Díaz, presente en el juicio llevado a cabo en el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Bahía Blanca, resaltó en diálogo con Tercera Edición, de Radio 3, que "la noticia más importante es que el fiscal insiste sobre la 'tentativa de homicidio' y la 'privación ilegitima de la libertad', al que le suma la acusación de 'abuso sexual agravado' de parte de Olivera".

En tanto, profundizó sobre el cambio de carátula que "era algo que se presumía, porque la anterior jueza (de Garantías, Silvia Stemphelet) había reducido esa calificación legal a 'reducción a la servidumbre', basándose en que a su entender no había existido la tentativa de homicidio".

Consultado sobre las penas, Díaz aseguró que por los delitos que se les imputan podría caberles "no menos de 25 años y hasta llegar a perpetua, contra los 7 u 8 años previstos por 'reducción a la servidumbre' ".

Los jueces a cargo del proceso son Mario Lindor Burgos, Hugo de Rosa y Elena Baquedano y como fiscal ejerce Eduardo Zaratiegui.

Polenta con alimento para perros

Molina aseguró hoy a la Justicia que pasó tres meses secuestrada en poder de Olivera y Heit y que sufrió abusos sexuales.

"El primer inconveniente que tuve fue por 200 pesos y Jesús me llamó para controlarme, pero me dijo que no lo denunciara porque conocía los movimientos de mi hija y que la iba a violar", testimonió la mujer, de 33 años, ante el tribunal y que Díaz acentuó al fijar ese testimonio como "escalofriante".

Molina sostuvo que le daban de comer polenta con agua salada, alimento para perros, agua con excremento y que la obligaban a beber mate cocido hirviendo que le quemaba el paladar, además de los abusos sexuales de los cuáles dio detalles.