Varios piquetes de ruta en distintos puntos del interior provincial, más varios cortes de calles y toma de edificios públicos en esta capital, fue el resultado de las protestas gremiales llevadas a cabo ayer y que fueron protagonizadas en su mayoría por afiliados de ATE-CTA, en adhesión a la jornada de protesta nacional del movimiento que lidera Pablo Micheli, que salió a la calle para pedir por el 82% móvil y la convocatoria a reunión del Consejo del Salario.
Paralelamente, los autoconvocados de ATE, que vienen llevando a cabo sus planteos desde hace varias semanas por afuera de la organización gremial, cumplieron ayer su segundo día de acampe en Plaza Belgrano, en demanda del pase a planta permanente de los trabajadores contratados, la recategorización genuina de los empleados de diferentes áreas del Estado provincial, y la regularización de un sector abarcado por el plan de reordenamiento.
Al margen del motivo central de la jornada que movilizó a militantes de ATE en todo el país, la movida a nivel local también tuvo sus características propias. Es que la organización además reclamó el blanqueo de las diferentes figuras laborales -irregulares- que aún persisten en las reparticiones y organismos del Estado jujeño.
El oficialismo de ATE protagonizó cortes de calles y tomas de edificios públicos en varios puntos de la capital jujeña. Algunos de los focos de protesta fueron la esquina de José Hernández y Santibáñez, con personal de la Dirección de Arquitectura; la sede central del Instituto de Seguros de Jujuy; y varias dependencias del Ministerio de Desarrollo Social, que permanecieron ocupadas por los manifestantes hasta pasadas las 15.
La entidad gremial exige que los contratados sean nombrados en planta permanente, que los jornalizados vean mejorada su situación de revista y quienes se encuentran en la planta de reordenamiento progresivo comiencen a ser efectivizados por el Estado de manera escalonada. En cuanto a las reivindicaciones para los trabajadores que prestan servicios en los hospitales públicos, la organización también solicitó el pago de un plus por insalubridad y la instauración de concursos cerrados para la cobertura de cargos. Los puntos de la demanda fueron coincidentes entre la organización gremial y el sector disidente, aunque la metodología de protesta utilizada fue distinta. Sucede que los autoconvocados no tomaron edificios públicos ni cortaron calles, sino que mantuvieron el acampe iniciado frente a Casa de Gobierno el martes último.
A pesar del acercamiento que existió por parte del jefe del bloque de diputados provinciales del PJ, Rubén Rivarola, quien se comprometió a trasladar los planteos al Ejecutivo, hasta ayer no habían surgido novedades alentadoras. Marcos Mansilla, secretario de Interior de ATE y principal referente de los autoconvocados, explicó que la situación de precariedad laboral de los trabajadores del plan de reordenamiento embarga a más de 4.700 personas.
A pesar de la falta de respuestas del Gobierno, los autoconvocados se mostraron optimistas en poder alcanzar una solución a la brevedad y así poder levantar el acampe de Plaza Belgrano.
Operativo policial
Con motivo de las protestas gremiales, la Policía implementó ayer un fuerte dispositivo de seguridad en la capital y en las distintas regionales de la fuerza, buscando garantizar el libre tránsito vehicular y de peatones. Al mediodía se registraron once cortes de ruta en total. Los piquetes se produjeron en las rutas nacionales 34, 9 y 66.
En tanto, en la capital fue importante el movimiento de personal uniformado en diferentes puntos. La fuerza de seguridad reforzó el dispositivo en el Ministerio de Infraestructura, en dependencias de la cartera de Desarrollo Social, y en Casa de Gobierno. A pesar de la numerosa presencia policial, no hubo intervención porque los reclamos fueron pacífi
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