La Legislatura de Jujuy sancionó ayer por unanimidad una resolución de apoyo a las gestiones que lleva el Gobierno nacional con una parte de los acreedores externos no comprendidos en la restructuración de la deuda, los llamados fondos buitre. Durante el debate, la autoría del endeudamiento dio lugar a un nuevo duelo verbal entre la UCR y Unidos y Organizados
La resolución también hace votos para que “actuando con prudencia y firmeza, se pueda preservar el interés argentino y la posibilidad de desarrollo económico y social de nuestro pueblo”.
El manifiesto salió con el voto de todas las bancadas a partir de una moción del justicialista Daniel Almirón quien sostuvo que el fallo del juez norteamericano Thomas Griesa a favor de los fondos buitre es un “ajuste de cuentas” con Argentina, que dijo es un “mal ejemplo” para los otros países porque “si algo hicimos fue no aceptar los mandatos del FMI” y “resolver soberanamente las cuestiones económicas y sociales”.
Germán Noro de Unidos y Organizados destacó el papel del expresidente Néstor Kirchner en el desendeudamiento externo del país y recordó el “blindaje” y el “megacanje” de la gestión radical, así como el ajuste salarial con empleados públicos y jubilados de aquella época. Noro cargó contra la UCR al acusarla de haber “destruido el país” y no saber administrar, diferenciándola de las organizaciones sociales que –aseguró- tienen una forma “más prolija” y cercana a la gente de gestionar. El legislador introdujo en el debate el conflicto de poderes que se cierne sobre Humahuaca y denunció que el intendente radical Lito Herrera adjudicó una línea de transporte sin intervención del Concejo Deliberante.
Desde la bancada de la UCR, que había anticipado el voto favorable a la iniciativa del oficialismo, Alberto Bernis contestó la arremetida tupaquera señalando que el expresidente Raúl Alfonsín “no pagó [la deuda externa] y le hicieron un golpe” y defendiendo la labor del Radicalismo en el Congreso dijo que la oposición denunció la corrupción del Gobierno, citando el caso de Madres de Plaza de Mayo y la “vergüenza nacional”, el vicepresidente Boudou. Tras recordar que la reestructuración de la deuda fue negociada por el kirchnerismo, que además aceptó la cláusula que obliga a dirimir cualquier diferendo en los tribunales de Nueva York, el presidente del bloque radical remarcó que “el país no nació en el año 2003” y a los diputados “salistas” los tildó de “soberbios” e “irresponsables” y que “dicen una cosa y hacen otra”, dando a entender que no se estaba observando el acuerdo de todos los bloques para sancionar la expresión de apoyo a la presidenta en forma unánime.
Oscar Agustín Perassi (Primero Jujuy) advirtió que la emisión de bonos por el gobierno argentino “no fue a punta de pistola” y reclamando “ubicarse en la realidad y no echar culpas”, enfatizó que no se trata de “batallas épicas” ni de batallas “contra el mundo” sino de batallas “para volver al mundo del que nos fuimos por soberbia”.
Isolda Calsina de LyDER dio su voto favorable, aclarando que “es hora de aplicar el pragmatismo que sea útil a la Argentina”.
Concluyendo el debate, el ultrafellnerista Luis de la Zerda reclamó con dureza a su compañero Guillermo Snopek, que presidía la sesión, el haberle concedido la palabra a Calsina, quien replicó advirtiendo que se pretendía cercenársele el derecho a expresarse libremente y desconocer la igualdad de derechos de los miembros de la Cámara. De la Zerda aseguró que cuestionaba el momento y no el derecho de la diputada a opinar y luego sacó a relucir que en las elecciones del 2013 “algunos” no alcanzaron el piso de votos para tener representación en el cuerpo, en clara alusión a la legisladora. Ella terminó la polémica diciendo que integra un partido que celebró alianzas con otros frentes electorales “a los que hemos respetado siempre”.
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