Por: Gabriel Silva.

Cuando los principales actores dentro de lo que todavía es Juntos por el Cambio en Córdoba creían que el 2025 iba a ser un año con Luis Juez como espectador en las Legislativas, el seno del juecismo se entusiasma con la chance de que el senador se mude de la Cámara alta a Diputados. En una maniobra que complica aún más al radicalismo cordobés que aspira a renovar tres bancas el año próximo, por los mandatos que cumplirán el jefe del bloque, Rodrigo de Loredo, y las diputadas Soledad Carrizo y Gabriela Brouwer de Koning.

La posibilidad la reconoció a Alfil un importante integrante de la mesa chica del juecismo en la previa de una nueva reunión con tropa propia que el senador encabezó ayer en Córdoba, previo a su regreso a Buenos Aires para una agenda cargada entre la apertura de sesiones ordinarias el viernes por la noche y la actividad de la Bicameral por el mega DNU.

“¿Y si se mete en la pelea? ¿Por qué hay que pensar que por ser senador hasta 2027 no de la pelea el año que viene? Aparte, sabe que está fuerte el clima en Diputados”, reconoció ayer una persona que conoce el minuto a minuto del juecismo. La sola posibilidad de explorar esa chance altera la atmósfera en el radicalismo que aún no definió la interna y le suma un ingrediente más a la reconfiguración de Juntos por el Cambio (JpC) que contó este diario el pasado lunes.

Desde hace algunas semanas, el propio Juez trasladaba la impaciencia a sus socios radicales con un mensaje lanzado puertas adentro del Frente Cívico, pero que rápidamente se trasladó al resto de los aliados. “Yo, pase lo que pase, voy a seguir siendo senador hasta el 2027”, dijo Juez en varias ocasiones durante el verano.

Sin embargo, ahora baraja la chance de dar la pelea por la Cámara baja y seguir posicionado como el referente de la oposición al gobernador Martín Llaryora. Es más, la posibilidad de ser candidato el año próximo entusiasmó a algunos en el Frente Cívico si en la vereda de enfrente está el exgobernador Juan Schiaretti.

Si bien hay varios dentro de Juntos que no creen que el exmandatario se sume a la pelea 2025 y lo ven más cercano a la postura del exgobernador José Manuel de la Sota en 2017 cuando se bajó de esa chance, los juecistas que creen que Schiaretti tantea esa alternativa hablan de una “batalla final”.

Impulsados también por la tranquilidad que hay en el juecismo cuando ven encuestas en relación a cómo quedó parado el senador dentro del arco opositor cordobés y la distancia con la que aventaja al radical De Loredo.  “En ese mano a mano, Luis tiene una diferencia con Rodrigo. Está por encima Juez y los radicales lo saben”, contó a este diario otra fuente que, además reconoció que la relación entre los dos socios “es buena”. “Está bien el diálogo entre ellos, no es la misma relación del año pasado porque había otros objetivos, pero están bien. Se juntan a comer cada tanto”, dijo un juecista paladar negro.

Macri, Milei y el DNU

Juez levantó el perfil entre diciembre y enero con la designación como jefe del bloque del PRO en el Senado y la recuperación de la silla en el Consejo de la Magistratura. Dos hechos que le dieron visibilidad en el plano nacional, profundizaron la relación con el expresidente Mauricio Macri –“hablan día de por medio casi”, dijo un juecista”- y le abrieron una línea directa con funcionarios del gobierno de Javier Milei. Desde la vicepresidenta Victoria Villarruel hasta el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, pasando por el titular de la cartera Interior, Guillermo Francos.

En ese roce, sobre todo en la relación con el expresidente, algunos observan a “un mini gobernador”. Figura que, en algún momento, cuando Macri ocupaba el despacho de Casa Rosada, esa referencia se utilizaba con el exintendente Ramón Mestre. En otro contexto porque Cambiemos no tenía la cantidad de gobernadores que hoy tiene la coalición Juntos.

Asimismo, Juez tuvo equilibrio en las críticas a Milei y cruza al libertario sin los costos que paga su socio De Loredo. “No es un hombre de Milei, hay cosas en las que no coincide para nada y lo dice. No se pueden pasar por encima las instituciones y siendo honesto en las críticas está dispuesto a acompañar la gobernabilidad”, razonan en el juecismo.

El territorio

Lo otro que tiene conforme a Juez es la manera en la que volvió a vertebrar su partido en Córdoba con la Legislatura, el Concejo y fundamentalmente el Tribunal de Cuentas. Sobre todo, en los últimos dos con una autonomía total del radicalismo. El bloque de Graciela Villata, Martín Juez y José María Romero no acompañó la creación del ente como sí lo hicieron la UCR y el PRO, luego de una visita al Concejo que encabezó el propio Juez.

Con los funcionarios del juecismo en los tres niveles se reunió, dialoga con otros espacios, explora acuerdos y baraja una candidatura que entusiasma al Frente Cívico e inquieta al radicalismo.