Justicia: Llaryora va por una radical para la vacante en el TSJ

Justicia: Llaryora va por una radical para la vacante en el TSJ

El gobernador decidió impulsar a la radical Valentini para el Tribunal Superior. Los pliegos incluyen las designaciones del ministerio público de la Defensa e ingresaron anoche a la Legislatura. Tensión en el PJ tras el aval a la radical. Arranca un diciembre tenso entre el Panal, la Unicameral y el Poder Judicial.

Por Gabriel Silva. 

Como lo viene contando Alfil, y en lo que ya es un sello en las distintas gestiones del gobernador Martín Llaryora, tanto en las intendencias de San Francisco como en la capital cordobesa, diciembre siempre es un mes importante. Y al parecer, este 2024 no será la excepción. 

Es una etapa del año en la que Llaryora suele utilizar para hacer balances e introducir cambios o impulsar decisiones de fuerte impacto. Por lo que ahora, parece estar decidido a utilizar la facultad constitucional que tiene y ocupar la vacante del Tribunal Superior de Justicia, algo que venía evitando a lo largo del año.

La nominación recayó sobre la doctora Jessica Valentini, de 62 años y un pasado ligado al radicalismo, ocupando diferentes funciones, especialmente en el ámbito de la Defensoría del Pueblo, durante las gestiones de los gobernadores Eduardo Angeloz, Ramón Mestre, José Manuel De la Sota y Juan Schiaretti. Con Llaryora en la Municipalidad de Córdoba ocupó la titularidad de la Oficialía Mayor.

La formación académica de la doctora Valentini exhibe un currículum fuertemente orientado a la docencia y a los derechos sociales y humanos de las personas, fundamentalmente, aquellos que constituyen la defensa del consumidor y los derechos de los niños, niñas y adolescentes en Córdoba, el país y la Región. 

Este perfil social y académico de su trayectoria profesional y pública la llevó a ser, por ejemplo, una de los miembros fundadores del COMIPAZ, organización interreligiosa inédita en el país y de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos.

Con esta decisión, el gobernador sostiene la paridad de género en el Tribunal Superior de Justicia ocupando la vacante dejada por la Doctora Blanc de Arabel, quien renunció a su cargo de vocal del máximo órgano judicial de la provincia el pasado 1 de febrero.

Además, Llaryora se diferencia del presidente Javier Milei por dos motivos: sostiene la paridad de género tal como viene reclamando a nivel nacional el peronismo cordobés a través de la senadora Alejandra Vigo y ocupa la vacante, algo que aún no ocurrió con los lugares de la Corte Suprema. 

Es más, está atado a la polémica designación del juez Ariel Lijo. 

Por el lado del género, el ruido político viene de fuertes presiones que se venían ejerciendo sobre Llaryora por parte de su círculo más cercano, donde le pedían que aproveche el clima de época que genera Milei y abandone el criterio de paridad de género para introducir otro varón al Superior Tribunal. Las sugerencias avanzaban señalando que el nuevo integrante debía tener formación penalista. 

A este ruido se suma otro más sonoro, que tiene que ver con el origen radical de la doctora Valentini, lo que se visualiza como la profundización de la idea de transversalismo que sigue Llaryora a la hora de elegir funcionarios, privilegiando a quienes vienen de otras fuerzas políticas por sobre los que vienen militando desde hace tiempo en el peronismo.

Es sabido que la ocupación de altos cargos en el gabinete por hombres y mujeres provenientes del radicalismo y el PRO reciben fuertes críticas de la dirigencia peronista, fundamentalmente de la Capital.

Algunos bucearon incluso un poco más y detectaron que fue pre candidata a vice intendente junto al actual concejal Piguillen y que la ficha de afiliación a la UCR de la doctora Valentini está plenamente vigente lo cual, si bien no es un impedimento para nominarla, sí lo es para ocupar el cargo.

Las críticas avanzan también sobre la nominación de Pablo Alfredo Bustos Fierro omo Defensor General del Ministerio Público de la Defensa y Pablo Damián Pupich como Defensor Adjunto del Ministerio Público de la Defensa.

Ninguno de ellos registra cercanía con el peronismo y provienen de la “familia judicial” cordobesa.

En El Panal parecen hacer oídos sordos a estos cuestionamientos y afirman que Llaryora está convencido de que su gobierno debe garantizar pluralidad de voces porque considera que el camino es la unión de los cordobeses y los argentinos, lo cual, seguramente, será el principal argumento en las elecciones del año que viene para diferenciarse tanto de Milei como de Cristina.

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