La oposición comenzó a delinear estrategias de cara a las elecciones de medio término. Apuestan a que una vieja jugada vuelva a dar rédito comicial en las urnas.
Mientras gran parte de la política se encuentra con la mirada puesta en la pandemia de coronavirus y la segunda ola de contagios, las elecciones de medio término no desaparecen del horizonte. Claro está, si bien la politiquería pasó al segundo plano para priorizar la seguridad sanitaria, la dirigencia busca tejer acuerdos y estrategias por lo bajo, en silencio.
En ese sentido, en Juntos por el Cambio comenzaron a delinear estrategias entre las partes. La alianza entre el PRO, la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica - ARI busca cerrar una oferta que marque la unidad de las tres patas fuertes del armado opositor. Sin embargo, las realidades no son las mismas.
Es que, el camino electoral que aún debe transitar el partido centenario es un escollo en la confirmación de jugadas comiciales para la oposición. La disputa entre el jefe de bloque de diputados bonaerenses de JxC, Maximiliano Abad, y el alcalde de San Isidro, Gustavo Posse, no definirá solamente la conducción boina blanca, sino también quien maneja la lapicera a la hora de negociar con el PRO y Lilitos. Por ello, la interna partidaria en marzo diluye levemente la confección de estrategias de parte del conjunto opositor.
Así, desde el PRO apuestan a convencer a sus aliados de utilizar una vieja jugada que rindió frutos. En el mano a mano que tuvieron hace casi cuatro años Esteban Bullrich y Cristina Fernández, el extinto Cambiemos catapultó a los Concejos Deliberantes de los 135 distritos a quienes tenían la venia para buscar la intendencia dos años más tarde. Es decir, que en el territorio la cabeza de la nómina de ediles sea para quien busque luchar por la intendencia en 2023.
La propuesta busca allanar el camino en el corto plazo y a futuro cuando la discusión se ponga sobre las cabezas nacionales y provinciales. Por ello, según pudo saber LaTecla.info, ya comenzó a sondearse a los alcaldes correligionarios. En el partido amarillo consideran que los jefes comunales serán claves en los armados y pueden incidir sobre el posicionamiento de cualquiera sea el próximo titular UCR.
Además, el tope a las reelecciones indefinidas -aún vigentes- ubica a un gran número de intendentes de JxC sin posibilidad de renovar su estadía en los sillones comunales. La propuesta cierra por todos lados para establecer una estrategia que se sostenga en el tiempo, dicen.
Sin embargo, no todo es color de rosas. “Lo que funcionó una vez, no necesariamente funciona dos veces”, sostienen desde parte de la alianza PRO-UCR-CC que pone reparos a cerrar formas antes de marzo venidero.
El mismo sector sostiene que los alcaldes del macrismo buscan cerrar jugadas electorales “como si esto fuese una liga de intendentes y no una fuerza nacional”. Así, marcan que “está bien que en los distritos lideren ellos (intendentes), pero donde no hay un intendente hay que ir a internas. Todos tenemos candidatos para poner”.
Además, parte de la línea que se referencia en Elisa Carrió apunta a algunos distritos como San Nicolás. Si bien la comuna está a cargo de un alcalde de JxC, Manuel Passaglia, los “Lilitos” reprochan su amplio pasado en el peronismo. Incluso, en 2019 buscaron vía libre para la interna y no lo lograron. Otro distrito que corre la misma suerte es Bragado, con Vicente Gatica a la cabeza, y donde JxC se fracturó en cuatro. Por un lado el oficialismo local, por el otro la CC, por otro el monzoismo, y por otro el possismo. Las internas contra alcaldes propios permitirían mantener la unidad y evitar una fragmentación mayor que se vuelva una derrota, sostienen.
De esa manera, el PRO busca ganar en la pulseada de Juntos por el Cambio y que los candidatos distritales comiencen a tejer con vistas a 2023. La negociación recién comienza.
“El mayor logro es no haberse fragmentado”
En conversación con LaTecla.info, el analista político Juan Pablo Schinello, puso en debate las estrategias territoriales que pueden marcar el rumbo del año electoral en las dos grandes coaliciones, Todos y Juntos por el Cambio.
En ese marco, el especialista en el anclaje territorial remarcó a este medio que “ante las elecciones que se avecinan, el peronismo deberá tener una estrategia electoral que le permita revertir el registro de tres derrotas consecutivas en elecciones de medio término en territorio bonaerense”.
De esa manera, marcó las particularidades que presenta el acto comicial de renovación legislativa.”A diferencia de las elecciones de medio término anteriores, esta estará atravesada por dos coaliciones electorales que no permiten que se desarrolle una tercera opción competitiva. Estimo será una disputa más reducida y polarizada”.
“Para la oposición el mayor logro es no haberse fragmentado, como lo hizo el peronismo en 2015, luego de la derrota electoral. Esto le permite tener chances electorales en la provincia y posicionarse como la oposición real al gobierno”, sentenció Schinello.
Así, remarcó que “al mismo tiempo, a pesar de perder el control de la provincia, Juntos por el Cambio logró mantener distritos con importante caudal de votos como La Plata, General Pueyrredón, Lanús, Tres de Febrero, Bahía Blanca, San isidro, San Miguel y Vicente López, que sumados a municipios más pequeños administran al 32% del padrón electoral provincial”.
“Juntos por el Cambio no tendrá responsabilidad ni en el gobierno nacional, ni provincial, en otro año en donde la crisis por la Pandemia Covid-19 y sus consecuencias sociales, políticas y económicas suelen complicar a los oficialismos en el mundo”, consideró.
En tanto, señaló que el oficialismo “apelará a una fórmula que le permitió el éxito electoral del 2019. El armado de un frente con tres sectores de bases electorales amplias en la provincia de Buenos Aires: el kirchnerismo, el Frente Renovador y los intendentes peronistas”.
“Asimismo, el principio de acuerdo por el control del Partido Justicialista, en donde Máximo Kirchner consiguió el apoyo de la gran mayoría de los jefes territoriales, podría incluir un acuerdo más amplio en la conformación de listas y así evitar internas que perjudiquen el armado electoral del oficialismo”, detalló.
Por último, Schinello señaló que “como muestra la experiencia de las últimas tres elecciones, la definición del candidato principal y las estrategias de campaña que permitan captar mejor las demandas de los ciudadanos bonaerenses, será lo que permita definir la elección en el territorio en el que gobierno y oposición apuestan todas sus fichas”.
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