El presidente Javier Milei presentó en el Congreso el Presupuesto 2025 con una meta de inflación del 18% interanual para diciembre del año próximo y un aumento del PBI de 5%.

Los principales cambios están orientados a un cambio de prioridades que sube en el ranking de importancia tres temas de los cuales al menos dos el Gobierno se negó a cambiar. 

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Los temas tres principales serán las jubilaciones, las asignaciones familiares y el desarrollo de la educación superior. Los cambios en la fórmula jubilatoria fueron vetados por el Gobierno mientras que el financiamiento educativa también será vetado. 

Los servicios sociales aumentarán sus recursos 38,9% en su conjunto y totalizarán los $82.405.974,5 millones en 2025. Esta es la finalidad que más fondos demandará, pero no la que tuvo la mayor suba, que se dio en la administración gubernamental que aumentará su partida en un 53,8% aunque alcanzará los $6.728.323,9 millones.

Dentro de los servicios sociales, la seguridad social es la que representa la mayor parte del gasto (51,7%) con $60.815652 millones. En comparación con el ejercicio en curso, esto representa un aumento 36,8%.

Dentro de la seguridad social están incluidas las prestaciones previsionales, las asignaciones familiares, pensiones por invalidez laborativa, seguro de desempleo, Asignación Universal por Hijo, Asignación por Embarazo, Pensión Universal para el Adulto Mayor, entre otras.

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Respecto de las asignaciones familiares, el Gobierno destacó que entre noviembre de 2023 y agosto de 2024 la AUH tuvo un aumento del 374%, mientras que la Tarjeta Alimentar subió 138% y el plan primero mil días subió 1.323%. Entre la AUH y la Prestación Alimentar pasaron a cubrir el 98% de la canasta básica.

El cambio en esta materia fue que se eliminó la fórmula de movilidad sobre las asignaciones familiares y no se fijó un nuevo mecanismo de actualización.

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Del mensaje del Presupuesto se desprende que el gasto en Asignaciones Familiares pasará de representar el 7% del PBI a ser el 7,4% en 2025, mientras que lo destinado a las políticas alimentarias ascenderá del 2,5% este año a 2,9% el próximo

Otra novedad en este aspecto es que el Gobierno proyecta un aumento en los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo, pasando de 4.061.018 a 4.078.706.

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Además el presupuesto para la promoción y asistencia social aumentará en 2025 un 37,8% interanual y ascenderá a más de $4 billones. Este rubro pasará a representar el 3,5% del gasto e incluye programas de seguridad alimentaria y acciones de inclusión social, iniciativas de asistencia como la Prestación Alimentar. Tiene en cuenta también la asistencia a comedores comunitarios y programas de inclusión como Volver al Trabajo.

En el caso de las jubilaciones, para el año próximo prevé ampliar los fondos en un 39,3%, lo que significará que destinará $48.124.241,8 millones en 2025. La novedad al respecto es que este Presupuesto ratifica el cambio de la movilidad jubilatoria para fijar la actualización en base a la inflación.

En el caso de la Pensión Universal para el Adulto Mayor, esperan que los beneficiarios aumenten de 210.730 a 212.343.

Empleo, educación y salud aumentan, pero hay dudas

Lo destinado a programas de empleo y trabajo aumentará un 82,9% y pasará de $637.973 millones a $1.166.718 millones.

Lo destinado a vivienda y urbanismo tendrá una caída del 23,4%. Solo esta partida y los servicios económicos en energía, combustibles y minería (-25,2%), tendrán caídas interanuales.

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El gasto en salud tendrá un aumento del 78,8% y pasará a ser de $6.541.588 millones. Así, pasará a representar el 5,6% del presupuesto nacional.

En educación y cultura proyectan un aumento del 35,7% del gasto para alcanzar los $6.685.127 millones. En gastos de capital para educación también habrá un incremento real del 5,4%.

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En desarrollo de la educación superior, si bien pierde peso sobre el total (pasa de 3,9% a 3,6% en 2025) gana jerarquía dentro del total de los gastos proyectados y se ubica como tercera prioridad del Gobierno para el año próximo.

El exministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, advirtió en sus redes sociales que el presupuesto representa una caída del 33,5% en ciencia y tecnología, y una del 45,1% en educación, ambos en comparación con lo destinado en valores contrastes en 2023. "Nunca el ajuste fue de tanta magnitud", dijo quien también ejerciera el cargo de ministro de Educación.

Sobre educación, la senadora de Unión por la Patria Anabel Fernández Sagasti, advirtió que elimina el artículo 9 de la 26.206 que garantiza que se debe destinar al menos el 6% del PBI a educación, denunció que se profundiza el recorte del gasto sobre el Conicet y que se deja sin efecto el financiamiento de la educación técnico profesional.