El intendente de La Plata propuso ampliar la base de sustentación de Juntos y sumar a "los extremos, los moderados y los intendentes".
El intendente de La Plata, Julio Garro, está convencido de que para conseguir el objetivo de que Juntos recupere la Nación y la Provincia en 2023 debe “ampliar su base de sustentabilidad”. Y no da rodeos: “Los extremos tienen que estar acá adentro, los moderados y los independientes también. Es la única manera de derrotar al kirchnerismo”.
Tras su paso por Mar del Plata, donde participó de la reunión de intendentes bonaerenses del Pro, el jefe comunal de la capital provincial asegura que las peleas que se dan entre distintos sectores del espacio son parte del crecimiento. “Hay que conducirlos hacia el ‘23 con el único objetivo que es cambiar el gobierno nacional y el de la provincia. Si no crecemos y no generamos la base de sustentabilidad política que necesitamos es difícil”, afirma en una entrevista con 0223.
-¿Qué balance hace del encuentro de los intendentes bonaerenses del Pro?
-Muy positivo. Hemos charlado no solo de lo que ocurrió el año pasado, que fue un año de una elección muy importante, sino también de dos años atípicos y raros que fueron los de la pandemia. La presencialidad no nos tenía acostumbrados.
Hemos hablado de la realidad que vive nuestro país con respecto a lo económico, cómo vemos las cuentas de la provincia de Buenos Aires, con respecto al impacto en los municipios, con obras y mejoras. Cómo mejorarle la calidad de vida a la gente.
-¿Qué se habló del acuerdo con el FMI?
Hemos llegado a la conclusión de que nosotros acompañamos un acuerdo con el FMI sin ninguna duda. Lo que no queremos acompañar una cuestión que tenga que ver con garantizar la estabilidad de un país pero que se termine recortando por los más débiles, que son los municipios.
Detrás de cada intendente, sin importar el partido político, hay gente, hay bonaerenses y argentinos. Hay laburadores, trabajadoras. El ajuste claramente va a existir porque es muy difícil acomodar el barco sin ajuste, pero ese ajuste no lo terminen pagando los laburantes. Ese es el temor. Cuando ajustás y cortás el hilo por lo más delgado, terminás aplastando lo que ya está aplastado. No hay inversión, no hay creación de trabajo genuino, hay incertidumbre en la economía y no es la manera de que este país con la riqueza que tiene pueda crecer.
-El argumento del oficialismo es “El Pro nos metió en esto y nosotros tenemos que resolverlo". ¿Qué responden a eso?
-Nuestro país viene sosteniendo deudas hace décadas. No hay gobierno que haya llegado a gobernar y no tuviera que endeudarse para pagar lo que se endeudó el otro. En su momento la deuda que contrajo Mauricio Macri fue para pagar mayormente la que había dejado Cristina Kirchner. Ahora Alberto Fernández tiene que tomar más deuda con el Fondo Monetario para pagar lo que el gobierno anterior se endeudó para pagar lo del anterior.
Tenemos que forzar una decisión política que tiene que ver para dónde queremos ir y cuáles es la cancha en la que jugamos. Cualquiera que tiene que llevar adelante una inversión, un comercio, cualquier tipo de proyecto, si no sabés cuáles son las reglas, lo que te va a pasar mañana, no la hacés. Y si no la hacés no generás trabajo.
-¿Cómo está el vínculo con el gobierno provincial a partir del cambio de funcionarios?
-Hoy el diálogo con la provincia de Buenos Aires es mucho mejor. Soy de los que creen que los intendentes que llegan a la provincia tienen una capacidad de escucha y de entendimiento diferente al funcionario acostumbrado a un escritorio. Cuando hablás con un intendente que le toca un lugar de decisión en el gobierno provincial se nota el cambio. Podés destrabar cuestiones, agilizar fondos que hace un año y medio que venimos solicitando. El intendente se pone en lugar de otro intendente y eso es sano. Ayuda a que la mejora llegue mucho más rápido a la gente.
-Más allá de la discusión sobre el contexto actual, el Pro también tiene sus debates internos. ¿Cómo vive esta etapa?
