En coincidencia con los pedidos de la querella y la fiscalía, el represor Norberto Tozzo fue hallado responsable de los asesinatos de Fernando Piérola, Roberto Horacio Yedro, Reynaldo Zapata Soñéz y Julio Andrés Pereyra, cuatro de los 22 presos políticos asesinados el 13 de diciembre de 1976 en la provincia de Chaco.
Tozzo había estado prófugo en Brasil, luego fue detenido el 17 de septiembre de 2008 en Río de Janeiro y fue extraditado a la Argentina en mayo de 2011 -pocos días después de la primera sentencia-, con tres limitaciones: que sólo se lo juzgara por las cuatro desapariciones probadas, que no se lo imputara por crímenes de lesa humanidad y que la condena no superara 30 años de reclusión, la pena máxima contemplada por el Código Penal brasileño.
El represor pidió declarar pero se negó a responder preguntas y agradeció ser juzgado "por un Tribunal de la democracia, que contribuí a recuperar". El abogado querellante, Mariano Bosch, consideró esa declaración como "una tomada de pelo, ya que lo que menos hizo este hombre fue contribuir por la democracia, más bien estuvo con aquellos que la violaron desde el primer momento".
Los fiscales de Chaco Carlos Amad y Patricio Sabadini pidieron en sus alegatos de acusación que el excapitán de Ejército cumpla una pena de 24 años de prisión en una cárcel común, por su responsabilidad en cuatro casos de desapariciones en la masacre.
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