A pocos días del cierre de las alianzas electorales, el Frente de Todos no tiene definido a sus candidatos y aún continúa la disputa si habrá, o no, internas entre sus principales referentes. Al respecto, el ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, advirtió: “Si el electorado peronista no tiene a sus candidatos que responden a la voluntad propia, es decir sin ser elegidos a dedo, evidentemente va a haber un rechazo muy grande hacia las actitudes indicativas, que no responden a un espíritu democrático, sino a la necesidad de generar una estructura de poder”.

“Es conveniente para el peronismo que las PASO sean abiertas, que haya la mayor transparencia posible en la cantidad de candidatos que compitan, y que la gente vea que es una expresión genuina”, agregó. En cuanto a las internas bonaerenses, evaluó: “Victoria Tolosa Paz siempre compitió en la provincia, las dudas tendrían que estar puestas en Axel Kicillof; el manifiesta que quiere ser candidato pero la conducción de su espacio no termina de desmentir que les gustaría competir para la presidencia”.  

“Kicillof no tiene una extensa carrera en el justicialismo, está donde está en un 90 por ciento por la voluntad política de Cristina Fernández de Kirchner”, amplió. En este sentido, De Vido opinó sobre la figura de Máximo Kirchner: “Para un dirigente con sus potencialidades, La Cámpora es como una mochila de piedra porque no concita volumen de apoyo popular en absoluto”. 

En tanto, sobre las probables alianzas electorales, consideró: “El Frente de Todos es cada vez más chiquito en relación al volumen total del electorado, con cada vez más rechazo y menos posibilidades de ganar”. A su vez, se refirió al rol de Cristina Fernández de Kirchner: “Ella, liderando el movimiento nacional y popular, en realidad lo que está intentando es dirigir el plano electoral del Frente de Todos. Eso es muy difícil de hacer cuando uno se corre, te piden que seas candidata y te bajás, más allá de todas las razones que tenga para hacerlo”. 

“El candidato de consenso lo va a determinar la gente; el único que podría haber habido dijo que no, que era Cristina Fernández de Kirchner”, añadió.

Finalmente, hizo mención a la judicialización de la política: “Hay una ausencia del poder legislativo, sobre todo en materia del control a la justicia. El punto de inflexión fue la doctrina Irurzun, y luego mi desafuero por el hecho que significó desaforar a un diputado sin siquiera haberme indagado ni ejercer el derecho primario de defensa que tiene cualquier ciudadano; esta situación hoy hace posible que el presidente de la Corte sea el del Consejo de la Magistratura (Horacio Rosatti) y que la Corte intervenga en las provincias”.