El exministro de Desarrollo Social reconoció que “mucha gente se manifiesta sin saber a qué venía”; hizo autocrítica sobre la “lejanía” que tiene la dirigencia política con el resto de la sociedad.
Juan Zabaleta, exministro de Desarrollo Social del gobierno de Alberto Fernández, afirmó este sábado que, tras dejar la intendencia del partido bonaerense de Hurlingham el próximo 10 de diciembre, se dedicará, al menos parcialmente, a la mecánica. “De verdad”, respondió Zabaleta ante la incredulidad del conductor Alejandro Fantino en el programa La última cena, que se emite por Canal 9. “Voy a poner un taller de alineación y balanceo. Soy técnico mecánico”, remarcó.
El intendente afirmó que ejerció “tres años como matricero”, pero después dejó el oficio para dedicarse a la política. “¿Vas a atender el taller?”, lo indagó la modelo Pía Slapka, otra de las participantes del programa. “Sí, vamos a estar ahí a la mañana”, contestó y precisó que será en el barrio de Villa Alemania, en Hurlingham.
Entre las razones, Zabaleta aseguró que “tiene que ver con una cuestión que es muy cuestionada en la política, que es la lejanía”. “La política dejó de interpelar a la sociedad, de hablar con la gente”, sostuvo el político, quien dejará la intendencia de Hurlingham tras perder la interna en las elecciones primarias de agosto contra Damián Selci, de La Cámpora. El camporista lo venció en un ajustado resultado por 52% a 48% y luego, ya como candidato único del peronismo, se impuso con claridad en octubre, con el 45%.
El exministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta
“Me angustió perder. Soy un electrocardiograma hoy. Pego en el techo, bajo, vuelvo a pegar”, expresó Zabaleta, una de las personas que más cercanía tuvo con el actual presidente y que llegó al gabinete nacional después de la renuncia de Daniel Arroyo, en 2021. Desde entonces, nunca logró ordenar políticamente su municipio: fue el propio Selci quien lo reemplazó cuando asumió como ministro y, al volver en 2022, la tensión nunca se apaciguó.
Zabaleta, de 56 años, narró algunos episodios que vivió como ministro y, en sintonía con la visión que popularizó el presidente electo, Javier Milei, de crítica hacia gastos políticos, contó que un comisario le dijo que iba a ser su jefe de custodia y que iba a tener 30 agentes a disposición. “Pensé en la comisaría de William Morris que tiene 10 agentes”, dijo el todavía intendente bonaerense sobre el barrio que lleva su nombre en honor al educador inglés radicado en Argentina desde fines del siglo XIX.
“Mucha gente no sabía a qué venía”
Zabaleta reconoció que muchas personas que se movilizaban en el marco de las protestas que realizaban distintas organizaciones sociales no sabían por qué iban a reclamar al ministerio. “Me daba mucha pena”, expresó.
“Una vez por mes atendía a los líderes sociales”, puntualizó y detalló que recibía a Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero, junto al resto de las agrupaciones nucleadas en la Unidad Piquetera en una de sus oficinas de reuniones.
El exministro, por otra parte, acusó a una organización poco conocida, aunque presente en las movilizaciones, de tener vínculos con servicios de inteligencia. “Un día se enojaron en una reunión de gabinete. Hubo una movilización por la tarde y había una organización territorial de no mucha gente muy vinculada a los servicios de inteligencia. Entraron al ministerio, lo tomaron, golpearon a los trabajadores”, dijo sobre el Movimiento Teresa Rodríguez, al que no nombró.
Fiesta de Olivos
“Fue una catástrofe”, reconoció, sin paliativos, sobre la fiesta de cumpleaños de la pareja del presidente, Fabiola Yáñez, en Olivos, mientras estaba en vigencia el aislamiento obligatorio.
Zabaleta, no obstante, también remarcó que nunca faltaron respiradores y que se construyeron en apenas días hospitales modulares en todo el país, como en su distrito.
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