Moda circular, casas ecológicas y diseños industriales sustentables son tres rubros que tienen detrás a “jóvenes que impulsan el cambio”, nombre de uno de los paneles del encuentro Sustentabilidad - Líderes de Triple Impacto organizado por el suplemento El Empresario de El País.

Maggie Ferber, CPP de Vopero; Eliseo Cabrera, director de La Casa Uruguaya; y Mariano Piñeyrúa, director creativo de Cruz Creative Lab, participaron del evento que contó auspicio de BBVA, Unilever, Coca-Cola, Fidocar, Katoen Natie TCP y el apoyo de Alliance Uruguay y Pulso y hablaron sobre sus logros y desafíos.

Ropero virtual.

Vopero es el emprendimiento más joven de los tres. Con 10 meses de existencia, esta plataforma de recirculación de prendas y accesorios ya tiene operaciones en Uruguay y México, más de ocho mil productos procesados, más de dos mil clientes asociados como vendedores, más de 500 marcas (uruguayas y del exterior) y más de 20 tiendas oficiales de las que se recircula sus excedentes de temporada. “Somos un poco más que un second hand; somos un sistema que busca masificar la recirculación”, dijo Ferber.

El objetivo es que el consumidor encuentre ropa a un preciso accesible. Vopero parte del concepto de que “la prenda más sustentable es la que ya existe”, definió su CPO.

Al comprar vestimenta usada –pero que pasa por un control de calidad–, el cliente no solo está ahorrando en el precio, sino que mantiene en circulación un objeto que, de otra manera, sería dispuesto en la basura.

“Hoy se tiene el prejuicio de que se piensa que la sustentabilidad es carísima. No es la idea. El desafío es pensar el triple impacto como algo accesible y masivo, que no fuerce al consumidor a comprar algo más caro. Hay que revalorizar el producto para que el consumidor pague lo mismo o menos y accede a algo que es infinitamente superior”, explicó Ferber durante su exposición del evento de El País.

Para que la recirculación de la moda sea completa, Vopero también busca tener impacto social. Una forma es a través de un convenio con el Centro de Promoción por la Dignidad Humana por el que las mujeres atendidas por el programa puedan reconfeccionar prendas y darles valor agregado.

Casa sustentable.

La Casa Uruguaya es hoy una empresa de arquitectura sustentable que lleva ganado varios premios nacionales e internacionales desde 2015. “Humildemente, queremos cambiar el mundo”, dijo el arquitecto Eliseo Cabrera.

Se trata de casas de madera energéticamente eficientes. En Líderes de Triple Impacto, Cabrera destacó el sistema de domótica integrado en cada vivienda que orienta al habitante en su consumo energético. Este se conecta con una estación meteorológica ubicada también en la casa para indicarle, por ejemplo, si le conviene encender el aire acondicionado o alcanza con abrir las ventanas para refrescar los ambientes sin ningún gasto de energía. Cada construcción tiene, además, paneles fotovoltaicos. “Hacen que la factura de UTE sea de $ 0 durante todo el año”, aseguró Cabrera. Otro detalle de La Casa Uruguaya es que la madera es un reservorio de dióxido de carbono; es decir, encapsula el gas y no genera emisiones.

La empresa tiene previsto exportar a Colombia y un viaje a una feria en Dubai en enero de 2022 con el objetivo de ingresar al mercado asiático.

Trofeos reciclados.

Cruz Creative Lab diseña productos sustentables para que las empresas sean verdaderamente circulares. “Siempre nos planteamos que el desperdicio es un error de diseño”, dijo Mariano Piñeyrúa, participante del panel “Jóvenes que impulsan el cambio” del evento Líderes con Triple Impacto.

Un ejemplo de su trabajo es la creación de los trofeos con materiales reciclados para el campeonato de rally Extreme E. En vez de utilizar oro o plata, cada trofeo es fabricado con desechos plásticos retirados de los océanos y transformados en un filamento apropiado para la impresión 3D.

Por otra parte, el diseñador industrial comentó que utilizan tecnología blockchain para la trazabilidad de sus productos. Con esto se busca que los consumidores sean conscientes de los materiales y puedan tomar la mejor decisión al momento de la compra. “Combinamos diseño con tecnología en pro de ayudar a las empresas a alcanzar los objetivos de cero emisiones o cero basura”, afirmó.

Clientes conscientes y apoyo estatal.

La sustentabilidad es un tema que cada vez más importa en las empresas, donde comienzan a integrar dentro del centro de sus negocios, procesos que permitan dar una solución a las necesidades de hoy, sin afectar a las generaciones futuras. El triple impacto, es decir la búsqueda de un impacto positivo no solo en lo económico, sino también en lo social y ambiental; comienza a integrarse en el plan de negocios de las empresas. Vopero, La Casa Uruguaya y Cruz Cruz Creative Lab son tres ejemplos de empresas que llevan la sustentabilidad en su ADN.

En el evento Sustentabilidad- Líderes de Triple Impacto de El Empresario de El País, los representantes de las tres compañías coincidieron en que el consumidor es cada vez más consciente de las consecuencias de su compra o los procesos que hay detrás de lo que adquiere, por lo que busca productos o servicios que sean respetuosos con el medioambiente y/o brinden alguna ayuda social. No obstante, los expositores sostuvieron que es necesario que la tendencia sea promovida y acompañada por incentivos gubernamentales. Eliseo Cabrera, director de La Casa Uruguaya, dijo en el evento: “Los gobiernos tienen una responsabilidad muchísimo mayor que la que está encarando en este momento. Me parece muy bien que haya leyes, objetivos de desarrollo sostenibgle a nivel de la ONU, pero son los gobiernos los que de alguna manera facilitan o no las cosas”. Por ejemplo, que se establezca como norma constructiva ciertos elementos de eficiencia energética.

El ministro de Ambiente, Adrián Peña, también participó de la actividad. En su intervención habló, entre otros temas, sobre la Ley 19.829 sobre gestión integral de residuos y que está siendo trabajada por “todos los actores” y que será reglamentada en sucesivos decretos. Sostuvo para el artículo 7 que trata sobre la responsabilidad extendida al productor que no se está pensando en incentivos, sino en el cumplimiento de la obligación establecida.