Los más cercanos a Macri evitan hablar del tema y el resto directamente no aparece en público. Observan que, de ganar, se viene una devaluación con más impacto inflacionario y un ajuste socialmente intolerable.
Por Leandro Renou
El lado B del acuerdo político entre el macrismo y la Libertad Avanza tiene una conclusión lapidaria. El espacio de Juntos por el Cambio y sobre todo sus economistas coinciden en que el plan económico de Javier Milei va a un fracaso seguro. Eso hizo que se partiera el bloque de técnicos de Juntos, entre los que prefieren no hablar del tema ni salir en público, y los que se exponen apoyando al libertario pero sin profundizar en el plan económico.
Según contaron a Página I12 fuentes de las diferentes fuerzas que integran Juntos, eso obligó a Mauricio Macri a salir a repescar a los ultras de su gobierno, que hasta ahora venían relegados. Son los que en su momento comulgaron con las ideas de Milei, eran fieles a Macri y hoy negocian lugares en un hipotético gobierno de LLA. El líder del PRO es que, según cuentan, conmina al resto para sostener a capa y espada un discurso que no impacte en el plan de Milei. Y sigue trabajando para coparle el centro de la escena borrándole propuestas polémicas que en la LLA se niegan a soltar.
La lista de críticos es bastante extensa e incluye a los economistas de la Coalición Cívica, de la UCR y hasta muchos del PRO que fueron funcionarios y ante la consulta de este diario pidieron preservar su identidad. ¿Qué ven que puede pasar si se aplican las recetas económicas de Milei? Un ajuste bastante peor al que planteaba Patricia Bullrich, con una devaluación fuerte y una disparada inflacionaria que se monta sobre el ya complejo escenario actual, con los precios corriendo arriba del 120 por ciento.
Uno de los más exigidos en este momento es Luciano Laspina, quien supo ser el economista de Patricia Bullrich hasta la llegada de Carlos Melconian. El santafesino cree que el plan económico de Milei "es malo", pero ya expresó su posición de votarlo. Fue uno de los pocos que lo expresó abiertamente. En la otra esquina, el que evitó definiciones fue Hernán Lacunza, último ministro de Macri y también ex ministro de María Eugenial Vidal en provincia. Melconian, por su parte, ya había charlado con Bullrich una estrategia comunicacional -que se expuso en campaña- sobre los riesgos de las propuestas económicas de Milei. Hoy, el ex Fundación Mediterránea cree que el planteo del libertario es impracticable sin un "estallido".
En el radicalismo, las posiciones están bastante más claras. Casi todos los especialistas negaron, directamente, que Milei tenga un plan económico. "La dolarización es imposible, y bajar 15 puntos del PBI, más aún". "Eso no es un plan", agregó un dirigente cercano a Martín Losteau. Las críticas del radicalismo, de todos modos, quedaron con un único vocero, el jujeño Gerardo Morales, que hace unas horas aseguró que "si gana Milei no vamos a poder pagar los sueldos".
Muchos de esos economistas que hablaron con este diario contaron además que la receta de LLA tiene, además, un problema político. Si la elección es tan pareja como muestran las encuestas, el que gane quedará condicionado. Y si el que triunfa es Javier Milei, aún más, porque no tiene forma de ordenar el caos que produjo rompiendo relaciones con todos los sujetos de poder y, sobre todo, con la calle, los gremios y los movimientos sociales.
Los "planes" y la mano de Macri
En este escenario y viendo la complejidad de defender el plan económico de Milei, Macri se vio obligado a salir a captar ex funcionarios de su círculo íntimo, que lo ayudaran no sólo a bancar el proyecto libertario, sino intentaran penetrar la fuerza libertaria para comandar el barco.
Así, Mauricio se reunió con el ex BCRA Federico Sturzennegger, a quien más escuchaba en su gestión, y lo quiere de funcionario de Milei. El otro que está jugando es Demian Reidel, ladero de Sturzenegger en el Centra y ex banquero del JP Morgan. Más lateralmente, Macri presiona para hacer jugar a otros dos de sus preferidos, que hoy no se mueven tan fuerte: uno es Luis "Toto" Caputo, el Messi de las finanzas, según Macri. Y Nicolás Dujovne, que por ahora insiste en seguir preservando su negocio de asesoramiento a ricos y famosos en el Uruguay, donde reside actualmente. Hace unos días, Macri charló con Milei y le dijo: "veo muy flojos tus equipos, primero ganá y después armamos".
Ahora bien, en medio de este torbellino político interno en LLA, Milei insiste en que "no tengo un solo plan, estoy analizando muchos". Y que esas propuestas no las quiere debatir con nadie, y menos con Macri. Mauricio no piensa lo mismo. De todos modos, entre los naipes que Mieli tiene en mano hay al menos cuatro o cinco programas de diferente autoría.
Carlos Rodríguez y Roque Fernández, ex funcionarios de Domingo Cavallo en el gobierno de Carlos Menem, tiene su propuesta, que no incluye dolarizar la economía. Darío Epstein, asesor económico, tiene otra diferente, sin dolarización ni cierre del BCRA, bancada por el banquero Juan Nápoli y la diputada electa Diana Mondino.
Héctor Rubini, un catedrático amigo de Javier Milei, le elevó una tercera opción, luego del que propio candidato le pidiera hacer un aporte. Esa propuesta la discutió con Emilio Ocampo, el encargado de cerrar el BCRA, y que a la vez le llevó a Milei un cuarto plan económico para analizar.
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