Los referentes partidarios resaltaron que profundiza la percepción de fracaso del Gobierno y que nunca el Presidente había sido un competidor fuerte; muchos creen que ahora el candidato será Scioli
Matías Moreno
El anuncio de Alberto Fernández sobre su renunciamiento a la reelección tomó por sorpresa a la mayoría de los aspirantes presidenciales de Juntos por el Cambio que se alistan para competir en los próximos comicios. Si bien consideraban que Fernández no tenía chances de anotarse en la carrera, los jefes de Pro, la UCR, la Coalición Cívica (CC) y Encuentro Republicano Federal no esperaban que el Presidente comunicará hoy su decisión, en medio de la tormenta cambiaria por la disparada del dólar blue.
Los principales referentes del conglomerado opositor relativizaron el impacto político del corrimiento de Fernández del mapa electoral. Lo vincularon al desgaste de la figura del primer mandatario, quien tenía un alto nivel de rechazo social en las encuestas y la valoración negativa de su gestión, y a la presión del kirchnerismo para que se bajara. Aún atravesados por las tensiones internas que despertó el sistema de votación en la Ciudad o la amenaza del fenómeno libertario de Javier Milei, varios integrantes de la plana mayor del espacio minimizaron la trascendencia de la decisión del Presidente y salieron a cuestionar el legado de Fernández apenas se conoció el video de siete minutos en el que el jefe del Estado comunicó que no formará parte de la contienda electoral. En la cúpula de la fuerza intuyen que el paso al costado del Presidente no aumentará las chances del oficialismo de retener el poder nacional.
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Patricia Bullrich, una de las precandidatas a presidente de Pro, optó por el silencio. En su tropa visualizan que el renunciamiento de Fernández a competir por un segundo mandato no alterará el escenario electoral, pero aguardan que tranquilice a los mercados y frene la corrida cambiaria que provocó la feroz interna en el oficialismo. Es que, con la aceleración de la crisis y la profundización del hartazgo social con la clase dirigente, en las filas de la oposición inquieta más el estancamiento de la marca JxC en los sondeos y la falta cohesión interna que la chance de que el peronismo se ordene y logre recuperar competitividad. Hoy, la principal fuerza opositora enfrenta dos desafíos: frenar la sangría de votos a Milei y diseñar una estrategia para recuperar la provincia de Buenos Aires, la fortaleza electoral de Cristina Kirchner.
Patricia Bullrich durante su presentación en la Sociedad RuralAlejandro Guyot - LA NACION
Bullrich y los suyos especulan que Fernández declinó su ambición de ir por la reelección cuando el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, dejó abierta la chance de desdoblar los comicios generales de octubre en la provincia de Buenos Aires. Ahora creen que el candidato del Frente de Todos podría ser Daniel Scioli o Eduardo “Wado” de Pedro. Si bien Bullrich dijo que le gustaría enfrentarse con Cristina Kirchner -la ayudaría a polarizar y capitalizar su rol de garante del voto macrista-, sus armadores apuestan a que la vicepresidenta no se subirá al ring.
Hernán Lombardi fue uno de los encargados de fijar postura de la exministra. “Alberto nunca fue candidato. Ahora van a oscilar entre Scioli, que le puede juntar unos votos, y una candidatura ideologizada, como Wado o Cristina. Creo que dan por perdida la elección o saben que tienen escasas chances”, afirma.
Horacio Rodríguez Larreta, acompañado por Martín Redrado, en Rosario
Según Lombardi, la gestión de Fernández “fue irrelevante desde el principio hasta el final”. “Destruyó el valor de la palabra presidencial. Nadie recordará ni lamentará al peor presidente desde 1983. Deja infinita pena y nada de gloria”, recalcó.
Horacio Rodríguez Larreta, rival de Bullrich en la compulsa interna de JxC, repite hace meses que Fernández no tenía posibilidades de ser reelecto por la delicada situación económica y social del país. En su búnker visualizaban con preocupación la chance de que Sergio Massa, ministro de Economía de Fernández, sea el postulante empujado por el kirchnerismo. Sin embargo, la escalada inflacionaria llevó alivio al comando larretista. “Sabíamos que Fernández no podía ser candidato”, afirmaron cerca de Larreta, quien, tras su ruptura con Macri, aspira a seducir a una porción de los desencantados con el experimento del Frente de Todos.
El alcalde se enteró del sorpresivo anuncio de Fernández mientras recorría la ciudad de Rosario junto al economista Martín Redrado, una de sus últimas incorporaciones. “Es una muestra más del fracaso de este gobierno. De todo el kirchnerismo. Peor que lo que estamos no podemos estar”, remató Larreta, quien alertó sobre la espiral inflacionaria y el incremento de la pobreza. A su vez, subrayó que Fernández “gobierna hasta el 10 de diciembre”. En la cima de la Ciudad no tienen claro quién podría ser el competidor del Frente de Todos, aunque varios armadores de Larreta creen que ahora el candidato será Scioli.
En la lógica del larretismo, el cristinismo duro no podrá despegarse de Fernández. Por eso, Diego Santilli, precandidato de Larreta en Buenos Aires, advirtió que Kicillof o Massa también son “responsables” por el fracaso del Gobierno del Frente de Todos, una herramienta electoral que diseñó Cristina Kirchner en 2019 para enfrentar a Macri. “La decisión del Presidente es la consecuencia del fracaso de todo el gobierno. Fracasaron con la inflación, la inseguridad y la generación de empleo. Nos mintieron y nos hicieron fracasar a todos como sociedad”, completó.
