Un inusual comienzo de mañana vivieron varios sanrafaelinos cuando se encontraron con un automóvil sobre la acequia de plaza San Martín chocado contra uno de los forestales del espacio verde, del lado de calle Comandante Salas justo frente a la Municipalidad local.
Se trataba de un Chevrolet Corsa de color rojo que, según dieron cuenta efectivos de la Policía Federal, había colisionado cerca de las 5 de la mañana. Más de un testigo afirmó que segundos después del impacto, el hombre que conducía el vehículo corrió hasta perderse en la oscuridad de la noche. Pasaron más de dos horas y el rodado continuaba allí, con las llaves de arranque colocadas y una botella de cerveza sobre la alfombra del conductor. Con la chapa patente, desde la Federal lograron localizar a la propietaria del vehículo, una mujer que llegó hasta el lugar del hecho cerca de las 8 de la mañana.
En el relato que en principio ofreció a los medios de comunicación presentes en el lugar, afirmó que le había prestado el automóvil a su sobrino la noche anterior, dado que el muchacho iba salir a celebrar que había rendido bien una materia. "A las 7 y media mi sobrino se presentó en mi casa y me contó lo que había sucedido. Él había dejado el auto fuera de la casa de la novia y se lo robaron", narró la mujer.
La misma versión le otorgó al jefe de la Comisaría 32, Jorge Molina, cuando éste se presentó en la escena del accidente. "Recién nos notifican, en principio se abrirá una causa por "Averiguación por Hurto", dijo temprano el funcionario policial. Sin embargo, con el correr de las horas la hipótesis del robo se fue diluyendo, más aún cuando se corroboró que el sobrino de la propietaria del automóvil presentaba algunos golpes y se abstuvo a declarar lo sucedido en la dependencia.
Si bien al cierre de nuestra edición no se admitió desde la familia lo ocurrido, para la Policía se trató de un siniestro protagonizado por el joven que decidió correr del vehículo, posiblemente alcoholizado y atemorizado por las consecuencias que le significaría la colisión.
Por las marcas de las cubiertas sobre la carpeta asfáltica, se presume que el conductor circulaba a alta velocidad por calle Belgrano y al girar por Comandante Salas perdió el dominio del vehículo hasta terminar contra el árbol.
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