Juan Schiaretti retiene cinco ministerios premium en el gabinete de Martín Llaryora

Juan Schiaretti retiene cinco ministerios premium en el gabinete de Martín Llaryora

El cordobesismo encara un nuevo cambio de piel. El gobernador electo se proyecta ante la atenta mirada de su mentor. Poder repartido y libro de pases, abierto.

Por César Pucheta.

Se queda: Schiaretti dejará la Gobernación, aunque su presencia seguirá latiendo en el corazón de la gestión cordobesista. 

Juan Schiaretti dará un cierre a su paso por la gobernación de Córdoba el próximo domingo, pero dejará a sus alfiles en áreas centrales de la gestión mediterránea como Gobierno, Justicia, Desarrollo Social, Agricultura y Servicios Públicos a la que se le sumará Obras Públicas. Son cinco de al menos 14 que tendrá el esquema que marcará un nuevo giro de tuerca al cordobesismo que lleva un cuarto de siglo al frente de la provincia más importante del interior.

Mientras se prepara para la sucesión, Martín Llaryora, termina de definir el equipo que lo acompañará en su primer gabinete con dos lineamientos que quedan expuestos de cara al futuro inmediato: la construcción de su propio poder como nuevo líder del Partido Cordobés y la adaptación obligada al nuevo clima de época, marcado por la llegada de Javier Milei a la presidencia de la Nación.

Las últimas confirmaciones, que no terminan de despejar incógnitas sobre nuevos volantazos antes de la jura de ministros que tendrá lugar el lunes en Río Cuarto, empiezan a dibujar un mapa en el que el sanfrancisqueño empodera a los suyos en roles que considera centrales para la renovación del modelo de gestión. En paralelo, sostiene a dirigentes del schiarettismo tradicional, a sabiendas que el libro de pases interno tendrá un tiempo largo de negociaciones. No se desconocerán lineamientos históricos, pero se construirán nuevas lealtades.

 

 

Las pruebas más claras de esos movimientos se descubren en las últimas confirmaciones de Martín Gill al frente del nuevo Ministerio de Cooperativas; Liliana Montero, al frente de la epocal cartera de Desarrollo Humano; y con Marcelo Rodio, que según confirmaron fuentes del llaryorismo a Letra P será el próximo ministro de Transporte. Se trata de tres dirigentes que en la estructura del cordobesismo responden directamente al todavía intendente de la capital, las dos primeras figuras, incluso, con pasado en el kicherismo y la oposición a Schiaretti.

Mirando el mapa completo, que contempla lo que sucede en el gabinete nacional y en el municipal, a cargo de Daniel Passerini, la llegada de Rodio al gabinete también expone guiños que serán aprovechados por los sectores hasta ahora más cercanos a Alejandra Vigo. Su lugar en el Concejo Deliberante será ocupado por Ricardo Moreno, el abogado que lidera las 62 Organizaciones en Córdoba, una de las patas del sindicalismo más leal a la senadora. El movimiento también abre un debate en el legislativo capitalino ya que el futuro funcionario provincial había sido elegido la semana pasada como presidente provisorio del recinto ubicado en pleno centro de la capital.

En la órbita viguista quedará también una de las carteras que engordarán su área de cobertura por obra y magia de la reestructuración: el Ministerio de Desarrollo Social. Como ya contó Letra P, Laura Jure y Paulo Cassinerio, dos de los funcionarios con más llegada al tándem que integran el gobernador y su esposa, serán las cabezas de una cartera en la que quedarán subsumidas algunos de los ministerios que se convertirán en secretarías. Por el ejemplo, el de la Mujer, que hasta este jueves seguía a cargo de Claudia Martínez, quizás la funcionaria más cercana a Vigo, que al menos en un comienzo no irá a la Legislatura.

A esa cartera también se sumarán las secretarías de Vinculación Comunitaria, una de las patas del ministerio que conducía Cassinerio; Empleo, que estaba a cargo de Facundo Torres, que será presidente provisional de la Unicameral; Hábitat y Economía Familiar, que estaban a cargo de la propia Jure; y la Agencia Córdoba Joven. Sólo por ahora, el listado se detiene allí.

En ese reparto de poder, hay que destacar que entre los schiarettistas que se quedan en sus cargos, se enumeran algunas de las carteras con mayor peso en la gestión. Manuel Calvo será ministro de Gobierno; Julián López vuelve a Justicia; Sergio Busso se queda en Agricultura; y Fabián López, uno de los apuntado por Milei para pegar el salto a la órbita nacional sumará a su cartera, el por ahora Ministerio de Servicios Públicos, el manejo de la obra pública, que en los planes originales iba a estar al mando del llaryorista Gustavo Brandan, que igualmente podría asumir con secretario.

Resta definir por estas horas qué pasará con las otras nueve agencias que, en la práctica funcionan como ministerios. Lo más probable es que cada una de ellas quede a cargo de secretarios que responderán a los ministros que sumarán control y concentración de poder en cada una de sus áreas. Esa es la principal incógnita que se abre a partir de esta reestructuración que Llaryora estudia al detalle, a quién darle la firma más poderosa en cada una de las áreas, equilibrando una transición interna que no estalle en el medio del camino.

Hasta ahora, el gabinete que iba a estar formado por más de treinta carteras, no supera las 15.

Los dueños de la lapicera llaryorista

Entre los empoderados que llegan al gabinete como parte de la estrategia de construcción llaryorista también se destacan el hasta hace unos meses opositor Juan Pablo Quinteros, que irá a Seguridad; Guillermo Acosta que acompañó al gobernador electo en su paso por la Municipalidad y se hará cargo del Ministerio de Finanzas; Victoria Flores que, con el mismo antecedente, irá a Ambiente; y Horacio Ferreyra, del mismo equipo, que será ministro de Educación. Daniel Pastore, el actual secretario de Comunicación municipal, también integrará la mesa chica del poder provincial.

A Llaryora también hay que sumarle la llegada Ricardo Pieckenstainer al Ministerio de Salud, y el nombre de Pedro Dellarrossa, referente del PRO, al frente de Industria, aunque también es cierto que la base del desembarco se encuentra en la relación histórica del macrista ex intendente de Marcos Juárez y el gobernador saliente.

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