El cambio puede afectar las cuentas del Gobierno. Hay puntos de coincidencia entre los dialoguistas y el kirchnerismo que complican a los libertarios
La fórmula de movilidad para las jubilaciones sigue siendo un tema caliente en la Cámara de Diputados, donde volverá a abrirse el recinto el próximo martes para debatir sobre un aumento adicional de los haberes por iniciativa de la oposición y a contramano del plan de ajuste fiscal que el presidente Javier Milei defiende con uñas y dientes.
El riesgo que enfrenta el Gobierno de cara a esa sesión es el de un posible acuerdo entre la oposición dialoguista y el kirchnerismo que le daría forma a una mayoría suficiente como para aprobar y girar al Senado un proyecto que dispone un incremento del 8,1% adicional al 12,5% que dio el Ejecutivo por decreto para el mes de marzo y una cláusula que fijaría una compensación "extra" para cada año.
La posibilidad de ese acuerdo está latente porque el proyecto que consensuaron los bloques UCR, Hacemos Coalición Federal, Coalición Cívica e Interbloque Federal es muy similar, en cuanto a la fórmula y la recomposición de los haberes, al que impulsa Unión por la Patria. La única diferencia entre ambos es el uso que se le daría al Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES.
Fuentes de ambos sectores indicaron a iProfesional que "hay conversaciones" para ver si se da una confluencia al momento de la votación, que si se diera sería imparable para La Libertad Avanza porque quedaría en franca minoría y ni siquiera tiene asegurado por el momento un apoyo total del bloque PRO en este tema.
Tarifas de luz y gas cómo será la eliminación de subsidios0:00 / 1:07Jubilaciones: ¿cómo es la nueva fórmula que quiere tratar la oposición en Diputados?
El dictamen que impulsan los radicales conducidos por Rodrigo de Loredo, el bloque de Miguel Pichetto y los "lilitos" que lidera Juan Manuel López junto a bloques provinciales respeta la actualización mensual en base al índice de inflación (IPC) que fijó el Gobierno por decreto, pero agrega un aumento de 8,1% por el mes de abril para que, sumado al 12,5% que dio el Gobierno, se alcance una recomposición del 20,6% que cubra lo que fue la inflación de enero.
Cuando Milei dio a conocer el DNU que cambió la fórmula previsional, los bloques dialoguistas criticaron que no haya contemplado en su totalidad el índice de inflación más alto en lo que va del año y desde entonces presionan para avanzar con este ajuste. Pero no se quedaron ahí: en el proyecto también plantean que en marzo de cada año se aplique un aumento del 50% de la variación del índice salarial (RIPTE) por sobre el IPC del año anterior.
La oposición propone un aumento adicional y una garantía para que la jubilación equipare a la Canasta Básica
A eso le sumaron como tercer punto clave una "garantía del haber mínimo", que dispone para aquellas jubilaciones que estén por debajo del último valor de la Canasta Básica Total por adulto el cobro de "un suplemento dinerario, que tendrá carácter alimentario, hasta alcanzar dicho valor".
Por su parte, el dictamen del kirchnerismo es tan similar que estuvieron a punto de acordar con la oposición dialoguista durante el debate en comisiones. Lo que frustró ese entendimiento fue que Unión por la Patria no quiere tocar el FGS, mientras que los otros bloques proponen que se use para pagar la deuda de la Nación con las cajas jubilatorias de las provincias no transferidas.
Al ser esa casi la única diferencia entre ambos polos de diputados, es probable que todos bajen al recinto para la sesión y alcancen así el quórum para iniciar el debate y, se diera esa situación, quedarían a un paso de aprobar el aumento adicional para los haberes y cualquier otro punto en el que haya coincidencia.
¿Por qué un posible acuerdo opositor incomoda a Javier Milei?
La recomposición de los haberes que plantean a coro los dialoguistas y el kirchnerismo se sale de las cuentas que hacen Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, para sostener el frágil superávit fiscal con el que intentan demostrar que el plan "motosierra y licuadora" funciona y permite el descenso sostenido de la inflación.
