La alianza opositora dice que el proceso no está cerrado y analiza apelaciones. El Tribunal Electoral dio por cerrados los números que le dan al PJ mayoría y cuórum propio. Hay dos bancas en discusión, la departamental de Pocho y una por distrito único.
conformación de la futura Legislatura provincial sigue estando envuelta en una fuerte controversia jurídica y política.
Pese a que ya es oficial el resultado del escrutinio definitivo, la asignación de las bancas se resolverá en instancias judiciales.
El Tribunal Electoral provincial dio por cerrado el escrutinio, que otorga 36 bancas a Unión por Córdoba, 22 a Juntos, ocho a Córdoba Podemos, tres al Frente de Izquierda y una a Encuentro Vecinal.
No obstante, la alianza radical-macrista-juecista desconoce esa resolución e insiste en que quedan instancias aún.
La importancia de la discusión se centra en que hay dos bancas en pugna, que implican tener o no para el futuro gobierno de Juan Schiaretti mayoría y cuórum propio.
Por un lado, está un recurso por la banca de Pocho ante la Cámara de Apelación, después de que Unión por Córdoba dio vuelta el resultado de ocho votos atrás con nueve votos recurridos que favorecían a la coalición oficialista. Por aquel episodio, fue imputado el candidato de Juntos Raúl Recalde, quien sustrajo dos boletas.
Juntos rechaza que Hugo Cuello haya obtenido la banca departamental por Pocho porque sigue objetando los votos recurridos (eran nueve empadronados sin residencia en el distrito).
Visiones en pugna
En cuanto al reparto de las bancas por distrito único, la discusión estaba en la 44, en la distribución por el sistema D’Hont. En el provisorio correspondía a Juntos (Silvina Leonelli), pero en el definitivo quedó para el justicialismo (Sandra Trigo) por estrechísimo margen.
“Falta una etapa importante, que es la verificación de la carga y una audiencia que prevé el Código Electoral”, dijo ayer a La Voz del Interior el radical Diego Frossasco, uno de los apoderados de Juntos por Córdoba.
“Hay algo raro que estamos estudiando”, sostuvo Frossasco, que insistió en que “se perdieron unos cuatro mil votos que no han sido contabilizados”.
Según sus cálculos, la coalición opositora se tiene que quedar con la banca 44 por unos 200 sufragios.
Desde la Justicia Electoral, destacaron que el resultado fue notificado a los partidos y que es oficial.
Señalaron que sólo quedaría pedir un recurso de reconsideración ante el Tribunal Electoral, y luego una apelación ante la Cámara.
Pero para ello, deben probar que la carga está mal hecha.
“Las planillas ya se revisaron una por una. Es casi imposible que la carga informática no coincida con la planilla física”, dijeron fuente del Tribunal, que integran Marta Vidal Vidal, Carlos Azocar y Jorge Namur.
Juntos hará mañana una presentación para que se cumpla con lo que ellos consideran que son los trámites inconclusos y de ahí en más decidirá si hay una instancia judicial de apelación para la banca 44, como ya lo hicieron con la de Pocho.
La proclamación de los futuros legisladores debe estar resuelta antes del 30 de noviembre, que es cuando se produce el recambio en la Unicameral.
MST
Desde el MST-Nueva Izquierda, Raúl Gómez sostuvo: “El resultado final del escrutinio definitivo corroboró lo que desde un inicio venimos denunciando. El conteo de votos fue una farsa que acompañaron los grandes partidos, para brindarle al PJ la tranquilidad de mantener la hegemonía en la Unicameral.
“Son incontables las irregularidades que se han sucedido durante el escrutinio. Primero, el escándalo de los votos visiblemente violados de la localidad de Pocho; luego, la adulteración de planillas para que cierren los números y la negativa sistemática a abrir las urnas para permitir que se exprese verdaderamente la voluntad popular”, sostuvo Gómez.
El dirigente del MST señaló que “si el conteo se hubiese realizado como es debido”, la banca 44 debería haber sido para Luciana Echeverría, primera candidata a legisladora por esa agrupación.
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