La mesa nacional de Juntos por el Cambio se reunió para consensuar la estrategia legislativa para detener el intento del Presidente de remover a los jueces
Por Matías Moreno
Tras una cumbre de la conducción nacional de Juntos por el Cambio (JxC), los jefes de la coalición opositora ratificaron que irán a dar batalla en el Congreso con el objetivo de frenar el intento de la Casa Rosada de avanzar con el juicio político contra los cuatro jueces que integran la Corte Suprema de Justicia.
En un comunicado que acordaron después del cónclave, los altos mandos de JxC expresaron su preocupación por la embestida del presidente Alberto Fernández contra la cabeza del Poder Judicial: advirtieron que la jugada implica un quiebre del Estado de Derecho y alertaron sobre la gravedad institucional del conflicto.
Los referentes de Pro, la UCR y la CC, entre otras fuerzas que conforman la alianza opositora, definieron que esperarán que el oficialismo reúna el quórum en la Comisión de Juicio Político -el Frente de Todos tiene la mayoría en ese cuerpo- para presentarse a dar debate. “De ninguna manera vamos a dejar vacío el Parlamento. Seguiremos cumpliendo con el rol que nos asignó la sociedad”, indicaron las autoridades de la fuerza.
En la discusión parlamentaria, el interbloque de JxC planteará que los cargos que el kirchnerismo les imputa a los jueces supremos son “inadmisibles”. Para contrarrestar la ofensiva del oficialismo, argumentarán que el Gobierno no acata el fallo de la Corte que restituyó los fondos de coparticipación a la Ciudad y que se sostiene en espionaje ilegal para acusar a Horacio Rosatti, titular del máximo tribunal. “Manifestamos nuestro enérgico rechazo al espionaje ilegal y denunciamos al Gobierno por auspiciar y utilizar estos mecanismos. Urge el imperio de la legalidad y la sanción sobre todas las conductas que la violenten”, subrayó la mesa nacional de JxC.
A la vez, confirmaron que no tratarán ni aprobarán ningún proyecto del oficialismo hasta que la Casa Rosada no detenga la ofensiva para enjuiciar a los jueces supremos. De esa forma, presionará al Frente de Todos para que se acorte lo máximo posible el proceso de investigación. Será una complicación para el ministro de Economía, Sergio Massa, quien había negociado con la oposición el tratamiento de las leyes de fomento a la agroindustria, la exportación de gas natural licuado y un monotributo para el sector tecnológico durante las sesiones extraordinarias.
“Mientras siga este atropello contra la Corte no vamos a prestar quórum y darle viabilidad a ningún proyecto que impulse el Gobierno o el Frente de Todos”, anunció la conducción de JxC.
De esta forma, la principal coalición opositora buscará exhibir una respuesta institucional frente al intento de Fernández de remover a Rosatti, Ricardo Lorenzetti, Carlos Maqueda y Carlos Rosenkrantz, integrantes del máximo tribunal del país.
En la cumbre virtual participaron desde los presidentes partidarios Patricia Bullrich (Pro), Gerardo Morales (UCR), Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) y Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Republicano Federal) hasta los jefes parlamentarios del espacio, como Mario Negri, Cristian Ritondo, Juan Manuel López, Alfredo Cornejo, Humberto Schiavoni, Luis Naidenoff y Margarita Stolbizer (GEN). También estuvieron el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el senador nacional Martín Lousteau y los gobernadores radicales Rodolfo Suárez (Mendoza) y Gustavo Valdés (Corrientes). Mauricio Macri, que se encuentra en Cumelén y reaparecerá el pasado mañana en Mar del Plata, se conectó durante unos minutos, pero se retiró de la reunión de la cúpula del espacio sin hablar.
Desde que Fernández puso en marcha su ofensiva contra la Corte, la mayoría de los referentes opositores concordaron en que sería conveniente asistir a debatir a la Comisión de Juicio Político, que controla la oficialista Carolina Gaillard, para rebatir los argumentos con los que el kirchnerismo pretende sostener la acusación contra los jueces supremos y contrarrestar el operativo “desgaste” contra los magistrados. “Se consolidó la posición de ir a dar el debate y ponerse duros. Tenemos que estar”, afirman desde la cúpula de JxC. Rodrigo De Loredo (Evolución Radical) había puesto reparos ante ese planteo: aventuraba que el oficialismo buscará embarrar la discusión, por lo que no descartaba vaciar la comisión y faltar a las reuniones, para no contribuir al “circo político” del kirchnerismo. Hoy, Lousteau no reflotó ese planteo durante la cumbre virtual de la mesa nacional.
La idea de convocar a un encuentro de la mesa nacional surgió después de que los titulares de las bancadas de JxC en Diputados discutieran la hoja de ruta de la estrategia que llevará adelante el conglomerado opositor en la Comisión de Juicio Político de la Cámara baja.
Está claro que la ofensiva del Gobierno contra la Corte lo empuja a JxC a abroquelarse en el Congreso y estimula una mayor articulación de la coalición opositora. Pero entre los referentes opositores se pusieron en guardia y pretenden cerrar filas, ya que dan por descontado que el Gobierno buscará dividir a JxC -impulsando, por ejemplo, el pedido de juicio político de la CC contra Lorenzetti- y agitar las tensiones genera el armado electoral para las presidenciales.
Una vez que el Frente de Todos cite a la reunión de Comisión de Juicio Político, ese cuerpo tiene quince días para aprobar la admisibilidad del proceso. En Pro, la UCR y la CC están convencidos de que deben asistir al debate para advertir ante la opinión pública que los cargos con los que el kirchnerismo pretende remover a los jueces de la Corte son “inadmisibles”.
Durante el fin de semana los jefes de JxC evaluaron la posibilidad de reflotar los proyectos de juicio político contra el Presidente y Cristina Kirchner, como parte de la contraofensiva contra el Frente de Todos. Esa jugada perdió fuerza durante las últimas horas, ya que en un sector de JxC entienden que el oficialismo podría “rechazar de entrada” esos pedidos con el argumento de que no fueron incluidos en el temario de las sesiones extraordinarias y que el trámite recién debería comenzar en marzo próximo, o que “no tienen entidad”.
La Comisión de Juicio Político está integrada por dieciséis diputados de la bancada del Frente de Todos, catorce de Juntos por el Cambio y uno del interbloque Federal: Alejandro “El topo” Rodríguez. Las espadas parlamentarias de JxC se mantienen en permanente contacto con Rodríguez para explorar una estrategia común. Fernández no tiene el número para aprobar el proyecto para enjuiciar a los cuatros jueces supremos -se necesitan dos tercios de los presentes en la Cámara-, pero el oficialismo tiene los números para iniciar el sumario y activar la investigación en la Comisión. Con el control del cuerpo, amenazan con citar a testigos, solicitar informes o hacer inspecciones, entre otras medidas. Leopoldo Moreau anticipó que podrían convocar a los jueces. En JxC consideran que el FDT no podrá hacerlo sin autorización judicial.
En JxC quedaron en estado de alerta después de que el Gobierno avanzó con la firma del pedido de juicio político y anticipó que convocará a sesiones extraordinarias para mediados del corriente mes. Evalúan con preocupación el avance contra la Justicia y la amenaza de reformar el consejo de la Magistratura a través de un DNU.
El Presidente busca remover por el fallo que restituyó los fondos de coparticipación a la Ciudad y el de la integración del Consejo de la Magistratura.
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