El PRO y la UCR no lograron consensuar una lista de unidad en territorio bonaerense. El radicalismo pretende que neurocientífico encabece la boleta; Rodríguez Larreta plantea lo mismo para el vicejefe de Gobierno.
Cuando se apagó el Zoom, a todos los integrantes de la mesa de conducción de Juntos por el Cambio les quedó clara una cosa: habrá internas entre Diego Santilli y Facundo Manes. Las negociaciones entre el PRO y la UCR para evitar esa disputa no llegan a ningún resultado positivo. Entre otras cosas, porque los radicales quieren que sí o sí encabece el neurocientífico y los del PRO, lo mismo con el vicejefe porteño. En el encuentro virtual de la mesa nacional –al que ex presidente Mauricio Macri solo se sumó sobre el final- también se fijó una regla: donde no haya acuerdo para formar el frente, nadie podrá usar el nombre “Juntos por el Cambio”. Es por los serios problemas que vienen teniendo para cerrar en La Rioja, San Luis y Neuquén. En este último lugar, directamente van por separado porque la Coalición Cívica no aceptó la incorporación del ex gobernador Jorge Sobisch. Aun con su llegada tarde, Macri pudo comprobar que, a la hora de los cierres, ya no es el que maneja la lapicera. Es una dura realidad que el ex presidente todavía le cuesta adaptarse. La ve de lejos y desde España. La mira por Zoom.
El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, por otro lado, logró la mayoría de sus objetivos: consiguió que la candidata en la Ciudad sea María Eugenia Vidal y que Patricia Bullrich -a quien Macri dejó sola- se baje. También consiguió que Santilli sea el único candidato del PRO en la provincia de Buenos Aires, luego de que convenciera a Jorge Macri para que se baje. Manes, por su lado, no la tiene tan fácil con Gustavo Posse. El intendente de San Isidro sostiene su intención de competir con una segunda lista radical (y tercera en la interna), lo que podría restarle votos. Hay quien cree que terminará negociando y bajándose “a lo Jorge Macri” (que, según cuentan, se cobró cara su dimisión).
Cuando Jorge Macri se bajó, hizo un llamado a los otros candidatos a que imiten su ejemplo para no hacer “una interna funcional al kirchnerismo”, pero no hay caso: los radicales están decididos a encabezar la lista bonaerense. Y si tienen que ir a una interna, mejor. Ganarle al candidato de Larreta puede ser una forma, para la UCR, de cambiar el balance de poder en Juntos por el Cambio que siempre los tuvo como los socios menores. Del lado de Larreta, como es obvio, no existe la intención de regalarles ese lugar. Por lo tanto, en la reunión virtual de la mesa de conducción de Juntos por el Cambio se dio por descontado que habrá internas.
A lo sumo, se trabaja para que no sean salvajes: la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, junto con el titular de la UCR; Alfredo Cornejo, se comprometieron a armar un “código de buenas prácticas”, una suerte de lista de acciones no deseables en las primarias. El cierre en provincia de Buenos Aires también incluyó un piso de 20 por ciento para las listas que compitan, lo que destruyó la posibilidad de sumar como aliado a José Luis Espert, que corre por afuera y restando votos. Solo esperan que no sean muchos.
Además de Cornejo, Bullrich y Larreta, en el encuentro estuvieron el senador Humberto Schiavoni, los integrantes de la Coalición Cívica Maximiliano Ferraro, Maricel Etchecoin y Juan López; y los radicales Mario Negri y Luis Naidenoff. Solo sobre el final, entró Macri, quien se encuentra en Europa a la espera de poder regresar al país. Simbolismos: el cierre de listas lo encuentra con un océano de distancia y con una baja injerencia en la definición de las candidaturas, algo que ocurre por primera vez desde que se fundó el PRO. De hecho, Macri no quería ni a Santilli en provincia ni a Vidal en Ciudad de Buenos Aires. Todo le salió al revés al ex líder del PRO.
Cornejo, Bullrich y Ferraro fueron los encargados de repasar la situación distrinto por distrito en el encuentro, tras el cierre de alianzas. Como dijo Larreta, hace algunos días: “Hay un dato muy bueno cuando se cerraron las alianzas: Juntos por el Cambio se presentó como alianza en 23 de los 24 distritos, en todo el país entero. Es un orgullo, un lujo”. El distrito que falta es Neuquén, donde hubo una batalla campal entre los aliados, que llevó a la mesa nacional a tomar una determinación: donde no haya acuerdo para conformar el frente nadie podrá usar el sello de “Juntos por el Cambio” (también hubo quejas porque en provincia de Buenos Aires, se inscribieron como “Juntos”; Macri se huele que están tratando de despegarse de su Gobierno). Antes de que se tomara esa decisión de la mesa nacional, ya la Coalición Cívica había presentado una impugnación para que los otros socios no usaran el nombre de la alianza en Neuquén.
¿Qué fue lo que pasó en Neuquén? La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, objetó que el PRO quisiera sumarlo a Sobisch, a quien en todas las campañas le recuerdan el asesinato del docente Carlos Fuentealba. Finalmente, la Coalición Cívica optó por ir por separado, con su candidato Carlos Eguía.
En su momento, Ferraro como titular nacional de la CC-ARI fue muy duro sobre lo ocurrido en Neuquén: “La mezquindad, la miopía y la falta de amplitud de los dirigentes del PRO y de la UCR impiden la conformación de JxC en la provincia de Neuquén, lo que niega la posibilidad de candidaturas competitivas en este momento trascendental de nuestro país. Ante esta decisión arbitraria e inexplicable, desde la Coalición Cívica ARI confirmamos que nos presentaremos a elecciones y vamos a defender los valores y principios de Juntos por el Cambio”, tuiteó. Esperan que este sea el único distrito donde no compitan juntos, aunque hay otros dos cierres difíciles.
Los otros dos distritos conflictivos son San Luis y La Rioja. En esta última hay una disputa entre el PRO y la UCR por la cabeza de la lista de diputados. Las opciones son Julio Sahad, del PRO, que necesita renovar su banca, contra el senador Julio Martínez, que quiere ese puesto para la UCR. En San Luis, el PRO y la CC-ARI respaldan a Claudio Poggi y los radicales quieren otro candidato.
Por Werner Pertot
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