Los restos del boxeador mercedino fueron retirados del cementerio de la Chacarita y trasladados a la Federación Argentina de Boxeo, donde realizaron un emotivo acto.
En el día que Gatica se despidió de Buenos Aires, la primer ceremonia consistió en la exhumación de los restos en el Cementerio de la Chacarita para emprender su último camino de gloria hacía su pueblo natal.
En la Federación Argentina de Boxeo, donde lo esperaba una multitud, se realizó el primer homenaje. El féretro fue ubicado en el centro del ring, cubierto por una bandera Argentina y rodeado de claveles rojos.
El primero en hablar fue Luis Alberto Romio, Presidente de la Federación de Box, que no dudó en decir que Gatica es un “ídolo entre los ídolos, y con el tiempo va a pasar a ser el gran ídolo entre la multitud”.
“José María, me hubiera gustado ser tu amigo, me emociona cuando hablo de grandes boxeadores, vas a pasar a la historia como un boxeador y un ser humano que pertenece al pueblo”, agregó en un emotivo discurso.
Luego fue el turno de Marcelo "Potro" Domínguez, ex campeón mundial de boxeo, que tomó la palabra para decir que el de hoy no debía ser un día triste. "Hoy estamos despidiéndote, pero tu memoria permanecerá en este recinto y en la de toda la gente”. “El de ser ídolo popular solo lo logran los elegidos”, sentenció el ex deportista en el oratorio que montaron en el cuadrilátero del edificio de la Federación.
Eva Gatica, una de las tres hijas del “Mono”, habló en representación de toda su familia y dijo estar feliz de poder concretar este sueño. "Es un día histórico para todos nosotros”. Además, agradeció a un hombre “que hace mucho años es amigo mío y de mi familia. Recuerdo cuando él era Gobernador e inauguramos el Palacio de los Deportes. Me estoy refiriendo al ex Presidente, ex Gobernador y actual Senador Nacional, Adolfo Rodríguez Saá”, entre otros agradecimientos.
El cierre de la ceremonia estuvo a cargo de Alberto Rodríguez Saá, quien contó su vida a través de lo que dice la historia, la leyenda y el mito:
“Aca estamos señor José María Gatica dispuestos a rendirle homenaje en su último saludo en el ring, en la Federación Argentina de Box y a unas horas de encontrarse con el pueblo de Villa Mercedes, que lo vio nacer y lo está esperando.
A veces la historia la escriben los hombres en un escritorio lleno de documentos, se les cae, ponen unos… pone otros, tiene mucha subjetividad, pero dice la historia que José María Gatica nació un 25 de mayo de 1925, en San Luis, en la ciudad de Villa Mercedes, ahí cerquita de la Calle Angosta, en el barrio Estación. Dice la historia que ahí se crio hasta los 6 ó 7 años.
Dice la historia que vino a Buenos Aires, que lustró zapatos y vendió diarios en el barrio de Constitución.
Dice la historia que alguna vez un señor Koczi lo llevó, después de verlo boxear en un albergue para marineros, lo llevó al Luna Park.
Dice la historia que en el mes de diciembre de 1845 hizo el debut contra el boxeador Moyano y ganó Gatica en el cuarto round. Dice la historia que ahí nomas hizo dos meleas mas, en el mes de diciembre.
Dice la historia que en el año siguiente ya hizo siete peleas.
Cuenta la historia del Boxeo que el señor José María Gatica hizo 95 pelas, ganando 82, 72 de por nocaut. Perdió 7 y empató 3.
Dice la historia que tuve celebres duelos con el boxeador Prada.
Convocaba multitudes.
Que era popular. Lo llamaban “Tigre”. También le decían “Mono” en forma despectiva.
Dice la historia que tuvo tres hijas, María Eva, Viviana y Patricia.
Dice la historia que peleó con Ike Williams, nada menos que en el Madison Squeare Garden.
Dice la historia que usted llenaba tanto el Luna Park que hubo que programar las peleas los miércoles, que se empezaron a llamar “los miércoles de Gatica”.
Dice la historia que el día de su muerte el Luna Park no lo pudo recibir porque estaba la Sinfónica de Londres.
Dice la historia que Usted tuvo un accidente un 10 de Noviembre de 1963, ese día Independiente había ganado 2 a 1 a River. A la salida la tragedia.
Dice la historia que sus últimas palabras que se recuerdan fue “Ayudame hermano, no me gusta estar tirado”.
