Mario Vega fue condenado a purgar dos años y ocho meses de prisión por un accidente fatal.

El juez Luis Mario Varela dio a conocer los fundamentos de una sentencia en un caso de homicidio culposo, y en los mismos asegura que las “chicanas” judiciales del abogado Luciano Rojas, fueron valoradas como agravantes en la condena que se dictó.

“...Se advierte el impresentable afán de la defensa de evitar la concreción del debate y a partir de la utilización de todo tipo de ‘chicanas’ judiciales -lo que ha llevado a la aplicación de una sanción al abogado Rojas- y llevando la causa permanentemente a la Corte vía Recurso de Casación, y ello sólo con la finalidad de lograr la impunidad del encausado, de propiciar la prescripción de la acción; y éstas circunstancias no pueden resultar al conocimiento del incuso Vega, por lo que debo valorarlas como agravantes en función de su conducta posterior al delito y su denodado afán de evitar el accionar de la Justicia”, se lee entre los fundamentos de la sentencia.

Mario del Valle Vega fue condenado el pasado 11 de agosto a purgar una pena de dos años y 8 meses de prisión en forma efectiva, además de tener abonar la suma de 150 mil pesos a la familia de María Angélica Mena en concepto de daños morales por haber provocado su muerte.

El hecho ocurrió en la noche del 23 de marzo de 2008 en Maipú Norte. Mena y su hijo de 13 años caminaban de regreso a su domicilio cuando Vega la arrolló por la espalda, provocándole heridas de una suma gravedad que provocaron su deceso en forma prácticamente inmediata.

Al momento del hecho, según se desprende de la instrucción a la que se ajustó el magistrado Varela, Vega tenía perfectas condiciones de visibilidad y circulación, pero una circunstancia fue determinante para el lamentable episodio: manejaba completamente ebrio, con una graduación alcohólica de 1.60 gramos de alcohol en sangre, denominada por los peritos que realizaron el informe pericial como “borrachera absoluta”.

Tras haber sido imputado por el delito de homicidio culposo agravado, la causa fue elevada juicio y tardó poco más de seis años en llegar a manos del juez en virtud no sólo del presunto “afán” del imputado de evitar el accionar de la Justicia, sino también por la deliberada interposición de recursos judiciales, que llevaron la causa hasta los estrados de la Corte de Justicia actuando como tribunal de Casación, que el juez consideró como “chicanas” judiciales pergeñadas por el abogado Luciano Rojas.

El letrado, cabe destacarlo, fue sancionado por el magistrado por las supuestas obstrucciones en el marco del proceso en forma deliberada y reiterada.

Incluso, Rojas no se presentó el día que había fijado la fecha de inicio del debate, por lo que en su lugar asumió la defensa el abogado Mario Sampayo. En el mismo tenor, cabe destacar que el imputado fue llevado por la fuerza pública ante los estrados del juzgado Correccional Nº2 para responder por su conducta.

En diálogo con El Esquiú.com, el abogado Sampayo aseguró que la condena ya ha sido casada y que ahora deberán ser los ministros de la Corte de Justicia quienes diriman si los fundamentos y el monto de la pena son justos. Uno de los puntos de cuestionó el abogado, fue justamente que se considerara como agravante la conducta de Rojas.

Sanción

El juez Varela sancionó a Luciano Rojas -quien posteriormente abandonó la defensa de su cliente- por intentar retrasar el debate con recursos para que la acción penal prescriba.