En esa misma línea, Fernando Straface, uno de los estrategas de Larreta, consideró que la renuncia de Fernández a pelear por “la reelección acelera la descomposición de la coalición gobernante”. “Y esto impacta en las expectativas de la sociedad sobre JxC, que más que nunca debe hacer un esfuerzo por cultivar la unidad y preparar un plan de gobierno serio sobre los problemas que enfrenta el país”, señaló Straface, secretario de Gobierno y Relaciones Internacionales de la Ciudad.
En el equipo de campaña de María Eugenia Vidal, una de las representantes de Pro que aspira a llegar a la Casa Rosada, no se sorprendieron por la definición del Presidente. “No creemos que pueda cambiar el escenario. La candidatura de Fernández era una pantomima. No tenía chances”, afirmaron. De hecho, Cristian Ritondo, que pretende disputar la sucesión de Kicillof, ironizó que la “noticia hubiese sido que Fernández se presente” para competir en los comicios.
Gerardo Morales, precandidato a presidente de UCR, está convencido de que el PJ no logrará recuperarse durante los próximos meses por el declive económico. Es más: aventura que ningún postulante del oficialismo podrá ser competitivo en las urnas. “El Gobierno no remonta con ningún candidato en este marco de caos social u económico”, apuntó Morales ante la consulta de LA NACION.
El gobernador de Jujuy, además, cuestionó con dureza la herencia de la gestión de Fernández. Y dijo que hubiese sido una “irresponsabilidad” del mandatario que pretenda seguir al frente del país. “Su legado es más atraso, más endeudamiento, más inflación, más pobreza, más desorden, sin liderazgo ni carácter para gobernar el país. Sería una irresponsabilidad pretender seguir conduciendo el país a la ruina”, sostuvo Morales.
Facundo Manes, rival de Morales en la interna radical por la candidatura presidencial, se mostró más prudente a la hora de evaluar el anuncio de Fernández. “Se trata de un tema para dirimir la interna del oficialismo y yo pertenezco a otro espacio político. En relación a los fundamentos que presenta, se entiende que en este momento tan dramático se aboque como única responsabilidad a trabajar para que la realidad económica y social no siga empeorando aún más”, puntualizó Manes en diálogo con LA NACION.
A su vez, el neurólogo remarcó que es “insoslayable considerar que se llega” esta situación -por el corrimiento de Fernández- debido al “fracaso de su propio gobierno que le imposibilita tener expectativas de ser reelecto ejerciendo la presidencia”.
Facundo Manes y Martín LousteauCollage
Por su parte, el senador nacional Alfredo Cornejo (UCR), quien aspira a regresar al poder en Mendoza, consideró que “la declinación de Fernández es síntoma del absoluto fracaso que fue su gobierno”. “Muy pronto, los argentinos tendremos un nuevo gobierno, que reconstruya la esperanza tras el desastre que están dejando”, sostuvo.
Para Martín Lousteau, aspirante a jefe de gobierno de la UCR, la definición de Fernández no altera el tablero. En diálogo con A24, resaltó que el mandatario no tenía posibilidades de competir por el agravamiento de la crisis. “Tenemos un presidente que casi todas sus acciones, sean graves o no, terminan siendo irrelevantes”, lanzó.
Lousteau pronosticó que la economía caerá un 4% y que habrá menos puestos de trabajo y más pobreza. “En ese contexto, el presidente decide que no va a postularse porque no puede ser candidato y hace un video de 7 minutos como si su presidencia y su renuncia a ser candidato fueran épicas”, indicó.
En la fuerza de Elisa Carrió, otra de las aspirantes a presidenta, pusieron énfasis en que JxC debe “enfocarse en ordenarse, fortalecer la unidad y amistad política”. “Es imprescindible avanzar con el acuerdo programático”, indicaron desde la Coalición Cívica. La semana próxima la mesa de la coalición opositora podría retomar las reuniones de los presidentes de los partidos. Cuando faltan cuatro meses para las PASO, la fuerza aún no definió sus reglas de juego: si irá con fórmulas mixtas o si habrá listas únicas en las categorías de diputados y senadores nacionales. Pese a los cortocircuitos por los cierres en las provincias o los cruces públicos por los coqueteos con Milei, la cúpula del espacio no se reúne desde febrero: “El silencio aturde”, afirman desde el radicalismo.
Maximiliano Ferraro, titular de la CC, consideró que “la triste realidad y la pésima administración del país” empujaron al Presidente a bajarse de la candidatura. “Se baja de donde nunca estuvo. Quizás se podría subir donde tampoco nunca estuvo: a la altura de un jefe de Estado que ofrezca, al menos, algún plan para solucionar los problemas que día a día aquejan a los argentinos: inflación, pobreza, inseguridad. Sobre eso, seguimos sin novedades”, resaltó Ferraro.
Allegados a Carrió, quien acusó a Macri de querer aliarse con Milei, consideran que JxC debe aplacar los conflictos internos y exhibir una mayor cohesión interna para ahuyentar el riesgo de fragmentación. A su vez, aventuran una elección reñida con el kirchnerismo. “Ellos son un aquelarre, pero la vaca no está atada”, sentencian.
En tanto, Miguel Ángel Pichetto, precandidato a presidente de Encuentro Republicano Federal, aventuró que Cristina Kirchner jugará en tándem con Massa para apaciguar la inestabilidad cambiaria. Respecto del esquema electoral del oficialismo, dudó de que haya internas tras el renunciamiento de Fernández. “Creo que el Presidente no va a poder tener gravitación política para imponer una agenda en primarias”, dijo Pichetto en LN+.
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