La motosierra y la licuadora lograron explicar un superávit histórico que vino acompañado de una recesión extraordinaria
El 65,4% del ajuste del gasto público en los primeros cinco meses del año fue explicado por el recorte de jubilaciones, por el freno en la obra pública y por la caída de los salarios. Más en detalle, de cada $100 ajustados, unos $31,50 correspondieron a lo que perdieron los jubilados en sus haberes, otros $23,20 se explicaron por el parate en la obra pública que por ahora, según Camarco, motorizó la pérdida de 100.000 puestos de trabajo en la construcción y otros $10,70 por la contracción en los sueldos de los estatales, que entre diciembre y marzo acumularon una caída de 20,5% real entre diciembre y marzo.
Un informe publicado por el Centro de Economía y Política Argentina (CEPA) señaló: “En los primeros cinco meses de 2024, de cada $100 ajustados, más de la mitad lo explican los recortes en jubilaciones ($31,5) y obra pública ($23,2). Le siguen los subsidios, que aportaron 12,8%, gastos de funcionamiento del Estado (principalmente salarios) con 10,7% y prestaciones sociales con 9,4% entre las que se incluyen asignaciones, pensiones no contributivas, prestaciones del PAMI, entre otros”.
De ahí se desprende que si, además de la obra pública, las jubilaciones y los salarios estatales, se suma el impacto de las prestaciones sociales, se llega a explicar el 74,8% del total del ajuste del gasto público que llegó a realizar el Gobierno entre enero y mayo, que le permitió alcanzar un superávit primario equivalente a $6,4 billones de pesos.
Además, el informe del CEPA destacó que los intereses que se pagan por la deuda pública volvieron a crecer, a causa de la estrategia oficial que buscó captar parte de los pesos que tenía capturados el BCRA en sus Pases a 1 día.
CEPA afirmó en ese sentido: “El gasto en intereses de deuda no se registra dentro de los gastos primarios, pero este mes fue de $1,1 billones. Este gasto venía bajando en el año, pero este mes volvió a crecer: se destina 5 veces más a los intereses de deuda que a las universidades, y 17 veces más que lo que se transfiere a las provincias”.
Además el informe señaló: “Vale mencionar que, en buena medida, el superávit del mes de mayo lo explica el atraso en el cumplimiento del acuerdo con las empresas generadoras de energía. Dicho acuerdo consistía en el pago en bonos de la deuda acumulada a febrero y, a la par, la reactivación de las trasferencias mensuales a partir de marzo. Sin embargo, las empresas mencionan que sólo han recibido el 35% de abril y nada respecto a mayo y junio. El presidente Milei, en el mes de abril, había anticipado que los pagos adeudados a Cammesa se concretarían en el mes de junio”.
Y cerró: “A pesar de la mayor exigencia en las metas del FMI (a junio, del superávit de $1.925 mil millones que estaba previsto subió a $4.600 mil millones), la meta luce cumplible, ya que, a mayo, el superávit fiscal acumulado es de $6.465 mil millones. Es decir, el gobierno podría incluso tener déficit en junio y aun así cumplir la meta. Paradójicamente, al mismo tiempo que el FMI elogia el ajuste de 5 puntos del PBI, exige más sustentabilidad y una mejor “calidad”, mejorando ingresos y acelerando la quita de subsidios económicos”.
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