Provincia. Once diputados del FpV concluyen su mandato y la mayoría es ultra K. Varios ya saben que no vuelven. Para octubre habrá más sectores en el reparto.
En el peronismo bonaerense arrancó el juego de la silla: hay casi 20 dirigentes con aspiraciones de ocupar una banca de diputado nacional, pero la fría matemática indica que sólo los que vayan en los primeros 10 puestos de la boleta electoral podrían asegurarse una banca.
La especulación que manejan en diferentes corrientes del justicialismo de la Provincia es que si el resultado de las elecciones fuese como indican por ahora los sondeos, el FpV, Cambiemos y el FR podrían asegurarse cada uno unos 10 diputados. La Provincia renueva en total 35 bancas.
Si la especulación se concreta, el FpV sólo lograría elegir a los 10 primeros de la boleta. Primer problema: este año se le vencen el mandato a 11 de sus diputados bonaerenses, la enorme mayoría integrante de la vieja guardia kirchnerista.
En el pelotón de los que se les vence el mandato se encuentran Héctor Recalde, Diana Conti, Teresa García, Juliana Di Tullio, Carlos Kunkel, Carlos Cuto" Moreno, Edgardo De Petri, Remo Carlotto, Dulce Granados, Luis Cigogna y Gustavo Arrieta.
Varios de ellos ya se ven afuera del Congreso a partir de diciembre. De ese grupo, a la única que diversos observadores del PJ consideran podría tener asegurada su continuidad en caso de que la que use la lapicera sea Cristina Kirchner es Teresa García, secretaria parlamentaria de la bancada. "Ella es indispensable en el bloque. Es la operativa, la que junta los votos", dice un dirigente justicialista.
Aunque a muchos les gustaría renovar su mandato, no chillarían en caso de que eso no sucediera. "Somos los soldados del proyecto. Por esa incondicionalidad que tenemos, Cristina sabe que no vamos a hacer quilombo si nos quedamos afuera de la lista", explica un diputado ultra K.
Entre los que se mencionan para integrar la boleta de candidatos a diputados sobresale un nombre: el de la propia Cristina. Parte de sus fieles conjeturan que en vez de ir por una banca en el Senado, podría ir de diputada. Fundamentan su suposición en dos factores. Uno: se aseguraría una banca (como senadora podría no ser electa). Dos: sería la jefa de un bloque numeroso y que le respondería ciegamente en la Cámara baja.
Si la ex presidenta fuese de candidata a diputada, entonces quedarían apenas 9 lugares expectantes en la boleta.
Entre los que quieren ser electos como diputados se encuentran varias figuras del universo K: Daniel Scioli (también se lo menciona para el Senado), Aníbal Fernández, Fernando Espinoza y Martín Sabatella.
La Cámpora también va a querer colocar al menos a uno de sus referentes en los primeros lugares de la boleta. ¿Será el ex secretario de Justicia, Julián Álvarez?
Otro sector que va a intentar meter a uno de los suyos en la lista es el sindical. En este caso, aún no se mencionan nombres.
De los que no están alineados con Cristina, sobresalen dos dirigentes que buscarán ser electos diputados: el actual senador Juan Manuel Abal Medina, quien integra el Movimiento Evita, y Julián Domínguez, referente del grupo El Establo.
Los intendentes del grupo Esmeralda, aunque más pendientes del armado de las listas seccionales para la Legislatura provincial, aspiran a meter a uno de los suyos. Suena Gabriel Katopodis, intendente de San Martín, el distrito más importante de la Primera Sección Electoral.
Aparte está el actual dipusindical Oscar Romero, a quien le vence el mandato este año. Romero articula en el sector de Diego Bossio.
Y aún falta que se defina nada menos que Florencio Randazzo
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