismo.
El caso, que provocó un escándalo mayúsculo, se inició el el 4 de agosto de 2007 cuando Antonini Wilson llegó a la zona de arribos de vuelos privados del aeroparque Jorge Newbery con una valija con US$790.550, que después se supo que estaban destinados a la campaña electoral del kirchnerismo. El jet, que traía también a funcionarios, venía de Venezuela y había sido contratado por la empresa Energía Argentina SA (Enarsa).
Entre los ocho pasajeros estaban Uberti, que era el titular del Órgano de Control de Concesiones Viales, y Exequiel Omar Espinosa, presidente de Enarsa.
Los imputados que serán juzgados son Uberti, que declaró como arrepentido en el caso de los cuadernos de las coimas, y Echegaray, que estaba al frente de la Aduana en ese momento, además de Rosa García, Guillermo Lucangeli, Jorge Lamastra y María Gallini.
Todos los protagonistas venezolanos del escándalo, sin embargo, no participarán del juicio oral. Entre ellos, el entonces gerente general de la petrolera estatal de ese país, PDVSA, Diego Uzcátegui, y su hijo, Daniel, quien voló aquella noche desde Caracas junto a Guido Alejandro Antonini Wilson.
En el inicio del juicio los abogados de Julio de Vido pidieron la nulidad de la elevación a juicio del caso, y que se lo excluya de inmediato del proceso, ya que entienden es “manifiestamente evidente” que no hay evidencias de la responsabilidad de su cliente. Asi lo explicaron los letrados Maximiliano Rusconi y Gustavo Palmeiro.
Vehemente, Rusconi admitió que el hecho de la llegda de la valija con dinero fue un escándalo, pero dijo que falta en el juicio el principal sospechoso: Antonini Wilson, quien está con pedido de extradición pendiente a los Estados Unidos, donde vive.
Rusconi dijo a los jueces que “la expectativa pública construida por los medios” quiere que condenen a su cliente por lo que los exhortó a ser valientes en su decisión. Los abogados están planteando lo quese llama las cuestiones previas en el juicio oral. Argumentaron que se debe aplicar la excepción por falta de acción po inexistencia de delito en cuanto a De Vido, la nulidad de la acusación fiscal y que se violó la garantía de ser juzgado en un plazo razonable dado que pasaron 16 años desde los hechos.
El fiscal a cargo de la acusación es Marcelo Agüero Vera y los jueces que llevarán adelante el juicio son los integrantes del Tribunal Oral en lo Penal Económico N° 1: Diego García Berro, Ignacio Fornari y Luis Losada, que actúa como subrogante. El juicio será virtural, mediante una plataforma de video. Se estima que el juicio podría extenderse durante un año y que incluirá la citación de al menos 100 testigos.
El escándalo comenzó durante las primeras horas del 4 de agosto de 2007, cuando la entonces agente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) detectó que varios pasajeros del Learjet enfilaron hacia los autos con valijas, sin pasar por los controles. Fue entonces que exigió que todo el material –o lo que todavía quedaba- pasara por un escáner.
El decomiso de casi US$ 800.000 se mantuvo oculto durante las siguientes 60 horas, período en el que Uberti se renió de urgencia con el entonces presidente Néstor Kirchner en la Quinta de Olivos y con el propio Antonini en su hotel, en tanto que Antonini ingresó a la Casa Rosada, donde presenció un acto que protagonizaron Kirchner y Chávez.
Tras el estallido del escándalo, sin embargo, Antonini huyó a Uruguay y de allí a Estados Unidos, donde colaboró con el FBI. Meses después, en diciembre de 2007, cuatro venezolanos y un uruguayo fueron detenidos en el estado de Florida, acusados de intentar su silencio con más millones de dólares, en bolsos. Tres de ellos se declararon culpables; el restante fue declarado culpable y enviado a prisión.
Todo se descubrió por la insistencia de la integrante de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) María Luján Telpuk, quien le ordenó a Antonini que abriera la valija. Fue así como se encontró el dinero. Telpuk ganó fama -protagonizó una tapa de Playboy y tuvo un lugar destacado en Showmatch- y comenzó una incipiente carrera como actriz. Más tarde terminó lanzando una línea de equipaje y atendiendo su centro de estética en Santa Fe.
El venezolano radicado en Miami terminó siendo juzgado en los Estados Unidos y quedó en libertad en Miami a cambio de su testimonio. Vive en Key Biscayne y declaró que el dinero lo enviaba el gobierno de Hugo Chávez para la campaña electoral del kirchnerismo. Nunca fue extraditado a la Argentina.
Los imputados están acusados de “tentativa de contrabando de importación de divisas, agravado por la concurrencia de tres o más personas y por la intervención de funcionarios públicos, tanto nacionales en ejercicio o en ocasión de sus funciones, como funcionarios aduaneros encargados del referido control y en concurso ideal con el delito de receptación de dinero con el fin de aplicarlo en una operación de lavado de activos”.
Durante el juicio oral que se celebró ante una Corte Federal de Miami, además, quedó probado que al menos US$ 4,2 millones salieron de las arcas de PDVSA en dos valijas y se cargaron en el avión. Y según grabaciones del FBI y declaraciones de los protagonistas, su destino era la campaña de Cristina Kirchner a la Presidencia.
El hombre sospechado de haber llevado esas valijas al avión fue el entonces gerente de Seguridad de PDVSA, Rafael Reiter, según reconstruyó LA NACION en base a testimonios de fuentes argentinas y venezolanas. Años después, emigró a España, donde fue detenido y acusado de lavado de activos, mientras que la Justicia Estados Unidos requirió su extradición por su rol en un esquema de corrupción que ya registra condenados.
Los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, cabe aclarar, jamás colaboraron con la Justicia argentina, a diferencia del Departamento de Justicia de Estados Unidos, que sí respondió exhortos por la vía diplomacia, aunque denegó cualquier intento por extraditar a Antonini Wilson, quien reside en Key Biscaine.
En la Argentina, en tanto, la investigación estuvo a un paso de prescribir, en tanto que Echegaray reclamó su sobreseimiento el mes pasado. Argumentó que se violaba la garantía constitucional para ser juzgado en un plazo “razonable”, planteo que rechazó el tribunal oral.
Tanto Echegaray como los protagonistas del “caso Antonini” acumularon traspiés judiciales durante los últimos años. Uberti se acogió al régimen del “arrepentido” en la llamada “causa Cuadernos” y declaró cómo transportaba bolsos de dinero para Kirchner. Por su parte, De Vido fue condenado por la tragedia de Once y la compra de trenes chatarra a España y Portugal, mientras que Echegaray lo fue por defraudación al Estado en el “caso Oil”.
¿Qué pasó con los 790.550 dólares que nadie reclamó como propio tras el decomiso durante más de una década? Se destinó a construir dos Espacios de Primera Infancia (EPI) en Tafí Viejo, Tucumán, y en Oberá, Misiones.
Los 800.000 dólares de la valija de Antonini Wilson estuvieron casi una década en una bóveda del Banco Nación sin que nadie los reclamara. De hecho, si alguno de los pasajeros del avión hubiera reconocido como propia la valija, podría haber pagado una multa y haberse llevado el dinero.
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