El Presidente ya dejó planteada la advertencia de que vetará sin dudar "cualquier proyecto que quiera romper la caja". No obstante, tomar esa camino con un proyecto que propone mejorar los golpeados haberes que cobran los jubilados podría tener un costo político. Así lo entienden en la oposición y, por eso, la posibilidad de un acuerdo es incómoda para el oficialismo, más allá de que implicaría una derrota legislativa.
Los bloques de la oposición dialoguista pueden reunir unos 66 votos si todos sus diputados asisten a la sesión. Para tener quórum y una mayoría blindada le faltarían otros 63 y Unión por la Patria tiene 99. Esta cuenta es la que hacen por estos días en algunos despachos la Cámara baja de cara al 4 de junio. Con apenas 41 bancas, el oficialismo tiene un panorama difícil.
Los dialgouistas y el kirchnerismo podrían reunir quórum y dejar abierta la posibilidad de un acuerdo para la votación que complicaría al oficialismoLas claves para la sesión por jubilados: ¿el PRO se despega del oficialismo?
La bancada del PRO que encabeza Cristian Ritondo tiene un proyecto propio que ratifica el decreto de Milei, pero agrega el mismo pedido de recomposición del 8,1%, aunque deja librado a la decisión del Gobierno "la forma en que dicho incremento se hará efectivo". Fuentes del bloque anticiparon a iProfesional que no darán quórum a la sesión, pero todavía están debatiendo internamente qué harán si se inicia la sesión.
Esto implica que no hay por ahora una postura unánime para jugar en tándem con La Libertad Avanza y oponerse a un aumento adicional para las jubilaciones Probablemente esperarán a ver qué hará el kirchnerismo para no quedar en la misma vereda. La dinámica de las charlas que se darán hasta ese momento y, sobre todo, el mecanismo para la votación influirá mucho.
Y es que por reglamento el dictamen del kirchnerismo sería el primero en tratarse por haber sido el que cosechó más firmas en el plenario de comisiones, pero como el tema en debate es esencialmente el mismo la clave estará en la votación.
En ese sentido, el posible acuerdo pasa por la posibilidad de que la UCR, Hacemos y los demás bloques confluyan con Unión por la Patria al momento de votar los artículos sobre la nueva fórmula y la recomposición de las jubilaciones, dado que son muy similares en uno y otro dictamen, y separarse solo en el punto que se refiere al FGS.
¿Cuáles son los obstáculos para un eventual acuerdo opositor?
Las chances de que ese acuerdo se dé tiene, sin embargo, algunos obstáculos sobre los cuales se apoya la única esperanza que tiene el oficialismo de no sufrir una derrota sonora. El primero es que en la oposición dialoguista deslizan que buscarán darle media sanción a su dictamen, por lo que habrá un tironeo con el kirchnerismo sobre qué proyecto debería aprobarse.
Si ambos polos entran en una disputa por quién se lleva el mérito o quién cede con su proyecto, podría darse una situación en la que los dos dictámenes resulten rechazados, lo que impediría volver a tratar el tema hasta el año próximo.
Los proyectos van a contramano del plan de Milei y solo podría evitar una derrota si se imponen las diferencias entre la UCR y los K
El otro obstáculo para la confluencia es que luego de que la oposición dialoguista convocara a la sesión para tratar el tema jubilaciones para el martes a las 11:00, el kirchnerismo pidió otra sesión para el mismo día a las 14:00 y sumó sus proyectos sobre el financiamiento universitario y la restitución del Fondo de Incentivo Docente (FONID), lo que molestó al radicalismo.
De Loredo ya hizo saber que no quieren que ningún otro debate se superponga con el de las jubilaciones. "La sesión del 4 de junio la pedimos nosotros para movilidad jubilatoria y creemos que (el kirchnerismo) hace mal en querer ampliar el temario sin consultarnos", señaló ante iProfesional una autoridad de la bancada radical.
Ese desencuentro es la principal amenaza para el debate sobre los cambios en la fórmula de movilidad de las jubilaciones y la eventual media sanción que podría enviar el tema al Senado, donde el oficialismo es todavía más débil. En ese cortocircuito opositor está la oportunidad para que Javier Milei no vea una nueva derrota legislativa ni se arriesgue en el mediano plazo a aplicar un veto que podría ser impopular.
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