En la semana que transcurre y por la denuncia periodística realizada por diario El Tribuno, el gobernador de la provincia de Salta, el abogado Juan Manuel URTUBEY tuvo que solicitarle la renuncia al titular del IPV (Instituto Provincial de la Vivienda), el Licenciado Fernando Adrián ALESANCO TÓFFOLI, popularmente conocido como “Fercho”.
El ex funcionario dirigió supuestamente de manera voluntaria una renuncia indeclinable –textual- haciendo gala nuevamente de la mala costumbre de los agentes de la gestión URTUBEY de adicionar el calificativo de indeclinable a su salida, como poniendo el énfasis de que aunque le rueguen, no piensa quedarse. Una mala costumbre de considerarse imprescindible o muy importante, que surge de la misma soberbia que baja desde el primer mandatario de la Provincia hacia sus funcionarios.
Por su parte, el gobernador, en vez de transparentar por una vez la situación, designando un interventor ajeno a su selectiva elite que pudiera desde una posición, no digamos opositora, pero sí por lo menos independiente, aportar claridad y confianza a la desprestigiada entidad oficial, nombra al poli funcional abogado Matías POSADAS, uno de los íntimos, un integrante de la mesa chica, un incondicional de los Viernes de quincho.
No es menor tampoco el hecho reciente de que el hoy interventor fue claramente excluido de las preferencias del electorado al obtener menos del 5% en las últimas elecciones legislativas en su intento de ingresar a la Cámara Alta. Pero como quien lleva la llama sagrada y exige de sus funcionarios fanatismo –URTUBEY dixit- no repara en esos detalles menores, termina siempre imponiendo la impronta de su inconsulta y cada vez más solitaria discrecionalidad. Decretazo de por medio sigue designando amigos incondicionales que le garanticen obediencia ciega.
De esta manera, el diputado radical K, ahora en uso de licencia legislativa, ex Secretario de la función Pública y ex candidato a senador, asume presto a cumplir al pie de la letra el claro mandato impuesto, que es precisamente que no se investigue nada, y se auto promociona como especialista en derecho administrativo, como para dar a entender que la elección para su cargo se hizo por sus supuestas aptitudes y no por su cercanía íntima a JUAN MANUEL URTUBEY, lo que por supuesto nadie cree.
Tampoco se debe dejar de tener en cuenta que aunque ahora su discurso quiere aparecer como progresista y orientado a la función social del instituto intervenido, no hace mucho el frustrado senador, fue el justificador oficial de las asignaciones de viviendas por acomodo en Lomas de Medeiros y Mirasoles.
Y para que no queden dudas de que a nivel interno no se investigará nada, y que la siempre funcional justicia penal de Salta hará nuevamente la vista gorda con los favores de otro incondicional como LOPEZ VIÑALS y la inoperante-encubridora fiscalía penal de delitos económicos complejos, hasta ayer nomás a cargo del archivador serial sin investigar, GUILLERMO AKEMEIER, el primer mandatario restó seriedad a la denuncia por el sólo hecho del medio en que se hiciera conocer.
Sin embargo, y ante tal orfandad de excusas válidas, cabe señalar que aunque dicha investigación periodística fue llevada adelante por diario El Tribuno, de reconocido enfrentamiento con el grupo gobernante por responder a los dictados non sanctos del ex gobernador JUAN CARLOS ROMERO, no por ello se le debe restar validez a la información precisa y concordante con numerosas irregularidades que se desprende de la misma.
Tal bagaje de datos, citas de expedientes, formación de sociedades, parentescos, amigos, amigovios y demás, no solamente alcanzan sino que sobran para la configuración de una noticia criminis, que si hubiera un Ministerio Público no comprometido con el oficialismo, inmediatamente hubiera ordenado una investigación de oficio, lo que hasta la fecha de cierre de este editorial no se conoce que exista, y para serle sincero estimado lector, no creo que llegue a existir nunca.
Además, el nombramiento de POSADAS, pone nuevamente al descubierto que el abogado URTUBEY no tiene equipo de gobierno potable ni suficiente, y que designar a otro abogado en una función ligada a obras públicas de ingeniería, suena más a la resignación de que no le quedaba otra, que a una resolución inteligente.
Y en definitiva reafirma su impronta feudal de hacer lo que le da la gana, apoyando su propio autoritarismo con la lapidaria frase de que en el IPV “no hay nada que esconder”, reiterando así, el ejercicio del poder omnímodo, a la sombra del silencio del Poder Judicial, del Legislativo, y de oficinas probadamente inútiles e innecesarias como la Auditoria General.
Esto que afirmamos no es mera imaginación, y para probarlo basta mencionar que el saliente “Fercho” ALESANCO TÓFFOLI, en el texto de su renuncia y despedida relámpago, ha afirmado que ha cumplido con todo lo que el primer mandatario le ordenara. No que le solicitara, le pidiera, le requiriera. No señor, él solamente imparte órdenes. El fanatismo – como le llama el joven gobernador- imprescindible condición para tener un carguito.
No vaya Usted de todos modos a creer que los anteriores mandamases de la Provincia, encargados ahora de poner el acento en la corrupción inherente al ejercicio del poder, sobre todo en el área de la obra pública que como es de público y notorio conocimiento de todos, es de donde se extraen los fondos para la caja de la política, cuando estuvieron a cargo de los mismos lugares, fueron unos nenes ingenuos que cuidaban el erario, porque todos ellos –los anteriores y los actuales- están cortados por la misma tijera.
No hay buenos y malos. En el sistema degradado de la democracia liberal, que los actores del drama llaman el juego de las instituciones de la República, solamente existen mercaderes de la oportunidad en el manejo de los negocios ligados al poder, y montados en proyectos personales, que al poco tiempo de asumir en los cargos, pasan a ser brillantes empresarios, flamantes adquirentes de inmuebles en Valle Escondido y mágicos diagramadores de declaraciones juradas más difíciles de asimilar que los teoremas de Fermat.
Sino, haga Usted un relevamiento mental de los habitantes del lugar mencionado y de los lujosos emprendimientos inmobiliarios privados para la “gente como uno”, y podrá comprobar que en la lista figuran los que estuvieron y los que están ahora, amigos todos de la complicidad de ser del club de avivados que con enorme falta de vergüenza se han dedicado a su turno, al saqueo y aprovechamiento del Estado para beneficio circular de familia y allegados.
Por eso esta película de vos me perseguís a mí porque soy bueno, y yo te persigo a vos porque sos malo, ya la vimos demasiadas veces. Y porqué no decirlo, a todos los que no participamos de la fiestita de los dineros del Estado, este guión con el que se ha armado el espectáculo, ya nos tiene bastante cansados.-
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