El jefe de Gabinete y el ministro de Desarrollo Social mantendrán un encuentro mientras algunas organizaciones reclaman un incremento de la ayuda social. Además, ambos dirigentes dialogarán sobre el futuro del FdT
Juan Manzur y Juan Zabaleta volverán a estar frente a frente en la Casa Rosada este lunes bien temprano por la mañana. El jefe de Gabinete de la Nación recibirá en su despacho al ministro de Desarrollo Social que tiene a su cargo una de las áreas más sensibles del Gobierno Nacional y la reunión se dará en medio de la tensión que existe con algunos movimientos sociales que piden mayor ayuda social y otros más cercanos al oficialismo que buscan reemplazar a los planes sociales por empleo genuino. Zabaleta, además, es uno de los principales armadores de la estructura que podría sostener la eventual candidatura de Alberto Fernández para un nuevo período a partir de 2023.
La reunión estuvo programada para el miércoles pasado en Balcarce 50 pero finalmente se terminó postergando. Casi al mismo momento Manzur salía de la Rosada para una actividad con el gobernador tucumano en ejercicio, Osvaldo Jaldo, y Zabaleta llegaba para comunicarse en teleconferencia por Zoom con tres provincias.
El martes pasado se produjo una multitudinaria movilización de los movimientos sociales más enfrentados con el Gobierno que marcharon a Plaza de Mayo, en contra “del ajuste” y en reclamo de un aumento en los planes de trabajo, por primera vez luego de las elecciones legislativas del 14 de noviembre. Fueron parte de una serie de “jornadas de lucha que va a recorrer lo que queda de este mes y diciembre en reclamo del no pago de la deuda externa y ruptura contra el FMI”, le adelantó a Infobae Eduardo Belliboni, el líder del Partido Obrero, uno de los grandes impulsores de esta marcha.
A las organizaciones piqueteras lideradas por el Polo Obrero se les sumaron otros espacios políticos de izquierda que prácticamente paralizaron el centro porteño provocando un caos de tránsito. Las consignas sobre el “no pago de la deuda” y “contra el pacto con el FMI” estuvieron acompañadas por los pedidos de “trabajo genuino”, “ningún trabajador por debajo de la canasta básica de $75.000″, “aguinaldo completo de los trabajadores del Potenciar Trabajo”, “asistencia integral de los comedores populares” y contra el “gatillo fácil”.
Los dirigentes del Polo Obrero y los integrantes de la Unidad Piquetera habían mantenido una especie de “paz en las calles” semanas antes de los comicios. Zabaleta había acordado un “cronograma” de trabajo para resolver algunas de las demandas que habían realizado los dirigentes sociales. El refuerzo de alimentos en merenderos y comedores populares era uno de ellos, pero hasta el momento todo quedó en palabras. Hay versiones contrapuestas. “La mesa de trabajo interministerial sigue avanzando”, según dicen desde el ministerio de Desarrollo Social.
Dentro de los movimientos sociales también están los que son más cercanos al Gobierno y que traccionaron votos para la recuperación en las urnas del oficialismo el 14 de noviembre. Son los que recibieron ayuda en forma de planes y otros recursos. Esos movimientos sociales enrolados en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), y alineados con la Casa Rosada, impulsan la redacción de uno o varios proyectos de ley que incluyan reclamos que desde hace tiempo promueven dirigentes como Juan Grabois, Juan Carlos Alderete y Emilio Pérsico. Entre ellos, el salario básico universal (SBU), el monotributo de la economía popular, el crédito productivo no bancario y el compre estatal.
Esas agrupaciones alineadas con el Frente de Todos volvieron a mostrar poder de movilización en el Día de la Militancia, cuatro días después de los comicios. Los integrantes de Somos Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y el Movimiento Evita fueron ese día de los grupos más numerosos en Plaza de Mayo. La mayoría de las agrupaciones que integran la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) dijeron presente a la hora de apoyar a Alberto Fernández después de la derrota electoral del domingo 14. Fueron esas mismas agrupaciones las que recorrieron unos 1.500 barrios populares del conurbano bonaerense para identificar a los posibles votantes peronistas que no habían ido a sufragar en las PASO de septiembre. Fernández agradeció varias veces el esfuerzo.
Por otro lado, Zabaleta es uno de los ministros que interviene en el armado político de Alberto Fernández con 2023 como gran objetivo. Antes de las elecciones de medio término, junto a Manzur y también con Gabriel Katopodis, su par de Obras Públicas, hizo una gira por varias provincias del interior donde reforzó el vínculo con los gobernadores, especialmente los del Norte y de Cuyo. Además participó en encuentros con intendentes que impulsan al presidente para un nuevo período de gobierno.
Luego de las elecciones, el funcionario nacional e intendente en uso de licencia de Hurlingham, sostuvo en declaraciones al canal C5N que “la unidad en el Frente de Todos está saldada y sellada y es la única forma en que nosotros podamos seguir gobernando la Argentina, pero tenemos que aprender a cultivar esta cultura de coalición del Frente de Todos y posiblemente mirando hacia adelante haya que plantear ir a Primarias. Es bueno que nosotros vayamos pensando que ese es el camino”.
Fernández viene respaldándose en la figura de los gobernadores del PJ y de Manzur, su jefe de Gabinete, como enlace directo. En estos días también empezó a diseñarse la construcción de un espacio con funcionarios y dirigentes del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires. Además de Zabaleta también trabajarán en este camino, el ministro Katopodis, la diputada nacional electa, Victoria Tolosa Paz, su sucesora en el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, Marisol Merquel y algunos intendentes del conurbano
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