El gobierno de la provincia de Buenos Aires busca mejorar las perspectivas de intención de votos en varios puntos. El Conurbano, histórico bastión peronista, no refleja una mejoría y en algunos casos la derrota ya se aceptó antes del primer testeo electoral. La meta, que la diferencia no supere los 20 puntos.
A casi un mes del primer testero electoral, las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de agosto próximo, el gobierno de la provincia de Buenos Aires comienza a avanzar en su propio Plan B. Es que, los números que poseen en Calle 6 de la ciudad de La Plata, arrojan un escenario más que dificultoso en algunos distritos en particular.
La distancia entre el peronismo unido en el Frente de Todos y Juntos por el Cambio no logró achicarse, no solo en las últimas semanas, sino que respecto a mediciones previas, aumenta en detrimento de los sueños reeleccionistas de María Eugenia Vidal.
De esa manera, la estrategia electoral que lidera el jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, diagramó un nuevo escenario para los “voluntarios” cambiemistas. Claro, el objetivo, que cuenta con el aval y acompañamiento de la mesa de conducción del PRO bonaerense, con Jorge Macri (Vicente López) y Néstor Grindetti (Lanús) como referentes, es avanzar en una campaña a “baño María”. Es decir, generar un crecimiento paulatino en el rendimiento de la papeleta Vidal – Daniel Salvador. Cocinar la victoria a paso lento.
Para ello, las PASO darán un escenario previo que será utilizado por el gobierno provincial para establecer un piso de votos y salir a la caza de la disputa en octubre con la atmosfera aclarada. Con dicho panorama, el Conurbano tiene particular interés para el gobierno, claro está, se trata del histórico bastión peronista y donde más impactaron las políticas económicas de Mauricio Macri.
En ese sentido, según confiaron desde la cúpula del PRO bonaerense a LaTecla.info, el gran objetivo que tendrán los candidatos comunales en los denominados distritos “sin tierra” no pasará por la búsqueda de la victoria ante los alcaldes pejotistas. Lejos de eso, un puñado de comunas aparece como zonas de derrotas aseguradas. La lectura siempre se realiza puertas adentro, lejos de ser reconocida en las calles ante los vecinos o ante la misma dirigencia.
Para ello, localidades de la Primera y la Tercera Sección electoral, donde la brecha entre el oficialismo y Juntos por el Cambio llega a casi 30 puntos, se buscará acortarla como de lugar. “Hay distritos que si perdemos por 20 puntos, hacemos negocio”, explicaron desde el partido amarillo, al tiempo que detallaron: “esos 10 puntos de crecimiento, van a ser importantes para conseguir la reelección de María Eugenia y que Mauricio llegue bien a la segunda vuelta”.
Conforme lo detallado a este medio, se trata de los distritos de Merlo, conducido por Gustavo Menéndez; Moreno bajo el mando de Walter Festa; Malvinas Argentinas liderado por Leonardo Nardini; Avellaneda, con Jorge Ferraresi a la cabeza; Ensenada y el ultra K Mario Secco; La Matanza y Verónica Magario; José C. Paz, distrito de Mario Ishii; y Berazategui, de Patricio Mussi.
En cada una de las comunas, el gobierno da por sentado que el peronismo retendrá la intendencia y lo hará sin grandes sobresaltos. Por ello, los alfiles locales tienen la suerte de ser kamikazes electorales. Se inmolarán a una derrota asegurada, con el objetivo de incrementar el caudal de votos de las papeletas bonaerenses y nacionales. Claro está, la lealtad es bien pagada en Juntos por el Cambio y la mayoría de los kamikazes retornarán a la gestión provincial.
En Merlo, hay dos dirigentes que de cara a las PASO buscarán nutrir la interna de la alianza. Son Juan Gómez Centurión y David Zencich, el primero cuenta con el acompañamiento de María Eugenia Vidal, quien ya se sacó la foto para hacerlo explícito. En Moreno, el aspirante y uno de los que la tiene más difícil es Leonardo Coppola. Si bien el peronismo lleva siete lista a las PASO, las fuerzas tiene una diferencia de 30 puntos, con la alianza Juntos por el Cambio apenas en 20 por ciento de apoyos.
En Malvinas Argentinas la historia dista, el aparato del candidato cambiemista, el ex intendente Jesús Cariglino, aun tiene peso y por eso Leonardo Nardini no quiere dejar nada librado al azar. No obstante, en Gobernación duda que consiga una victoria, aunque ven que es el distrito donde más se puede acortar la brecha por el peso que tiene el ex Barón del Conurbano.
Avellaneda y Ensenada cuenta con muchas similitudes, los intendentes ultra kirchneristas llevan años de cosechar el acompañamiento de los ciudadanos y el rival es débil. Ni Luis Otero, ni Gustavo Asnaghi, respectivamente, logran cercanía con los vecinos. A priori, parecen las comunas más difíciles para que la brecha se extienda.
Similar es la contienda electoral en José C. Paz; La Matanza; y Berazategui. Tres distritos históricamente peronistas y donde la suerte siempre fue adversa para la alianza PRO-UCR-Coalición Cívica. Ezequiel Pazos; Alejandro Finocchiaro; y Julián Amendolaggine, respectivamente son los candidatos que tendrán la difícil tarea de achicar la distancia a al menos 20 puntos.
Como si fuera poco, según los datos que maneja el gobierno, en cada comuna el peronismo se ubica en el orden de los 50 puntos y las mismas adhesiones se trasladan a Axel Kicillof como rival de Vidal, y Alberto Fernández como contrincante de Macri.
De esa manera, en Juntos por el Cambio no quieren que las derrotas sean goleadas y busca acortar la distancia.
El interior y un caso particular
Conforme lo que pudo saber LaTecla.info, en Chivilcoy, la jugada de Juntos por el Cambio será directamente sobre la papeleta para la gobernación y la presidencia. Es que, la conformación local de la candidatura a intendente no cosechó la armonía. La rival del intendente Guillermo Britos será la concejala de extracción radical, Lourdes Zaccardi, quien no cuenta con el aval de la Unión Cívica Radical local. “No nos llamo, no vino al comité a decirnos que quería ser candidata”, señalaron desde la UCR del distrito de la Cuarta Sección. Claro, Zaccardi fue apuntalada por el secretario del Interior de la Nación, Sebastián García de Luca, y no fue producto del consenso de Juntos por el Cambio. Por ello, el trabajo de la militancia distrital será para que las boletas de Vidal y Macri se impongan.
Tres con temor en Gobernación
San Vicente, Berisso y Pilar son mirados con recelo por el equipo de la gobernadora María Eugenia Vidal. Las comunas no lograron las mejores gestiones y los números de la oposición son similares a los que poseen los alcaldes que van por la reelección. De los tres, el más complicado es Mauricio Gómez (San Vicente), quien enfrentó duras críticas por desidia comunal, agresiones en el Hospital y nepotismo. Por su parte, el berissense Jorge Nedela, debió ser intervenido por el equipo del ministro de Economía, Hernán Lacunza para enderezar el rumbo de la gestión económica. En su mandatao, la deuda aumentó sideralmente y por ello debió recortar de manera obligatoria los gastos, horas extras y cerrar áreas de gestión. Diferente es la historia para el pilarense Nicolás Ducoté que tiene como gran enemigo a la posible unidad peronista, por ello conformó una lista con buena presencia de dirigentes de la doctrina justicialista. De los tres es el que se encuentra en un mejor escenario, pero las chances de ser derrotado son un temor latente para la gobernación que no quiere perder ninguna comuna.
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