Que murió un 12 de noviembre, y lo velaron acá.
También dice la historia que hubo entre las coronas de flores una que decía Juan Domingo Perón.
Dice la historia que una de sus últimas fotos fue sonriendo, en los años 60 y que Usted fue víctima de las inundaciones y la prensa lo quería mostrar en situación de mucha pobreza. Pero Usted siempre estaba sonriendo.
Bueno eso dice la historia… pero José María Gatica es un personaje de leyenda, y la leyenda la escriben los pueblos, por transmisión oral y empiezan a contar cosas.
La leyenda se dedica solo a los grandes personajes, no hay leyenda de la mediocridad, de los grises. La leyenda la escriben los pueblos a los grandes personajes, por eso José María Gatica es una leyenda.
Y la leyenda nos cuenta también otras cosas, que vino a Buenos Aires y se encontró con mucha pobreza, que salió a trabajar para ayudar a su madre y que un día volvió a San Luis y que también lustró zapatos en la Plaza Pringles y también vendía diarios y ahí de la mano de Don Félix Vega conoció el gimnasio, el entrenamiento y las artes del boxeo. Don Feliz Vega lo trajo también a Buenos Aires, dice la leyenda a Buenos Aires.
Por ahí en los años 50 lo esperaban sus amigos y dice la leyenda que cuando lo encontraron con gran felicidad “Mono, hermano” y dice que te enojaste tanto. “Mono las pelotas”.
Cuantas tantas cosas lindas cuenta la leyenda. Dice que un día que tenía que bautizar a tu hija lo estaba esperando Eva Perón y Juan Domingo Perón, y los hiciste esperar unos minutos y ella te dijo “Gatica, soy Evita” y Usted vos le dijiste “Evita, yo soy Gatica”.
Y sabes lo que dice la leyenda? Que vos escuchabas a los pobres, a los humildes, que te conmovías con un niño que vendía diarios o lustraba los zapatos. Que eras grande con los más chicos, con los humildes, los trabajadores y que te espantabas ante los poderosos. Y por eso el ring size no te quería.
Dice la leyenda que ese día con Prada, que te rompió la mandíbul, saliste sangrando y del ring te insultaban, como vengándose.
Dice la leyenda que no te contuvieron en Nueva York. Si hubieras estado contenido las cosas hubieran sido distintas.
Dice la historia que nunca saliste campeón, pero la leyenda dice que son el campeón del pueblo, que siempre fuiste campeón!
Y sabes cuantas leyendas del pueblo cuentan tus hazañas de solidaridad, de afecto, generosidad, de amistad. Y sabes como el pueblo no escucha otras cosas, solo las que te hace grande, cosas que te han convertido en el boxeador más legendario de este país.
Dice la leyenda que cuando te ibas a Mercedes te reconocían tus amigos y cuentan cada historia bonita sobre vos.
Pero hay otra cosa, también está el mito. Sabes quienes creen en el mito, los que tenemos fe, convicciones y el mito dice de sos la reencarnación en una sola persona, en el pueblo peronista…eso dice el mito.
José María Gatica campeón!
El camino de regreso
Pasado el mediodía está previsto el paso del cortejo por el Luna Park -avenida Corriente y avenida Eduardo Madero-. Allí donde Gatica le dio carácter multitudinario a su deporte en los enfrentamientos con Alfredo Prada. Según cuentan las crónicas, muchos veían esos duelos en clave política, el "Mono" era alentado por la popular, mientras que a Prada lo aplaudía el ring side.
La caravana luego seguirá camino rumbo a Avellaneda, escenario del accidente de tránsito que le causó la muerte a Gatica. En el estadio "Libertadores de América" de Independiente, club de los amores del ídolo. La cancha es un lugar obligado en el peregrinaje que lo devolverá a Villa Mercedes.
Las autoridades del "Rojo" a través de su página web y oficina de prensa, convocaron a socios, periodistas, atletas y simpatizantes a despedir al púgil mercedino.
"El cortejo pasará por el estadio que tantas veces lo albergó en sus tardes de pasión por el 'Rojo'. Los invitamos a brindarle el último adiós al ídolo", publicó la institución este martes. Esto será a las 14.
Una vez terminada la recorrida por Capital Federal y el Gran Buenos Aires, el acompañamiento se dirigirá hacia tierras sanluiseñas.
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