-Hay muchos líderes que tienen una muy buena imagen en el partido y en el frente. Eso es muy bueno. Contar con dirigentes políticos que tienen buena imagen es muy sano, aunque falta un abismo para la elección y los problemas son otros.
Que haya varios candidatos a presidente, varios candidatos a gobernador. Que haya cada vez más candidatos a intendente para poder ganar intendencias donde hoy no gobernamos es sano. El crecimiento produce cierta incomodidad. Uno está en su lugar de confort, pero cuando crecés los propios empiezan a decir "Y todos estos". Hay que conducirlos hacia el ‘23 con el único objetivo que es cambiar el gobierno nacional y el de la provincia. Si no crecemos y no generamos la base de sustentabilidad política que necesitamos es difícil.
-¿Estas disputas entre halcones y palomas le preocupan ante una posible ruptura interna?
-No estoy preocupado por una ruptura. Sí creo que si queremos derrotar al kirchnerismo tenemos que estar todos juntos. No tengo dudas. Los extremos tienen que estar acá adentro, los moderados y los independientes también. Es la única manera de derrotar al kirchnerismo. Si le vamos a contar a la sociedad que nos vamos a pelear porque no supimos dialogar o no llegamos a un acuerdo, es la incoherencia total. Es no haber interpretado el voto de la gente que lo único que dijo es No se peleen, no se separen.
En 2015 conformamos Juntos por el Cambio. Del 15 al 19 estuvimos unidos con gobierno de Juntos por el Cambio. Quizás es más fácil. Después del '19 nadie daba dos pesos por la unidad. Sin embargo, seguimos unidos en la Cámara de Diputados, en la Cámara de Senadores de la provincia, en muchos Concejos Deliberantes. Eso demuestra una coherencia. El mensaje tiene que ser claro, de la sociedad a la dirigencia y de la dirigencia a la sociedad.
-¿Han charlado en este encuentro la posibilidad de que un intendente pueda llegar a la Gobernación?
-No lo hablamos, falta un montón. A mí hablar de candidaturas en un momento donde la gente la está pasando mal no sólo me causa vergüenza, sino que siento que es una irresponsabilidad. En mi caso, quiero que al país le vaya bien, sin importar el lugar que le toque a cada uno. El objetivo mío y de muchos de los que estábamos en esta mesas es que al país le vaya bien y salga adelante, no sólo por nosotros, sino por los que vienen, que van a generar inversiones, laburo. Yo quiero que mis hijas se queden en este país. Si para eso tengo que salir a construir, ampliar, generar menos egoísmo, más colores para que eso pase en el '23, voy a estar ahí.
Me parece que hay un proceso muy importante, muchos intendentes que tienen la vocación de construir en la provincia. Diego Santilli hizo una excelente elección en el '21, por primera vez se le gana al peronismo unido en la provincia. También están (Cristian) Ritondo, Jorge Macri, los intendentes tenemos esa vocación de transformar y gestionar. Eso retroalimenta un músculo de fortaleza y consolidación de un espacio que es muy importante para llegar al poder.
-¿El crecimiento del radicalismo qué desafío le supone al Pro?
-El crecimiento de la UCR, la Paso que pasamos en el 21 fue súper positiva. Para ganar una elección hay que competir. Yo soy producto de una interna. En 2015 tuve que pasar una interna de tres listas y a partir de ahí quedé mano a mano con el que era intendente, con Pablo Bruera y pude ganar la Intendencia. No hay que tenerles miedo a las internas. Ojalá que en la provincia de Buenos Aires haya competencia porque eso genera amplitud al momento de decidir un voto dando distintas alternativas.
-Pero también puede generar problemas.
-El secreto de la interna es competir sanamente, que haya ganadores y perdedores, pero que los perdedores acompañen. Si los perdedores no acompañan lo que puede pasar es que vuelvan a ganar. Ese siempre fue el mayor problema de una interna. Quedan algunos enojados entonces dicen Por esto no voy a trabajar. Sin embargo, fuiste a competir y si ganabas hubieses querido que te acompañen. El desafío más importante es competir, engrosar la base de sustentabilidad política sobre todo en la provincia que es la más grande del país y la que casi termina definiendo el país.
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