De la mano de la histórica empresa agroindustrial argentina Ledesma, Jujuy se consolida como una de las principales provincias exportadoras de azúcar y cítricos del país. Esto surge de la presentación del Reporte Integrado 2021 de la firma dedicada a la producción de caña y papel, que también participa en los mercados de frutas y jugos cítricos, alcohol, bioetanol, carne y cereales

Ubicada en la localidad de Libertador General San Martín, la empresa que cuenta con más de 40.000 hectáreas destinadas a la cosecha de caña de azúcar, exportó en el último ejercicio “96.400 toneladas de azúcar”, lo que equivale a un crecimiento del 126 % respecto a la temporada anterior, según informó el administrador general Federico Gatti.

Sobre la producción, resaltó que a pesar de las condiciones climáticas adversas que atravesaron, una fuerte seca en la primavera y al inicio del año, las toneladas producidas y vendidas reflejaron el porcentaje de aumento por “el buen trabajo de la gente del campo y la inversiones realizadas”. Sobre este punto, destacó también que se molieron 3,6 millones de toneladas de caña propia, incluyendo las 550 mil toneladas aportadas por 25 de cañeros independientes “que confían todos los años en la empresa para entregarnos su caña y a través de la caña participar de la molienda y la maquila".

En relación al rubro frutas, para el que destinan más de 3.000 hectáreas a las plantaciones de naranjas, pomelos y limones; el ciclo resultó muy positivo “con 92.163 toneladas cosechadas, con 4.898 toneladas de jugos concentrados y 376 toneladas de aceites esenciales”, según establece el reporte. Gatti mencionó que "nuevamente Ledesma fue el primer exportador de cítricos del país", entre los que la naranja Valencia representa el 80 % de la producción.

Los negocios más afectados por la pandemia

El directivo de la firma mencionó que los negocios más afectados por la pandemia fueron el limón, el bioetanol y el papel. Al contrario que con la naranja, el cítrico amarillo reflejó números negativos en los precios a nivel nacional y mundial, por lo que “el negocio perdió rentabilidad" explicó el directivo.

Por su parte el biocombustible, uno de los subproductos de la caña, alcanzó una producción de 72.000 metros cúbicos, ya que en un contexto en el que la circulación se había acotado a las actividades consideradas esenciales, la demanda cayó considerablemente. "Casi no hubo venta en los primeros meses y se tuvo que vender el alcohol para uso sanitario" agregó.

Algo similar ocurrió con el papel que, “por el gran parate del papel de escritura”, se vio afectado. Pero en este caso, la crisis fue convertida en oportunidad y se lanzaron tres nuevas líneas: la línea pulpa de caña blanca blanqueada, pulpa natural sin blanquear y el papel para embalaje “con lo cual nos convertimos en proveedor de la industria del embalado", detalló Gatti especificando que la producción de este último alcanzó las 82.300 toneladas.

Inversiones

Gatti informó que se invirtieron 8.5 millones de dólares, 4 fueron destinados a la instalación de nuevos filtros de cachaza que se terminarás de instalar al final de la zafra y permitirán "un mejor recupero del azúcar y una mejor eficiencia de fábrica". Los 4.5 restantes se ocuparon en una planta de resmas que "está finalizando y que abastecerá al mercado local e internacional".